Eje Varela-Videla, un revolucionario plan de conectividad

Sin lugar a dudas, el proyecto de conectividad vial más importante para la ciudad de Coquimbo en los últimos 20 años es el denominado “Eje Varela”, consistente en cuatro etapas claramente definidas y su conexión con Avenida Videla, lo cual ha cambiado radicalmente el aspecto en el ingreso a la ciudad y espera continuar con su última etapa durante este año.

En los inicios de esta iniciativa, emblemáticas construcciones fueron expropiadas, entre ellas el Teatro O’Higgins, parte importante de la historia del puerto, el sector llamado Punta de Buque, el ingreso de Varela, la Segunda Comisaría de Carabineros y el conocido local nocturno “1621”, junto a otros 57 inmuebles. Así, el progreso pasó su cuenta y se inició la esperada reestructuración y ordenamiento de la zona céntrica, generando un eje que conectará la Ruta 5 Norte con el terminal portuario.

La iniciativa bordea una inversión total de 24 mil millones de pesos. En su primera fase, ejecutada en la mencionada Avenida Videla y habilitada el año 2010, involucró un costo de $3.900 millones. Luego se mejoró el sector de acceso al puerto por otros $2.000 millones, obra entregada en el 2012.

En tanto, en Avenida Varela se invirtieron algo más de 10 mil millones de pesos, de los cuales más de 7 mil fueron utilizados en expropiaciones. Actualmente los plazos de entrega están cumplidos y sólo se ejecutan terminaciones, según informaron desde la constructora Trébol, a cargo de las faenas. No obstante, la tercera etapa de este proyecto es una obra considerada estratégica por el municipio de Coquimbo, debido a la ejecución de importantes edificaciones en esta arteria.

Respecto a ello, Luis Henríquez, secretario de Planificación Comunal, indicó que “los proyectos de conectividad vial en ejecución y considerados a futuro para la comuna han sido planificados desde un punto de vista estratégico muy claro. Por un lado está el hermosear y realizar mejoras en el tránsito vehicular hacia la ciudad de Coquimbo y la zona portuaria. No obstante existen otros aspectos a considerar, que no son menores.

“Con la obra de Avenida Varela, queremos poner en valor a todo este sector, donde se desarrollarán importantes obras, como el edificio consistorial próximo a iniciarse, los trabajos de construcción y el esperado centro comercial. Lo anterior, junto a la proposición realizada a los comerciantes y propietarios de los inmuebles, consistente en girar sus frontis hacia Varela, con el fin de ofrecer un orden de los recintos comerciales y a su vez potenciar toda la nueva zona”, indicó el jefe Secplan.

Lo anterior fue ratificado por el alcalde de Coquimbo, Cristian Galleguillos, quien indicó que “pretendemos que Avenida Varela se convierta en el núcleo de la zona comercial de nuestro Coquimbo y donde el edificio municipal encabece este desarrollo, buscando a su vez disminuir la carga que posee calle Aldunate, donde tenemos un importante proyecto para semipeatonalizar esta arteria, de la mano de la construcción de estacionamientos subterráneos, tan necesarios para nuestra ciudad.

“En nuestra gestión queremos alcanzar un desarrollo óptimo de la comuna y en ese aspecto continuamos trabajando firmemente en una serie de otras iniciativas, como el enlace Juan Antonio Ríos y la reanudación de los trabajos en La Cantera. Debemos contar con una red vial capaz de absorber la demanda existente y a su vez permitir que la actividad portuaria se desarrolle como lo viene haciendo”, señaló el edil porteño.

Hagamos historia

Coquimbo es puerto y por ello cuna de muchas historias, por lo cual acceder a literatura que traiga al presente estos momentos es esencial. Por lo cual, al concurrir a la Biblioteca Municipal de la ciudad, encontramos un libro llamado “Tradiciones y Episodios de Coquimbo” (1991), escrito por Pedro Álvarez, de profesión docente, donde se plasman importantes hitos.

Así nos adentramos en un mundo de anécdotas y relatos, pero nos abocamos a la Avenida Varela, la cual inicialmente era conocida como “barranco del mar”, donde poco había de calle, ya que se imponía el rocoso Cerro La Cruz, a unos 80 metros sobre el nivel del mar. Por el año 1850, se situaron en este lugar los hornos de fundición de cobre, y más tarde, por el año 1945, “a punta de chuzo y pala” se comenzó a demoler el cerro, cuya roca se convirtió en el terraplén de la línea de tren ubicada en la zona costera. Ya en 1948, se dinamitó paso a paso.

En el caso del Teatro O’Higgins, al frente de la Plaza de Armas y a un costado de calle Lastra, el texto indica que se construyó por el año 1917 bajo el nombre de “Cine Apolo” y de propiedad de los hermanos españoles Andrés y Buenaventura Juliá, para, en 1927, pasar a denominarse Teatro Victoria hasta que en 1950 pasó a tener su último nombre.

Sobre los locales de la bohemia porteña, subraya que “los prostíbulos han estado desde siempre en Coquimbo”, pero que a partir del año 1930 las autoridades ordenaron que se ubicaran en un terreno que en ese entonces era periférico. Explica que de ahí se explica que hayan denominado como Calle “Sola” y Calle “Recreo” la zona donde comenzaron a atender a su público.

Recuerda nombres como “21 de Mayo”, “El Imperio”, “Río de la Plata”, que con los años fueron desapareciendo, pero sin duda el local que más ha quedado en la memoria colectiva es el “1621”, por su larga trayectoria.
Para finalizar, la calle Varela antes de la década del 70 estaba a pasos de la denominada popularmente como “La Poza de Coquimbo”, pues todo el terreno donde hoy está el Parque O´Higgins o el Rodoviario, había agua de mar, de hecho, dice que cuando se construyó el terminal de buses se encontró una cueva del pueblo originario de los changos.

Salto al futuro

Una vez entregada oficialmente la tercera etapa del eje Varela-Videla en la ciudad de Coquimbo, se gestionarán los recursos vía GORE para la ejecución de la cuarta etapa, que involucra la interconexión de la zona centro con la Parte Alta de la ciudad, a lo cual se sumará la peatonalización de calle Aldunate, lo cual será prioridad para el municipio este 2014.

La etapa final, en detalle, pretende la construcción de una doble vía entre el acceso al puerto hasta Melgarejo, cruzando Aldunate (que se convierte en una vía), continuando hasta Regimiento Coquimbo y Latorre. Asimismo, se estipula la pavimentación del tramo de las calles Julio Torres y la Parte Alta por $187 millones (entre Sargento Aldea y El Canelo), así como el mejoramiento de calle Aníbal Pinto, desde Enríquez hasta Bilbao.

Para lo anterior, además se pretende considerar dos vías de uso peatonal exclusivo y otras calles de uso compartido con los vehículos, en el sector del centro porteño. Las vías exclusivamente peatonales serán Melgarejo y Aldunate, además de Lastra, en tanto que las vías semipeatonales o compartidas son perpendiculares.

Sobre los próximos pasos a seguir para ejecutar los proyectos pendientes, Luis Henríquez, jefe de Secplan de Coquimbo, expresó que “los antecedentes que poseemos en la actualidad es que la etapa del eje Varela en fase terminal se entregaría en el corto plazo. Así para este año pretendemos gestionar la realización de la cuarta etapa del proyecto que significa la conexión de la parte céntrica de la ciudad con los sectores altos.

“Respecto a los recursos, estos son sectoriales y se encuentran en el marco del convenio de programación existente entre las instituciones públicas, los cuales entendemos están ratificados, por lo que durante el nuevo Gobierno debemos confirmar la asignación de estos, que esperamos realizar sin inconvenientes y siendo prioridad. La quinta etapa consideramos que será factible para el 2015”, precisó Henríquez.

Rescate de las fachadas

••• Pronto a la entrega de la tercera etapa de eje Varela-Videla, surgen dudas de parte de la Cámara de Comercio local y organizaciones sociales, acerca de la imagen que tendrá la nueva vía de acceso, principalmente en los terrenos expropiados, cuyo hermoseamiento debería ser implementado por los particulares propietarios, lo cual no ha sido dilucidado, según afirman.

Ante lo expresado por la comunidad, Luis Henríquez, secretario de Planificación Comunal, precisó que “se había acordado con el Gobierno anterior postular la remodelación del eje Varela a un Fondo Urbano Compartido, que es una línea de financiamiento del Minvu para mejorar espacios públicos en conjunto con el sector privado, lo que se retomará. Respecto a las construcciones y fachadas de recintos éstos deben ser arreglados por particulares, no nos corresponde”.