Llegada de “La Niña” preocupa a expertos ante probabilidad de invierno más “seco” en la zona

La llegada del fenómeno de La Niña a Chile durante la temporada de invierno ha generado preocupación entre los expertos debido a la posibilidad de una reducción significativa en las precipitaciones.

La Niña, caracterizada por la disminución de las lluvias, podría afectar la región de Coquimbo y el resto del país en los próximos meses. Sin embargo, es importante destacar que el otoño y el comienzo del invierno de 2024 fueron inusualmente lluviosos.

Muchas comunas en la región de Coquimbo y otras partes de Chile registraron un superávit en las precipitaciones, marcando uno de los periodos más húmedos en años recientes.

Pese a este antecedente positivo, la preocupación persiste. La posibilidad de una disminución en las lluvias podría impactar negativamente en la agricultura, el abastecimiento de agua de embalses y la sequía de años que afecta a la región.

Sin embargo, en lo que va de este 2024 ha sido por lejos, uno de los años más lluviosos de los últimos tiempos. En comunas como Monte Patria, Salamanca y Los Vilos se han registrado altísimos montos de precipitaciones en lo que va del año (cerca de 300 mm), mientras que en la conurbación La Serena y Coquimbo, los montos superarían los 100 milímetros.

‘DÉFICIT DE PRECIPITACIONES’ Y ‘OLAS DE CALOR’

En conversación con El Día, el meteorólogo de Mega Jaime Leyton comentó que “el fenómeno de “La Niña” y “El Niño” en la región de Coquimbo es más bien marginal, es decir, en el caso de La Niña produciría una mayor probabilidad que las precipitaciones sean más bajas de lo normal, así que el efecto podría también manifestarse de esta manera en caso de que abarque esta zona”.

“Para entrar más en detalle, La Niña es la fase fría de El Niño en oscilación del sur, y la manera que afecte al país va a depender de la época del año y muchas variables, pero en cuanto a precipitaciones, aumenta la probabilidad sobre el 60% que la zona comprendida entre Coquimbo y Bío Bío tenga, en resumen, menos lluvias que lo normal, pero no son descritos como años secos”, comentó.

“En cuanto a las temperaturas, en los meses de verano en el mismo territorio, las máximas son más altas de lo normal, por lo que es más frecuente que se den mas fenómenos de “Olas de Calor”, que, sumado al cambio climático, puedan ser más extensas e intensas de lo habitual”, sentenció.

Por otra parte, el meteorólogo del CEAZA Tomás Caballero añadió que “actualmente estamos en una fase neutra del fenómeno del Niño, se espera que pasemos a una fase de la Niña a finales del invierno, comienzos de primavera, los modelos globales y las proyecciones de invierno nos indican que van a haber un déficit de precipitaciones, hay una configuración atmosférica en el Océano Pacífico que nos estaba trayendo estas lluvias, las que llegaron entre mayo y junio”.

“Esta configuración era favorable para que los sistemas frontales se desviaran hacia el norte, y actualmente está configuración atmosférica está desapareciendo, por lo que, si esto sigue así, es probable que no tengamos muchas más precipitaciones de aquí a lo que queda de invierno, que serían los meses de julio y agosto”, expresó.

En concordancia con lo anterior, el meteorólogo de Mi Radio Cristóbal Julia afirmó que “efectivamente se está llegando La Niña, lo que se traduce en déficit de precipitaciones durante los meses de invierno, es decir, si la señal está fuerte de aquí al invierno del próximo año, podríamos esperar un 2025 seco”

Sin embargo, arrojó una luz de esperanza con respecto a lo que queda de este año enfatizando que “ahora respecto del presente invierno, lo terminaremos con superávit de precipitaciones y no es descartable que en julio y agosto lleguen nuevas lluvias”.

SITUACIÓN DE LOS EMBALSES

Desde el Centro Científico CEAZA señalan que la Región de Coquimbo enfrenta una situación complicada de escasez hídrica que no se soluciona con las recientes lluvias. “La desertificación es un proceso a largo plazo marcado por una falta sostenida de precipitaciones en la región. Este fenómeno es tan significativo que ha alterado el paisaje y el uso del suelo, obligando a los habitantes a adaptarse a la nueva disponibilidad de agua, es decir, la cantidad de agua utilizable”, explica Cristian Muñoz, modelador estadístico de geociencias del CEAZA.

Porcentajes de agua embalsada en la Región de Coquimbo según el CEAZA:

• Embalse Puclaro:
• Antes del 10 de junio: 7%
• Después del 17 de junio: 8%
• Antes del 10 de junio: 9%
• Después del 17 de junio: 9%
• Antes del 10 de junio: 1%
• Después del 17 de junio: 3%
• Antes del 10 de junio: 0%
• Después del 17 de junio: 7%
• Antes del 10 de junio: 26%
• Después del 17 de junio: 28%
• Antes del 10 de junio: 32%
• Después del 17 de junio: 43%

Estos porcentajes reflejan que, a pesar de las recientes precipitaciones, el recurso hídrico sigue siendo escaso en la región.