La Serena y Coquimbo crecen, pero en desorden

Los planes reguladores de ambas comunas se encuentran en etapa de revisión en el Ministerio de Vivienda y Urbanismo desde hace tres años, y las autoridades comunales piden acelerar los procesos ante las problemáticas existentes. Mientras, el sector inmobiliario también espera por una renovada planificación para ejecutar nuevos proyectos.
domingo 07 de agosto de 2016

Un desordenado crecimiento urbano propiciado por la carencia de planes reguladores actualizados experimentan las comunas de Coquimbo y La Serena, arrastrando con ello desde hace años una serie de problemáticas de planificación territorial ante la falta de un instrumento que determine efectivamente el uso de los suelos disponibles.

Un ejemplo claro de ello es la comuna puerto, cuyo Plan Regulador Comunal (PRC) vigente data del año 1984  y se encuentra totalmente obsoleto. Ante ello, desde 1997 la Secretaría Regional Ministerial de Vivienda y Urbanismo, junto a la municipalidad de Coquimbo, han tratado de actualizar la normativa sin llegar a concretar el proyecto.

Como consecuencia de ello, la dinámica de crecimiento no se supedita a directrices claras, donde la carencia de suelo urbano disponible y el aumento considerable de la población son la tónica. Esto genera que la comuna de Coquimbo se expanda mediante el cambio de usos de suelo hacia el sector rural, con las consecuencias negativas que esto conlleva; lo que también se expande al borde costero.

Ejemplo de esto último es la pérdida y destrucción de las dunas de La Herradura ante el crecimiento inmobiliario y habitacional del sector, sumándose a ello la serie de poblaciones aledañas como El Panul, La Rinconada y El Sauce, que se desarrollaron como zonas urbanas de manera irregular y con una serie de carencias sociales, como el acceso a servicios básicos y conectividad. 

Así y ante la falta de una regulación urbana actualizada, las inmobiliarias generaron proyectos habitacionales de forma explosiva durante los últimos años, bajo la antigua norma existente. A ello se agrega la subdivisión indiscriminada de predios rurales hasta los 5 mil m2 y sin la necesidad de urbanización, lo que produce un desarrollo al margen de la planificación y con costos a futuro que recaen finalmente en el Estado y las municipalidades.
El caso de La Serena no es muy distinto, pues si bien posee un PRC actualizado al año 2004, este instrumento fue transformado por una serie de procesos para cambiar los usos de suelo que permiten el desarrollo urbano, pero efectivamente sin una clara mirada de futuro.

Así, el no contar con un Plan Regulador Comunal actualizado permite, por ejemplo, que el crecimiento no considere la vialidad requerida para el desarrollo armónico y sustentable de La Serena, e impide exigir la construcción de las vías proyectadas conjuntamente con los nuevos loteos emplazados en nuevas áreas. 

Esto genera que con la expansión y densificación en marcha se agudicen los problemas existentes, como el incorrecto uso de suelo en términos de la existencia y localización de las actividades productivas y servicios, la carencia de conectividad y, lógicamente, la segregación socio-territorial.
A ello se agregan las “tomas” de terrenos en las periferias de las comunas, lo que en La Serena se aprecia en el sector Las Compañías, que hoy agrupa al 60% de la población comunal total. 

ADMINISTRACIONES COMUNALES 

Lo expuesto anteriormente es admitido por las autoridades comunales de Coquimbo y La Serena, ya que los municipios desde hace tres años buscan conseguir la aprobación de sus nuevos planes reguladores por parte del Ministerio de Vivienda y Urbanismo y hasta hoy solicitan adecuaciones al instrumento para su perfeccionamiento. Posterior a este trámite, los PRC deben contar con la venia del Gobierno Regional y Contraloría, cuyo proceso da cuenta de la excesiva lentitud en los procesos  administrativos, lo que recibe críticas directas.

Desde la comuna puerto analizó la situación actual el secretario comunal de Planificación, Luis Henríquez, quien consignó que “el Ministerio de Vivienda y Urbanismo nos devolvió el expediente con algunas observaciones en marzo, tras haberlo reingresado ya en diciembre del 2015. Eso se corrigió y durante esta semana se reingresará otra vez. De allí, el MINVU tiene 60 días para pronunciarse. Posteriormente, el Gobierno Regional lo tendrá 30 días y finalmente va a la aprobación de Contraloría. Pero el proceso tarda bastante  inexplicablemente y genera  los serios problemas que arrastra la comuna desde hace años respecto  de su desarrollo”, afirmó.

Pero el SECPLAN también quiso hacer público su malestar y aseveró que “ante la tardanza administrativa para dar paso al plan regulador, de una u otra manera pareciera que hay muchos actores sociales y privados (inmobiliarias) a los que les interesa que exista un desorden en materia territorial, ya que cuando generas normativas en densidades, preservas el medio ambiente y cuidas el patrimonio, no es tan fácil obtener la rentabilidad que hoy dan los loteos que proliferan indiscriminadamente con el cambio de uso de suelo”, concluyó.  

En tanto, en la comuna de La Serena, fue el alcalde Roberto Jacob quien se refirió a la necesidad de contar en el corto plazo con la actualización del plan regulador vigente, y manifestó que “hoy contamos con un plan regulador que juega en contra, ya que no podemos regular lo que queremos en este momento. Buscamos que exista un crecimiento ordenado y acorde con la ciudad, pero esto no sucede y se sigue avanzando en base a la antigua herramienta, que hoy no tiene vigencia con la realidad”, señaló.

Ante ello, Jacob precisó que “el regulador es la herramienta que permite dar orden a la comuna y la demora en su aprobación nos perjudica muchísimo. Así, el problema hoy es la construcción explosiva y por la cual se pierde mucho terreno agrícola, que mediante el cambio de su uso de suelo da paso a nuevas construcciones”, finalizó.

VISIÓN DEL SECTOR CONSTRUCCIÓN E INMOBILIARIO 

Lo señalado por las autoridades comunales se puede interpretar bajo la lógica de una crítica al desorden territorial propiciado por la carencia de planes reguladores actualizados que, aseguran, permite el desarrollo indiscriminado de loteos inmobiliarios bajo la norma del cambio de uso de suelo, que, insisten, afecta el correcto desarrollo urbano actual y proyectado a futuro.

Ante ello, desde el sector de la construcción inmobiliaria afirman que la responsabilidad de realizar un correcto trabajo técnico para dar paso a actualizados planes reguladores recae en los municipios como autoridades competentes, y aseveran que no cabe responsabilizar del desorden territorial al desarrollo de proyectos, que con el correr de los años se ejecutaron dentro de la normativa vigente.

Al respecto se refirió el presidente de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) de La Serena, Martín Bruna, quien indicó que “no estamos de acuerdo con los municipios, ya que las inmobiliarias no nos mandamos solas y menos trabajamos fuera de la norma vigente, considerando que las direcciones de Obras velan por ello. Lo que sucede es que los instrumentos de planificación que tenemos actualmente están caducos, y no recogen la realidad actual del crecimiento de las ciudades; allí radica el problema”, precisó. 

Bruna también se refirió a los dichos del SECPLAN de Coquimbo, que apuntan hacia la posible existencia de presiones del sector inmobiliario para entrampar la pronta aprobación de las actualizaciones de los planes reguladores en las instancias pertinentes. 

“Eso es falso. Las trabas que existen radican en que los planes reguladores ingresados no cumplen con las exigencias de la autoridad. No se pueden atribuir a las inmobiliarias las deficiencias de las personas que están a cargo de conformar estos instrumentos, y además, los municipios hoy tienen cómo imponer restricciones a las construcciones en los sectores que lo estimen pertinente”, concluyó Martín Bruna, presidente de la CChC de La Serena. 

A estos dichos se sumó Jorge Páez, gerente general de la inmobiliaria Elqui, quien consignó que “lo que sucede en Coquimbo es distinto a lo de La Serena. En la capital regional aún tenemos espacios para poder desarrollar proyectos, y están regulados. Pero la comuna puerto no, y se ha desarrollado en base al cambio de uso de suelo en muchos sectores, como Sindempart Alto, Huachalalume y San Ramón”, destacó.

Ante esto último, Páez apunta  a mejorar los planes reguladores, y asegura que el sector inmobiliario no frena la actualización de los instrumentos de planificación, sino al contrario, está a la espera de contar con ellos para continuar potenciando el desarrollo de proyectos. 
 
MINVU

Si bien existe la urgencia de contar con planes reguladores actualizados en Coquimbo y en La Serena, desde el Ministerio de Vivienda y Urbanismo señalan que la aprobación de estos instrumentos conlleva un proceso metódico que se debe seguir, y que permitiría recién a las comunas contar con ellos en un par de años. 

“Los reguladores de ambas comunas están en una etapa bastante avanzada. En Coquimbo se están incorporando las últimas observaciones del proyecto tras surgir indicaciones y será reingresado a revisión nuestra, seguido del Gobierno Regional y Contraloría. Lo mismo sucede con La Serena”, detalló el seremi de Vivienda y Urbanismo, Erwin Miranda.

No obstante, respecto a los plazos para contar con los planes reguladores vigentes, la autoridad regional del MINVU consignó que “dar una fecha es aventurarse a entregar plazos, ya que son varias instancias las que debe pasar el plano regulador. Pero queda un tramo relevante aún, que es caminar en ambos planos reguladores, que puede llegar a un par de años; pero nada es lineal”, concluyó.

Así, de lo expuesto por Erwin Miranda, se puede inferir que el crecimiento urbano descontrolado en Coquimbo y La Serena, seguirá siendo un dolor de cabeza por un considerable tiempo más.