El partido más triste de todos

Nada resuelve ni resolverá jugar un compromiso sin público visitante. Ayer, en el Francisco Sánchez Rumoroso, hinchas granates no asistieron al recinto y eso no ayudó mucho para el espectáculo del fútbol, que por lo demás no fue de los mejores.
El partido más triste de todos
El partido más triste de todos
Muy poco que analizar. Porque más allá del partido, que no fue de los mejores, ayer en el Francisco Sánchez Rumoroso sucedió algo que no debe pasar más en una cancha de fútbol. Es que el no autorizar la presencia de público visitante terminó por matar el espectáculo. Así de simple. Es que la ausencia de hinchas de Deportes La Serena, por esa absurda decisión de no autorizar la presencia de fanáticos visitantes, más allá de que el estadio esté en reparaciones para recibir a las delegaciones que le darán vida al Mundial Sub 17 que comenzará en el mes de octubre, potenció al máximo una decisión que no resuelve ni resolverá nada. Porque ayer en Coquimbo fue egoísta, hasta triste, ver a los jugadores granates festejar el gol, el del capitán Mauricio Salazar, sin poder compartir esa alegría con sus seguidores. Aunque claro, todo se veía diferente, raro, desde el momento en que el conjunto granate saltó al terreno de juego en medio de una pifiadera y donde no supo a quién saludar. Por eso, el clásico, el 112, comenzaba mal. No como todos querían. Como los hinchas añoraban. Si hasta los de Coquimbo no lo pasaron bien. ¿A quién insultaron? A nadie. A los jugadores rivales, quizás, pero también a los propios cuando cometían un error. Entonces, no era lo mismo. Si hasta eso se extrañó ayer en el recinto porteño que tuvo una jornada triste, y donde el fútbol tampoco acompañó de buena manera.
 
MUY POCO. Es que fue muy poco lo que se mostró en los noventa minutos. Aunque claro, en la primera fracción el granate fue mejor. Se puso en ventaja y después manejó de buena manera el partido donde bien estuvo Mario Briceño. Fueron minutos en donde Coquimbo Unido lo pasó mal. Pero todo hasta el empate del Ismael Fuentes, cuando el primer tiempo expiraba. Ahí se fue a negro Deportes La Serena y Coquimbo subió un poco su nivel, más aún con los ingresos de Hernández y Ariel Martínez, que de un tiro libre suyo pudo cambiar el rumbo del partido. Pero su tiro dio en el travesaño y con ello se ahogaba el grito de gol de los casi mil quinientos hinchas presentes en el sector de tribuna. Sí, porque fue el único espacio facilitado para los porteños, para los dueños de casa. ¿Y el resto? Trabajando para usted, como señala el popular letrero.
De todos modos, y sin exagerar, daba la sensación, ya cuando se jugaba buena parte del compromiso, que ambos planteles estaban pensando más en sus duelos correspondientes por el torneo nacional, este fin de semana, que en terminar de buena amanera el clásico. Un pobre clásico que tuvo algo de emoción sólo cuando el partido entraba en sus minutos finales y Deportes La Serena no lo supo liquidar. Porque el trasandino Lucas Campana pudo hacer el gol de su vida, el del triunfo, el del desahogo, pero en el partido más triste de todos.
 
 
Granates: es el camino 
••• El técnico granate, Luis Musrri, tras el final del partido, y muy conforme con el juego mostrado por sus dirigidos, contó que “con la situación nuestra y como estaba Coquimbo Unido, un empate era bueno, pero me parece que el trámite del partido pasó nuevamente por Deportes La Serena y nos faltó poder de gol. Pero fue un partido bueno para nosotros, ya que nuestra idea es poder repetir lo que hicimos hoy (ayer) en el torneo”.
Luego, contó que “el equipo no ha variado mucho, salvo con Deportes Copiapó, donde hicimos varias modificaciones, pero el equipo jugó de la misma manera, lo que habla bien porque se está tomando una identidad y quedó demostrado hoy (ayer) ante un buen rival”.
pensando ya en la cancha...
 
La cancha
••• No muy conforme quedó Víctor Hugo Castañeda tras el empate con el granate, “ya que no hicimos un buen partido y eso fue mérito también del rival. Nosotros sentimos el cansancio porque siento que nos pasa la cuenta entrenar en una cancha sintética y luego jugar en pasto natural, donde el agarre es muy distinto. Pero es un dato más del problema, puesto que no jugamos bien y creo que en líneas generales no merecimos ganar”.
No obstante, el técnico pirata dijo que “ahora tenemos que pensar en San Felipe, y en una serie de situaciones que se vienen, porque dicen que lloverá y el estado de la cancha de La Pampilla no es de las mejores...”