Un símbolo de Punitaqui
La Corporación Patrimonio Cultural de Chile seleccionó el proyecto de minidocumental de Sergio Olivares, “La desaparición de los molinos de viento de Punitaqui”, para su financiamiento. Se trata de una iniciativa que pone a disposición de realizadores locales un aporte concursable, para la realización de cortos documentales de 5 minutos de duración, que rescaten el patrimonio cultural de su propio entorno.
Entre los objetivos se cuentan el fomento de la descentralización de la gestión y la difusión del patrimonio cultural chileno, más su accesibilidad al amplio público y la puesta en valor de la diversidad social , cultural y geográfica. Los trabajos resultantes serán exhibidos en los sitios de internet de 24 horas, la Corporación Patrimonio Cultural de Chile y Chiledoc y emitidos por el canal de cable de 24 horas, a través de cápsulas diarias insertas en la continuidad, durante el mes de septiembre.
El trabajo del cineasta ovallino Sergio Olivares esboza una reflexión histórica de la comunidad de Punitaqui, que ha usado para sus fines agrícolas y mineros el molino de viento. Éste, a su vez, se convirtió en un símbolo del paisaje cultural de la comunidad. Hoy este símbolo está en proceso de desaparición, debido a factores como la sequía y la extracción de mineral en gran escala. Donde el molino antiguamente elevaba las aguas para regar los campos, hoy sólo hay polvo.
Tras conocerse el resultado, Olivares sostuvo que “mi primera impresión es de satisfacción y de que estoy haciendo lo correcto con el patrimonio de la región. Me parece notable que una institución de esas características ponga el ojo sobre este tema, que no está resuelto del todo. Más interesante aún es que mi trabajo en el cine documental traspase los limites de la región, esto es una idea que tengo de que lo local puede ser global, si lo dirigimos de la forma correcta”.
“Es importante que esto se difunda, para que quienes están en lo del patrimonio trabajen con la comunidad en rescatar este paisaje cultural, que está en vías de desaparecer. Recuerda que Don Quijote de la Mancha los llamó gigantes. Deben volver a ser eso, unos gigantes de Punitaqui”, dijo, en alusión a los molinos.
Sobre cómo nació esta idea recordó que “en el año 1997, cuando ocurrió el terremoto, ya estaba filmando el documental del Niño Dios de Sotaquí, que fue mi ópera prima. En ese momento pasé por Punitaqui, para ver los destrozos que dejó el sismo y filmé los molinos, material que quedó archivado, pero lo hice pensando en que en algún momento de mi vida lo usaría para alguno de mis documentales”.
Tras volver este año, Olivares indicó que “me di cuenta de que la gente no tiene agua para que los molinos trabajen y que se están cayendo, otros los venden por chatarra , etc. Y que sólo es una maqueta de paisaje cultural la que esta ahí. Me pareció una aberración cultural lo que estaba ocurriendo”. Así nació el demo que luego ganó el concurso.
