luis alberto roldán, padre de marco roldán, desaparecido en Paihuano

Caso Marcos Roldán: Familia confirma nueva fecha en la que se retomará búsqueda del joven

El padre del joven argentino desaparecido en un cerro de la comuna de Cochiguaz el año 2013, cree que no hubo un accidente detrás de lo ocurrido, apuntando a una eventual participación de terceras personas en el hecho.
viernes 13 de octubre de 2023

En entrevista telefónica desde Argentina con El Día, Luis Alberto Roldán, padre de Marco Roldán, joven trasandino desaparecido en enero del año 2013 tras escalar el Cerro Cancana en la comuna de Paihuano, reiteró su teoría en la que sostiene que en la desaparición de su hijo hubo participación de terceros.

Y si bien, afirmó que aún mantiene la esperanza de encontrarlo, explicó que el fiscal regional, Adrián Vega, - con quien mantiene contacto permanente - le informó  del aplazamiento del reinicio de la búsqueda del joven argentino.

-En el mes de abril, la Fiscalía de la Región de Coquimbo anunció que retomarían la búsqueda de su hijo Marco. ¿Le han informado qué ocurrió con esa determinación?

“Sí. Siempre estamos en contacto con el fiscal Adrián Vega que nos  mantiene en comunicación, y nos dijo que se iba a hacer una búsqueda después del invierno. Después se postergó para el mes de octubre y ahora, hace unos días, nos avisaron que por los Juegos Panamericanos que están en Chile, tenía problemas para convocar a las policías del sector, porque estaban ocupadas con ese tema y lo ha pasado para el mes de noviembre”.

-¿Se les informó que el fiscal regional lideraría un equipo especializado de la PDI que se concentraría en dos áreas de interés para la investigación?

“En realidad, no nos lo dijo en particular como usted lo está mencionando. Sabemos que él trata de conseguir equipos especializados y la idea era también contar con el equipo que encontró al  astrónomo inglés (Thomas Marsh). Por eso justamente nos fue pidiendo que tuviéramos paciencia, porque también en algunas oportunidades nosotros le dijimos que se nos había pasado el año y no habíamos tenido ningún avance y por eso nos pidió paciencia. Porque le costaba conseguir los equipos y la idea es llevar un grupo importante con numerosa gente para buscar en distintas zonas, abarcar un campo más grande de acción”.

-El caso de su hijo sigue abierto en la justicia chilena con dos líneas investigativas: que haya sido un accidente o que hayan intervenido terceras personas.  ¿Qué creen ustedes que sucedió?

“Siempre uno como papá, y mi esposa también, que siempre estamos pendientes, tenemos la esperanza de que podamos encontrar a Marquito. Primero, encontrarlo con vida, que es nuestro deseo de padres, por el amor, por el cariño de familia. Pero pasó mucho tiempo y no nos resistimos a pensar que pudo haber pasado algo, pero queremos encontrar su cuerpo. Lo del accidente lo vemos un poco distinto. No pensamos qué tanto tiempo y en tantas búsquedas que hicimos, estuvimos mucho tiempo en la zona y mi esposa se quedó a vivir ahí hasta el 2019. Se hicieron varias búsquedas, intervino mucha gente, intervino gente incluso de Argentina como los Cascos Blancos. Hubo equipos especiales y pensamos que, por el hecho de no encontrar nada, me parece que  debe haber habido intervención de terceras personas, porque no encontramos nada de Marquito. Sólo una cámara que mi esposa encontró en una camioneta de una familia que es del sector, pero que desgraciadamente nunca se pudo ubicar y demoraron mucho para hacer una investigación al respecto. Y en cuanto se quiso hacer los resultados no fueron buenos o no había testimonios de qué pudo haber pasado con esa cámara. El hecho de no tener nada de Marco, nada, porque, ¡cómo puede ser que un joven, un turista argentino suba un cerro en Chile y no haya nada! Eso no podemos entenderlo. Es algo que no nos permite entender qué pudo haber pasado. Pero repito, creo que pudo haber la intervención de terceras personas”.

APOYO DE LA FISCALÍA

-Cómo familia, ¿piensan que no se ha hecho todo lo necesario?

“Siempre hemos recibido de parte del fiscal Adrián Vega apoyo. Desde que él está en la causa siempre hemos visto que ha tratado de hacer las diligencias que corresponde. Pero lógicamente como padres, como familia y ante la ausencia de datos concretos, pensamos que sí hace falta dedicarse más. Hace falta hacer una investigación más profunda, porque siempre quedaron muchos elementos que investigar. Nosotros con mi esposa (Cándida Guzmán) hemos leído la causa. Siempre estamos muy en contacto con el fiscal y siempre han quedado muchas actividades por hacer. Entendemos también que el paso del tiempo dificulta todo esto. Entendemos que habría que haber hecho más cosas para poder encontrar a nuestro hijo”.

LAS DUDAS

-¿Tienen dudas sobre el ciudadano francés que estuvo con Marco?

“La duda que tenemos, y especialmente mi esposa, es porque  primero, llegó muy rápido a la zona a encontrarse ahí con los chicos, a instalar su carpa justo al lado. Después él se retira muy rápido y eso llama la atención, y las declaraciones de él fueron a través de medios electrónicos o comunicaciones. Sé  que lo quisieron traer en alguna oportunidad, pero tuvimos mala suerte. El fiscal estuvo a punto de traerlo, eso fue justo para el mes de octubre de 2019 cuando hubo el estallido social en Chile. Después, por el tema de la pandemia en 2020 tampoco se pudo. La verdad es que tuvimos mala suerte. Pero siempre pensamos que él debería tener más elementos para aportar a la causa, y yo en lo personal pienso que pudiera haber aportado algo. Pienso que él pudo haber visto algo. Por eso no entiendo cómo no apoyó más, que esa misma noche no quiso salir a buscar y al otro día también. Le pidieron los Carabineros y el amigo de Marco que estaba con él y un lugareño le pidió que les ayude a buscarlo y dijo que no, que estaba cansado. La verdad es que me llamó la atención, porque normalmente personas que son senderistas, que suben cerros, que hacen ese tipo de actividades, son muy solidarios entre ellos. Se había perdido un compañero de viaje y nos quedó esa imagen que él es muy poco lo que nos apoyó y no sé si, directamente, tiene algo que ver con la desaparición de mi hijo. Pero algo vio de lo que pudo haber pasado”.

DESTRUIDOS POR El DOLOR

-¿Cómo han podido sobrellevar estos años de incertidumbre y dolor?

“Es muy difícil. La verdad es que estamos destruidos. Mi esposa está con problemas de salud importantes, graves, con problemas al corazón. Yo también con depresión, con problemas anímicos, toda la familia. Nuestros otros hijos Iván y Cristian, nuestro nieto Arion. Todos, porque cuando te pasan estas cosas, te pasa una tropadora por la vida y te deja como que la vida se para en ese momento. Para nosotros, estos más de diez años que llevamos en la búsqueda, es como si no hubiese pasado el tiempo, estamos siempre pendientes y es muy difícil lograrlo. Nuestra vida ha cambiado totalmente. Somos personas que ya no disfrutamos de nada, porque nuestro hijo no está con nosotros y no sabemos qué pasó. Esa incertidumbre, como tú lo has dicho, es terrible. Nosotros somos creyentes y pensamos que sí pudo haberle pasado algo, pero queremos encontrar su cuerpo y eso es lo que no te deja vivir en paz. No tener ningún resultado de todos estos años de búsqueda, de espera”.

EL ÚLTIMO RECUERDO

-¿Cuál es el último recuerdo que tiene de su hijo?

“Siempre fue un chico muy alegre, muy buen hijo, buen compañero. Siempre pendiente de su mamá y cada dos días nos comunicábamos y fue justamente ese 4 de enero de 2013 que nos comunicamos con él  e incluso quedó una imagen. Él usaba skype, la comunicación que se usaba en ese momento y desde un pueblo que hay abajo, en Cochiguaz y él está en una posta de comunicación. Y esa imagen me quedó de él, mirando la cámara, sonriendo, la imagen de una persona buena. Un buen amigo, buen hijo, un chico excelente, con una vida por delante y con mucho entusiasmo de hacer cosas, de compartir. Le faltaban unas materias para recibirse de ingeniero y me recuerdo haberle dicho, ‘Marco, por qué no terminás tu carrera’ y me dijo ‘yo la voy a terminar, pero quiero hacer mi viaje este, que es el viaje de mi vida antes de cumplir los 30 años’. Él tenía 29 años. Invitó a su novia también a acompañarlo en el camino, pero no pudo ella viajar por cuestiones laborales y me dijo que su intención era hacer este viaje recorriendo América, que esa era la intención y comenzar por Chile, porque nosotros estuvimos viviendo allá en alguna oportunidad cuando era niño. E incluso él tenía amigos en Los Andes. Ellos cursaron en el Colegio de los Maristas unos años de primaria que fue cuando estuvimos ahí trabajando. Entonces es la imagen de un chico con ganas de vivir, de conocer el mundo, de salir, y con buenas intenciones. Estuvo ayudando en Un Techo para Chile en Santiago y después estuvo en una huerta solidaria en Pisco Elqui también, donde un día un niño se me acercó y me dijo que  mi hijo le había enseñado a germinar unos porotos y que pronto lo iba a encontrar. Eso fue en el mes de enero justamente del 2013, cuando nosotros estuvimos ahí en Cochiguaz”.