Una madre imparable

La historia de Ana Ávalos, la emprendedora de quesos de cabra que destaca en la Región de Coquimbo

Con el apoyo de Fundación Banigualdad y sus 40.000 socios, Ana logró mejorar su calidad de vida y la de su familia. Cuenta con más de 100 cabras y una producción de quesos que le permite vivir en un 100% de su negocio.
martes 18 de junio de 2024

En la remota y escarpada comunidad de Lambert, una localidad de la Región de Coquimbo, Ana Ávalos se levanta cada día con una determinación inquebrantable. A sus 44 años, Ana ha convertido su vida en un testimonio de resiliencia, amor y trabajo arduo, levantando su propio emprendimiento de quesos de cabra. Hoy, ella es un claro ejemplo de cómo, con la ayuda de Fundación Banigualdad, la perseverancia y el espíritu emprendedor pueden transformar vidas.

Ana creció en una familia dedicada a la crianza de cabras, pero a ella nunca le llamó la atención continuar con aquella tradición. Debido a las circunstancias de la vida, tuvo que dejar la escuela para comenzar a trabajar y mantenerse por sí misma a los 13 años. Tres años después quedó embarazada de su primer hijo (en la actualidad tiene cuatro), por lo que urgía la necesidad de generar más dinero para mantener a su propia familia.

Se desempeñó en diversos oficios, incluyendo la venta de pan puerta a puerta. La vida no fue fácil; dos de sus hijos fueron padres y Ana asumió la responsabilidad de criar a sus nietos. En 2020, la madre de su nieta más pequeña perdió la vida y debió demostrarle al tribunal su capacidad para ofrecerles un espacio cómodo y seguro.

Aquí comenzaba un nuevo desafío: ¿qué hacer para salir adelante y entregarle un buen futuro a sus hijos y nietos? Junto a su esposo, buscaron incansables formas para generar un buen pasar. Construyeron una humilde casa con materiales que encontraban en la calle, pero no era suficiente. En un momento de desesperación, Ana recordó aquella tradición que desde un principio renegó. Las cabras podían cambiar su vida.

Con esfuerzo, compró su primera cabra y fabricó su primer queso, el cual marcó el inicio de un sueño que la llevó a encontrar la posibilidad de vivir mejor. Poco a poco, su técnica mejoró y sus ventas fueron buenas. Luego de unos meses pudo adquirir nuevas cabras que le permitieron mejorar la producción. Era momento de dar un paso más allá.

Encontrando una familia en Fundación Banigualdad

Mientras se las ingeniaba para darles un buen pasar a sus hijos y nietos, un día le hablaron sobre Fundación Banigualdad, entidad que apoya a emprendedores que necesitan de un impulso para hacer crecer sus negocios a través de microcréditos y capacitaciones. Rápidamente, empezó a participar en sus ciclos de capacitación, aprendiendo sobre gestión de negocios, finanzas o la importancia de las redes sociales. "Banigualdad me ofreció la oportunidad de cumplir un sueño. Este apoyo ha sido una bendición" expresa Ana.

Con los microcréditos obtenidos, expandió su criadero de cabras y orgullosamente nos comenta que tiene más de 100 cabras a su disposición. Además, tiene las herramientas e insumos necesarios para hacerse destacar con los quesos más ricos de su localidad, llegando a producir hasta 17 en un día.

"Dios me ha puesto gente muy linda en el camino. Banigualdad y sus 40.000 socios han sido una familia más y una puerta para salir adelante", comenta con gratitud. En pleno 2024, Ana mira hacia atrás y agradece todo lo vivido, porque ese esfuerzo le ha permitido cumplir sueños: contar con un negocio próspero que le permitió reunir los recursos para construir una casa más cómoda para criar a sus hijos y nietos.