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¿Qué? Mujer compró jarrón de 4 mil pesos en EEUU y nadie sabía que era una reliquia maya de 1.200 años

El Gobierno mexicano logra repatriar 20 objetos culturales antiguos desde Estados Unidos, incluyendo un jarrón maya de más de 1.200 años de antigüedad adquirido por solo 3,99 dólares en una tienda de segunda mano cerca de Washington D.C.
lunes 01 de julio de 2024

El Gobierno mexicano logró la repatriación de 20 objetos culturales antiguos, encontrados en Estados Unidos, entre los que destaca un jarrón maya de más de 1.200 años de antigüedad. Esta reliquia fue adquirida por tan solo 3,99 dólares (cerca de 4 mil pesos chilenos) en una tienda de segunda mano cerca de Washington D.C. (Estados Unidos) hace cinco años.

El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) anunció a finales del mes pasado que entre los objetos recuperados se incluyen platos y cuencos centenarios, así como figuras esculpidas pertenecientes a las culturas azteca, totonaca y teotihuacana.

Según un reportaje de la televisión de Washington D.C., el jarrón maya fue comprado por Anna Lee Dozier, una residente local, en un estante de liquidación de una tienda de segunda mano.

Inicialmente, Dozier pensó que el jarrón era una rústica réplica, pero tras un viaje a Ciudad de México a principios de este año, decidió notificar a la embajada de Estados Unidos en el país latino sobre la posibilidad de que tuviera un artefacto auténtico.

Mujer encuentra auténtico jarrón maya en tienda de segunda mano

El INAH indicó que el jarrón probablemente fue fabricado durante el apogeo clásico de la civilización maya, entre 200 y 800 d.C. La pieza es una vasija policromada, decorada con glifos ornamentados y figuras sentadas de perfil que gesticulan con las manos.

De acuerdo con Deutsche Welle, se estima que proviene del sureste de México y data de entre 1.200 y 1.800 años, situándose en el período clásico maya, una era de grandes logros en matemáticas, astronomía y arte, que eventualmente declinó debido a sequías, conflictos internos y la conquista española.

Dozier entregó el jarrón a las autoridades mexicanas en Washington, expresando que “creía que la pieza histórica debía regresar a su país de origen”.

La mujer mostrando su alivio al afirmar que “estaba petrificada de que después de dos mil años fuera yo quien lo destrozara”, refiriéndose al peligro que corría el jarrón en casa con sus dos hijos pequeños.

La repatriación de estos objetos representa un esfuerzo significativo por preservar y recuperar el patrimonio cultural mexicano. Estos artefactos, ahora de vuelta en su lugar de origen, permitirán a las generaciones futuras aprender sobre las civilizaciones que habitaron el territorio mexicano hace miles de años.