"yo aprendo de la fuerza de la gente"

El destacado artista serenense, ganador del Concurso Nacional de Composición Musical Luis Advis 2014, lanzará su disco el próximo miércoles 18 de mayo en el Centro Cultural Palace de Coquimbo, con entrada liberada.
Además de tocar, Orlando se dedica a realizar clases como académico adjunto del Departamento de Música de la Universidad de La Serena. Asimismo, es parte del destacado grupo regional Los Changos.
Además de tocar, Orlando se dedica a realizar clases como académico adjunto del Departamento de Música de la Universidad de La Serena. Asimismo, es parte del destacado grupo regional Los Changos.
sábado 14 de mayo de 2016

“Very Chilean” se llama el nuevo trabajo del compositor Orlando Sánchez Placencia, destacado músico regional que hará el lanzamiento la próxima semana en el puerto. De eso y mucho más conversamos con el ganador del Concurso Nacional de Composición Musical Luis Advis, categoría folclórica año 2014, organizado por el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA).

-En primer lugar, quisiéramos saber cuándo fueron tus inicios en la música. ¿Tuviste algún tipo de formación académica o eres autodidacta?

“Comencé a los 11 años a jugar con la guitarra, porque parte de descubrir la música es el juego. A los 14 estudié con don Régulo Gayoso, quien me enseñó a leer partituras, técnica, guitarra clásica. Mis últimos maestros fueron John Psathas y Jack Body en Nueva Zelanda. Postulé a una beca para estudiar composición con ellos que no me gané, pero como les gustó mi música me becaron ellos mismos. Ellos son gente muy importante, compositores de nivel mundial, el primero compuso la música de las Olimpiadas de Atenas 2004, entre otras cosas; el segundo fue su maestro, especialista en composición multicultural”.

- ¿Cuáles serían tus influencias musicales?

“Soy muy influenciable, hay muchas cosas buenas en el mundo que me llaman la atención y de las que aprendo y no necesariamente cosas musicales. La fuerza de la gente, sus luchas por causas justas, como en Chiloé o el apoyo y amistad de las comunidades vecinales, esas son las cosas que para mí tienen mayor valor, y que me motivan a entregar mi oficio que es la música”.

- Háblanos de tu etapa tocando en el Club de Jazz de Coquimbo.

“Fue hace muchísimo tiempo, no existía el Barrio Inglés, toqué como 2 años ahí. Aprendí mucho, sin duda, y fue como un rodaje bien bueno para mí que sabía bien poco. Aprendí mucho tocando con músicos como Raúl López, “Lobito”, un tremendo saxofonista. De un momento a otro me sentí muy distante de todo ese mundo, el jazz, la oscuridad, no me representaba y ahí me interesé por profundizar en las raíces, la naturaleza, buscar esa música”.

- Danos detalles de lo que es tu trabajo como parte del grupo Los Changos.

“Los Changos es un grupo muy importante para mí, pasamos de ser una banda universitaria con pretensiones de rockero, a ser una verdadera familia con mucho cariño y una vida creativa incesante. La naturaleza siempre ha sido nuestra principal influencia, el reconocernos como parte de un ecosistema particular con una herencia indígena importante. Siempre hemos hecho música que queremos escuchar, pero que no existe, muchas experimentaciones y hemos llegado a ambiciones creativas complejas. Lo diaguita, lo mapuche, lo surandino, el rock y la sicodelia, es lo que siempre hemos hecho. Somos todos muy amigos y frecuentemente nos juntamos”.

- ¿Qué nos podrías contar del álbum “Antijazz”, con quiénes tocaste y cómo fue que decidieron grabarlo en un observatorio?

“Antijazz es un disco que grabamos en vivo en el observatorio astronómico Cruz del Sur de Combarbalá, finalizando una gira que incluyó los observatorios Mamalluca y Collawara. Ahí toca Polyana Brehmer (viola), Jimmy Campillay (aerófonos diaguitas), Patricio Aravena (bajo), Raúl Ramos (batería) y yo en guitarra eléctrica y guitarrón chileno. Fue grabado a fines del 2011 y buscamos hacer una música que fuera como las ‘anticuecas’ de Violeta Parra, pero incorporando otros instrumentos e improvisación. Grabarlo al aire libre, en la punta de un cerro, con tremenda vista, influyó más que positivamente en el resultado, y fue pensado así porque la música está muy relacionada con esos paisajes y con los cielos estrellados. Diego Bustos llevó su estudio de grabación completo, por lo que el resultado tiene una calidad sonora espectacular”.

- Cuéntanos detalles del próximo lanzamiento acá en la región.

“Será un concierto épico, con diez musicos en vivo: Polyana Brehmer, Milén Godoy, Paulina Elgueta, Gonzalo Escuti, Jorge Aguirre, Raúl Véliz, Gerardo Toro, Cristóbal Osses, “Farolito”, Javier Tapia, “Cazurro”, y yo mismo; más el arte visual de Jorge Chávez y Ricardo General. Mostraremos en vivo por segunda vez nuestro disco ‘Very Chilean’, cuya grabación fue financiada por el Fondo Nacional de la Música, y cuyo estreno en vivo fue en el Festival de las Artes de Valparaíso este verano. Es un concierto muy entretenido, dinámico y educativo, donde pasamos desde el canto a lo humano al ritmo contagioso de los chinchineros, pasando por la cueca, la improvisación y lo sutil de la música de cámara. Por supuesto todo desde un punto de vista más contemporáneo, con batería, arreglos de cuerdas, electrónica, sonoridades que hacen volar la imaginación. El miércoles 18, a las 20:00 horas, en el estupendo Centro Cultural Palace de Coquimbo. La entrada es liberada y es un concierto apto para todo público”.

-¿Qué significó para ti ganar el premio Luis Advis?

“Fue un momento muy importante para mí. Uno como artista regional siempre lucha contra los prejuicios, incluso en la misma región, contra una tendencia a minimizar nuestro trabajo sólo por el hecho de ser de acá. Se nota en las contrataciones de artistas emergentes de afuera, en la tribuna que les dan, en lo que les pagan, y las condiciones que se nos ofrecen a los de acá. Con este premio me pasó que se validó mi trabajo, que a pesar de ser regional, era irrefutable que había ganado el premio nacional y ahí se me presentaron muchísimas opciones de trabajo en buenas condiciones”.