Nuevo pronóstico confirma que lluvias serán insuficientes para frenar la sequía

En su último informe, Ceaza sostiene que las precipitaciones se podrían registrar recién entre los meses de junio y agosto y que tendrán el rango de “normales”
Nuevo pronóstico confirma que lluvias serán insuficientes para frenar la sequía
Nuevo pronóstico confirma que lluvias serán insuficientes para frenar la sequía
miércoles 16 de abril de 2014

El Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas (CEAZA) emitió el informe “Boletín Climático” correspondiente al mes de abril, en el que se confirma que la ocurrencia de lluvias en la Región de Coquimbo en los próximos meses se mantendría bajo el rango de “normal”. 

“Los modelos sobre ‘El Niño’ - Oscilación del Sur (ENOS), indican que se mantendrá el estado de normalidad o fase neutra durante el otoño 2014”, precisa el escrito, pero sin embargo, agrega que “se observa un cambio en la tendencia, y se prevé la formación de un evento ‘El Niño’ de carácter débil entre los meses de junio y agosto, el cual prevalecerá al menos hasta fines del presente año”.

Al respecto, el Ceaza sugiere “mantener una postura cauta frente a la probabilidad de precipitaciones para el próximo invierno, ya que el escenario actual no sugiere un cambio en las condiciones actuales de falta de precipitaciones y más bien supone lluvias y temperaturas en torno a lo normal, lo cual no será suficiente para recuperar los niveles óptimos del recurso hídrico en la Región de Coquimbo”.

El meteorólogo de este centro de estudios, Cristóbal Juliá, sostiene que “nosotros hemos venido diciendo que hay que tener cautela con el tema del fenómeno de ‘El Niño’, porque si bien esperamos que haya una mayor probabilidad de que se produzca, cercana a un 50%, no necesariamente quiere decir que vaya a ser un año muy lluvioso acá”.

El especialista explica que la crítica situación que vive la zona hace que se absorba toda el agua que recibe “lo que va a hacer la tierra, donde no ha llovido nada, es succionar toda el agua que caiga, pero no la va a soltar en los caudales y no se va a ver reflejado en los embalses, para ello debiera llover mucho, al menos tres años para recuperar estos sistemas”.
En este sentido, dice que los pronósticos indican que efectivamente va a ser un año más lluvioso, “pero con ello no se resuelve el tema de la sequía y sigue intacto”.

Juliá detalla que en estos momentos se mantiene una fase neutra fría, más asociada a un fenómeno de “La Niña” “por lo tanto si ‘El Niño’ se produce, de acuerdo a las proyecciones, se empezaría a desarrollar recién durante los meses de invierno, por lo que esperamos que las lluvias se concentren mayormente entre los meses de julio y agosto y no durante los meses de mayo y junio. Puede que sea un año un poco más lluvioso, pero la realidad de escasez hídrica no va a cambiar”.

De todas formas, especifica, la condición de normal señala que las precipitaciones no deberían superar en el año los 80 milímetros en La Serena, en Vicuña 100 mm, en Ovalle no más de 120 mm, en Monte Patria no más de 180 mm. “En un año normal se entiende que llegan a la región alrededor de 5 eventos de precipitaciones que son intensos y eso es lo que estamos esperando”.

Lo que si va a cambiar, indica, es que si bien estos últimos años las precipitacionesse presentaron mayormente en el sector costero “esperamos que este año se revierta esta situación y que llueva más en la cordillera, que es lo que aporta al sistema hidrológico”.

Respecto a los pronósticos que se han hecho a nivel nacional, que avizoran incluso que el 2014 sería uno de los más lluviosos de los últimos años, Juliá sostiene que hay que ser cautos de la interpretación que se hace de esta información. “Hay que hacer una lectura de acuerdo a la realidad de cada región, cuando la Dirección Meteorológica habla del fenómeno de ‘El Niño’ lo hace pensando en sus efectos en todo Chile, entonces si se desarrolla como se está previendo, las regiones del sur irán aumentando sus precipitaciones y ahí sí que va a llover más de lo normal”.

No obstante, llama a tener ojo con las regiones de Atacama y Coquimbo, que es una zona de transición climática que se encuentra en el límite de la influencia de los sistemas frontales y del anticiclón del Pacífico. “Acá se produce un tira y afloja de la naturaleza entre ambas fuerzas y finalmente no dependen de la magnitud de ‘El Niño’, sino que de otros factores que nosotros analizamos y por ello somos mucho más conservadores, son realidades muy diferentes”.

Ante esto, el llamado que hace el Ceaza a las autoridades es a mantener las medidas paliativas de la sequía. “Hay que pensar también en el largo plazo, que esto no va a terminar y en algún momento va a haber un retorno de la sequía, es una constante, la región experimenta una desertificación y no hay que perder la fuerza y seguir con los programas que existen actualmente”, enfatiza Juliá.