Barraza: Un lugar de costumbres chilenas

Ubicado en la ribera sur del río Limarí y al suroeste de Ovalle con una población de 319 habitantes aproximadamente, se encuentra Barraza, un pueblo con historia religiosa que una vez al año celebra sus tradiciones con una fiesta costumbrista
Barraza: Un lugar de costumbres chilenas
Barraza: Un lugar de costumbres chilenas
miércoles 05 de febrero de 2014

Fundada como San Antonio del Mar en 1680, y al ser renombrada como Barraza se convirtió en una de las localidades más antiguas del norte de Chile cumpliendo 334 años el 2014. Actualmente es considerada Monumento Nacional en la categoría de Zona Típica desde el 2011. 

Con su historia ligada íntimamente a su iglesia parroquial, la que fue diseñada por Joaquín Toesca, su trazado y característica arquitectura española se ha conservado hasta el día de hoy. 

Caracterizado como un pueblo muy tranquilo, apacible y que invita a recorrer sus calles, este 8 y 9 de febrero se verá conmocionado con la ya tradicional fiesta costumbrista, la que contará con productos típicos y bailes folclóricos.

SU HISTORIA. Sus primeros habitantes fueron los changos, quienes aprovecharon de emplazarse en una de las zonas más fértiles del valle de Limarí y que luego dieron paso a que se instalaran los incas y los picunches, además de servir de refugio para los españoles, quienes también lo utilizaron de fortificación en la pacificación de los indígenas chilenos en la etapa colonial. 

Tal como lo cuenta la historia, a mediados del siglo XVII se le concedió el cuidado de estas tierras al capitán Antonio Barraza quien junto a los habitantes del pequeño poblado existente edificaron la parroquia o curato de San Antonio del Mar y la Purísima Concepción, la que con la crecida del río, que en 1690 arrasó con el templo, debióconstruir uno nuevo entre 1691 y 1712. 

Durante la Colonia, Barraza se transformó en el segundo poblado más importante del norte chileno, después de La Serena. De esta localidad se formaron grandes terratenientes los que fueron dueños de amplias haciendas las que se conservan hasta el día de hoy. Su actual calle principal se distingue por ser amplia y larga, la que desemboca en la plaza de armas central. 

Actualmente muchos de sus habitantes conservan con gran orgullo vestigios del pasado, como reliquias, indumentarias españolas de la época inicial como cazoletas y elementos de cobre del tiempo de la colonia y espuelas de hierro. 

La arquitectura de sus casas también conserva las características propias de un villorrio español. Más amplias y construidas en adobe con cemento calizo y de techumbre elevada, contienen además un patio central interior rodeado de dormitorios, comedores y cocinas con acceso directo al patio. Otras de sus propiedades contienen un segundo patio hacia la parte posterior rodeada de cobertizos, chancheras, caballerizas y bodegones, siendo una de sus características principales las amplias ventanas que dan directamente a la calle. 

Otro de los hitos importantes de la localidad es su innegable valor arqueológico, revelado por sus habitantes que al hacer labores de agricultura desentierran habitualmente restos de cerámicas de los antiguos pobladores que ocupaban ese sector. 

VALOR RELIGIOSO. La iglesia de San Antonio de Barraza fue declarada monumento nacional en 1977, un hito histórico para un poblado centrado en la vida de religión y fe. Su estructura es de carácter neoclásico con muros de adobe de 1 metro de ancho, con cimientos de piedra, madera en la torre y en su armadura de techumbre además de pisos y cielo. En su cubierta, el fierro galvanizado ha reemplazado a la teja, lo que permite ver a simple vista una construcción modesta con púlpito y retablo de madera. Impresiona que en el costado lateral izquierdo aun se encuentre una antigua puerta que según data la historia correspondería al primer templo de fines del siglo XVII, la que fue fabricada con pino oregón y clavos de cobre.

En su altar destaca la imagen policromada de San Antonio de Padua de mediados del siglo XVIII, la que fue traída desde el Perú.

Desde 1990 a un costado de la entrada principal se levantó un pequeño museo parroquial, el que exhibe interesantes imágenes coloniales, implementos de culto religioso y los primeros libros parroquiales de fines del siglo XVII.

FIESTA COSTUMBRISTA. Luego del terremoto de 1997, el templo sufrió varios daños estructurales, los que lograron ser restaurados en dos etapas, la primera en el 2000 y la segunda en el 2003. En esa ocasión la inauguración impulsó el desarrollo de una fiesta costumbrista, la que fue organizada por los vecinos con ayuda de la parroquia. La fiesta contempla las costumbres patrimoniales estando la mayoría de ellos vigentes en la vida cotidiana, como la trilla, carreras de perros galgos, carreras a la chilena y los ya tradicionales juegos populares. 

El alcalde Claudio Rentería indicó que “nosotros como gobierno comunal estamos muy preocupados de destacar nuestras tradiciones e idiosincrasia, porque es algo muy valioso para conocer la historia de nuestros pueblos. Invito a todas las personas que quieran disfrutar de las tradiciones chilenas y el folclore, que nos acompañen este sábado y domingo, donde se prepara un variado programa, para que grandes y chicos se diviertan”. 

El lanzamiento oficial de la fiesta se realizará hoy a las 11 horas en la Plaza de Armas.