EN EL FÚTBOL INFANTIL

La historia de “Thomi”, menor de 9 años que sorprende en el arbitraje local

La incipiente actividad que desarrolla Thomas Pizarro Castillo (9), dirigiendo encuentros de fútbol en las series infantiles, comienza a llamar la atención. Su papá, árbitro del INAF, comenta que todo partió el año pasado.
Dirigiendo en la cancha del Rancho Rossi, Thomas dirigió el viernes el duelo entre El Real Santos y La Serena.
Dirigiendo en la cancha del Rancho Rossi, Thomas dirigió el viernes el duelo entre El Real Santos y La Serena.

Cuatro han sido los partidos que han contado con el arbitraje de Thomas Pizarro Castillo. Vistiendo su camiseta y medias celestes, más unos short negros, ha sido el responsable de dirigir partidos de adultos y otros de divisiones menores en las canchas de La Serena y Coquimbo. Ha llamado la atención en sus acciones por su seguridad y templanza cuando ha debido tomar una decisión en el terreno de juego.

Los comentarios hacia su cometido han sido favorables y es muy posible que pueda convertirse en un árbitro profesional dirigiendo partidos en el medio nacional e internacional. Otra cosa: los jugadores y el público, en especial, tienen otro comportamiento cuando llega al centro del campo y lanza la moneda para ver quién comienza el juego o elige el lado hacia dónde atacar.

A LOS 9 AÑOS

Además, se impone desde el primer momento, y no precisamente por su físico. El “Thomi”, recién tiene 9 años, cursa el cuarto básico del colegio Altazor de Coquimbo y es comentario obligado cada fin de semana cuando se le asigna dirigir algún duelo de las infantiles en la zona y se refuerza con un pito y sus cartulinas amarillas y rojas.

Si bien todo parte como un “juego”, Thomas está siguiendo los pasos de su papá, Pedro Pizarro, árbitro INAF, quien dejó de trabajar en el formativo del Fútbol Joven de la ANFP y hoy lo hace de una manera recreativa en la conurbación.

A Pedro le gusta el fútbol, aunque relata que no era bueno, por eso en el año 2001 cuando ve una publicación del INAF decide partir a la capital y seguir el curso de árbitro. En dos años ya contaba con el cartón en sus manos. “No sabía nada, pero comencé a estudiar, a dirigir poco a poco, hasta que te agarra la pasión, comienza a gustarte todo, conocer el fútbol. Se hace mucho trabajo en equipo, con los compañeros, en el camarín de árbitros se pasa bien, te permite recorrer y conocer todo el país. Incluso en la Isla de Pascua asistí a un campeonato”, indicó.

Ya con el cartón en mano, dirigió hasta la Sub 19 de ese tiempo. “Vas subiendo, comienzas con los más chicos, categorías 2011, 2012, aunque el 2009 decidí salir y venirme a la zona. Soy de Tongoy”.

Explica que trabajó en otros rubros hasta que lo invitaron a la Tercera División.

“Empecé a vivir y tener esa adrenalina nuevamente. De repente vas a un partido y se siente ese nervio que es bueno. En el amateur pasan cosas más raras, la venta de alcohol, las barras, aunque afortunadamente nunca nada grave”, recalca, al ser consultado si ha vivido momentos complicados.

Esa experiencia es la que traspasa al menor de sus dos hijos –el mayor Bastián, de 20 años, estudia en educación superior- por lo que Thomi es su compañero cuando va a las canchas. “Es fanático de la pelota, siempre juega con sus compañeros y amigos. Me acompaña siempre, anda al lado mío, lleva la pelota y de a poco se ha metido en esto de dirigir”, comenta.

Thomas, que se vistió de árbitro para permitir tomarle un par de fotografías, lo escucha con atención y asiente cuando su papá explica cómo dirigió su primer partido. “Fue el año pasado, en una actividad de fin de año, cerca de Navidad.

Jugamos árbitros contra árbitros y un compañero nos dice que dirija el ‘Thomi’. Ahí lo vestimos por primera vez, fue en una ‘pichanga’ y de ahí nació la idea con un amigo que me dijo que podía probar en ACEFA, que dirija a sus compañeros y a él le gustó la idea”.

LAS REGLAS

Si bien todo nace de una manera recreativa y lúdica, Thomas ha debido perfeccionarse y conocer las reglas del juego, para lo cual Pedro es clave. “Le voy explicando las reglas, como señalizar. En este rato está utilizando la tecnología con un intercomunicador. Él está dirigiendo y lo apoyo de afuera. De repente le digo que hay mano u otra acción, entonces pita y cobra”, explica.

El último duelo que dirigió fue este viernes. Un amistoso entre Real Santos contra CD La Serena, y volvió a ganarse los aplausos y elogios. “Ha dirigido en cuatro oportunidades, dos en CMP, hay uno que se hizo viral de la serie 2014, otro de más chiquitos. Él juega en el Real Santos, la categoría que va a la ADEF. Pidió que fuera el Thomi y dirigió a sus pares de la misma edad”, señaló.

Para Pedro, el entorno con Thomas en cancha es diferente. Él, quien escuchó críticas y muchas veces miles de insultos por el sólo hecho de vestir de negro –ahora han cambiado las tenidas- comenta que “cuando ha dirigido, la gente lo respeta. Como que nadie reclama nada. Cuando apareció lo miraban. Respetan sus decisiones. Nadie les dice nada. El fútbol infantil es más problema de los papás fuera de la cancha. No ven que es un juego. Eso le digo, que disfrute”.

El Thomi, ya con un poco más de confianza, agrega que “me siento bien, más seguro. Estoy aprendiendo. Me gusta la tenida, siento que me respetan, me apoyan los jugadores, la gente. Mis papás que me estimulan”, aunque reconoce que tiene un solo problema. “Cuando estoy dirigiendo, todavía me dan ganas de pegarle a la pelota”, dice.

Acompañado por su papá, Pedro Pizarro, el “Thomi” ya comienza a familiarizarse con las reglas del juego. Ayer mostró sus primeras cartulinas amarillas y rojas al equipo de diario El Día.