Aniversario 157 Coquimbo

La Pampilla: tradición centenaria que vive en el alma de Coquimbo

Con los años ha llegado a convertirse en la fiesta más grande del país, la cual, no sólo ha sido escenario para artistas de renombre internacional, sino que su legado se ha traspasado por generaciones entre las familias porteñas.
domingo 05 de mayo de 2024

No hay duda de que La Pampilla de Coquimbo se ha convertido en la fiesta más grande de Chile, la que con los años, durante las celebraciones patrias, ha logrado convocar a miles y miles de personas de distintos puntos de la región y del país.

El recinto se convierte en una verdadera ciudad a la que se trasladan familias completas que han traspasado esta tradición por generaciones y que tienen sus espacios reservados para disfrutar de este acontecimiento.

Pero en los últimos 10 años no ha estado exenta de dificultades, debiendo posponerse su realización en cuatro oportunidades. Una de ellas en 2015, con ocurrencia del terremoto 8.4 grados en la escala de Richter y posterior tsunami, que ocurrió justamente durante la ceremonia de inauguración. Los daños provocados por la catástrofe en la ciudad fueron tales, que impidieron que se llevara a cabo.

Luego, debido a la pandemia, se debió suspender por tres años consecutivos (2020 a 2022), volviendo en gloria y majestad el año pasado, recibiendo a más de 700 mil visitantes en sus 5 días de duración. 

Historia centenaria

Registros históricos dan cuenta de que estas celebraciones comenzaron a gestarse ya en la primera época de la independencia y que se han mantenido hasta hoy como un reflejo de la cultura local. Pero, ¿cuáles son los orígenes de esta tradicional festividad?

Con los años, son muchos los que han indagado sobre sus orígenes. Con el tiempo han circulado dos versiones que explicarían por qué, además, se emplazó en el espacio que actualmente conocemos.

En la primera de ellas se relata que las costas de Coquimbo, en tiempos pretéritos, eran asoladas por el ataque de corsarios, piratas y filibusteros, lo que generaba actos de pillaje y destrucción.

Pues bien, se dice que, en una de estas arremetidas, encabezadas por el ya legendario Bartolomé Sharp, los vecinos de La Serena y Coquimbo decidieron tomar el toro por las astas y organizar un contraataque. La misión habría tenido éxito, tanto así que el temido corsario se vio en la obligación de huir del lugar. Ésta se habría producido precisamente el 20 de septiembre de 1680, por lo cual se generó en este terreno una gran celebración que se habría extendido luego a través de los años.

Otra de las versiones, que es la más validada por los historiadores, señala que el origen de esta fiesta popular se remonta a 1810, fecha de la instalación de la Primera Junta Nacional de Gobierno. Si bien este hecho histórico se produjo el 18 de septiembre, se dice que, debido a los problemas de comunicación que existían en la época, la noticia llegó a Coquimbo el 20 de septiembre. Para celebrar este acontecimiento, los habitantes habrían llegado hasta los terrenos de La Pampilla donde se generó una fiesta con cuecas y chicha. De ahí en adelante se instauró como el día en que en la Región de Coquimbo se conmemoran las Fiestas Patrias.

Años más tarde, en 1864, habría ocurrido otro hito que refuerza el interés de los habitantes de la época por asistir a los festejos patrios. Al crearse el Departamento de Coquimbo, los terrenos de La Pampilla eran propiedad de Francisco Iñiguez y eran conocidos popularmente como “la Serranía”.

En ese lugar la brigada cívica de artillería realizaba sus prácticas militares, las cuales atraían la atención de cientos de personas que concurrían a las celebraciones. La novedad de los ejercicios y la presencia de los barcos de la Armada hacían que se volviera cada vez más atractivo asistir.

Fue así que se volvió una tradición que en el lugar, cada septiembre, se reunieran miles de personas y se desarrollaran tradiciones propias del folclore chileno. Carreras planas para niños y adultos, competencias de ensacado, carreras en tres pies, el palo ensebado y el típico volantín siempre estuvieron presentes para el disfrute de la población.

“La orilla de la playa de la bahía de Coquimbo era una marea uniforme de coches, gente a caballo y peatones que junto a su grupo familiar se dirigían a la gran cita”, señalan los libros que rememoran estos pasajes de la historia de Coquimbo.

En 1960 el municipio arrienda el recinto con el propósito de comenzar a organizar las actividades de las Fiestas Patrias, logrando convocar a cada vez más personas con los años. Ocurrió además un hecho anecdótico y es que la explotación de las llamadas “conchuelas” comenzó a deteriorar el espacio donde se sitúan los terrenos, lo que llevó a que los habitantes de la ciudad puerto se movilizaran para proteger este patrimonio comunal.

Pasaron los años y con posterioridad fue el Club de Leones, con la venia del municipio, el que comenzó a hacerse cargo de la celebración. Los ingresos que se fueron generando permitieron luego que se pudiera adquirir el recinto a la sucesión Vicuña.

En 1980, en tanto, el municipio vuelve a tomar el control de la organización, esta vez de manera definitiva. De ahí en adelante la fiesta comenzó a tomar cada vez más vuelo y a convertirse no sólo en un lugar de encuentro y de tradición, sino que además en uno de los espectáculos artísticos más grandes del país.

¿De dónde viene el nombre?

Se dice que la palabra Pampilla derivaría del quechua “Pampa”, que hace referencia al piso de una casa o una extensión de suelo desnudo o cubierto de hierba. Lo más llano se denominaría “Pampa-llanta” y se cree que con la castellanización se llegó a Pampilla. Ésta acepción se utilizaría para referirse al recinto coquimbano. Sin embargo, luego se extendería más al sur, hasta llegar a Santiago.

Shows de nivel internacional

La fama que fue ganando con los años llevó a que no solo los habitantes de la región se vieran atraídos a asistir, sino que también hicieran lo propio personas de distintas partes del país. 

Así, con el pasar del tiempo fue en incremento también el nivel de los artistas que se fueron presentando, además registrando niveles record de asistencia. Se estima que serían más de 500 los shows que ha albergado.

Entre los más recordados destacan el español Raphael en 2001, además de los mexicanos, Marco Antonio Solis, en 2004, Ana Gabriel en 2005 y Emmanuel en 2014.

A ellos se suman Pimpinela, el “Puma” Rodríguez, Vicentico, Juanes, y Los Auténticos Decadentes. También han estado presentes la bachata y el reguetón, con artistas como Tito el Bambino, Sandy & Papo, Prince Royce en 2012 y Daddy Yankee en 2013, este último marcando un record de asistencia con 200 mil personas.

Uno de los hechos que también quedó marcado en la historia fue el bullado último concierto de Los Prisioneros tras su reencuentro, cuando Jorge González despidió en pleno espectáculo a Claudio Narea.

La lista de chilenos también es larga, entre la que destacan Los Tres, Illapu, Cami, Los Jaivas, Lucho Jara y Santaferia. Pero sin duda los que han batido records son los preferidos del público local, Los Viking´5, quienes han estado en prácticamente todas sus versiones.