luego de una misa en la capilla de la cruz del tercer milenio restos fueron cremados

(FOTOS) El último adiós de Coquimbo a Pedro Velásquez, exalcalde y exdiputado

Cientos de personas, entre ellas autoridades y exautoridades, destacaron la figura y la obra del exedil, entregando detalles de su vida, resaltando que claramente había un antes y un después en la comuna porteña tras su paso por el municipio.
domingo 10 de diciembre de 2023

Una masiva despedida dieron ayer cientos de personas al excaldalde de Coquimbo, Pedro Velásquez Seguel, quienes coparon la capilla y las dependencias de la Cruz del Tercer Milenio, donde se realizó una misa por el eterno descanso de su alma, oportunidad en que se pudo ver a autoridades, exautoridades, decenas de dirigentes sociales y a habitantes de la comuna.

Tras la misa de réquiem, donde se oró por su descanso eterno, hubo ocho oradores y, además, se leyó una carta de su amiga y exconcejala de La Serena, Margarita Riveros.

Quienes intervinieron y realzaron la figura y obra de Pedro Velásquez, fueron Mauricio Santander, a nombre de los funcionarios y funcionarias del municipio; el actual alcalde de la comuna, Alí Manouchehri; el exedil de Coquimbo, Cristian Galleguillos; una exdirigenta vecinal de la Parte Alta, Olga Valencia; la exjefa del Departamento de Salud en la era Velásquez, Anita Bonel; su hermana, Teresa Velásquez; la exjefa del Departamento jurídico, la abogada, Claudia Abufón y su hijo, Felipe Velásquez.

En la ocasión el alcalde de Coquimbo, Alí Manouchehri, dijo que se estaba despidiendo a “un buen tipo”, quien deja un legado que “no solo tiene que ver con las obras que nos hacen sentir orgullosos a los coquimbanos y coquimbanas, sino que también poner sobre la mesa lo que significa ser funcionario municipal. Hoy día es un día triste para los coquimbanos y coquimbanas, por supuesto que el legado de don Pedro permanecerá en la historia de Coquimbo y que sin lugar a dudas nos hace reflexionar un poco de lo que significa ser coquimbano y de lo que significa posicionar a Coquimbo a nivel nacional e internacional”. Más adelante reconoció que hoy existía la obligación de tener que seguir haciendo más grande a la comuna.

Dirigentes vecinales y personas de distintos sectores de la comuna, fueron parte de la guardia que flanqueó la urna con el cuerpo inerte de Pedro Velásquez.(FOTO: Lautaro Carmona)

Por su parte, el dirigente de los funcionarios del municipio porteño, Mauricio Santander, quien trabajó durante largos años como periodista al lado de Velásquez, reseñó que muchos de los presentes tuvieron el privilegio de ser protagonistas junto al exalcalde de la mayor transformación social, urbanística y productiva que ha vivido en su historia la comuna de Coquimbo.

En esa línea apunto que en el año 1992, cuando asume con 28 años, Pedro Velásquez, la comuna tenía gran parte de sus calles de tierra, no había agua potable en Guanaqueros, en Tongoy. “Miles de coquimbanos y coquimbanas no tenían casa propia, miles de jóvenes no podían llegar a la educación superior por no contar con los recursos económicos. Coquimbo era considerado el patio trasero de La Serena, muchos funcionarios aquí presentes, junto a cientos de dirigentes sociales, deportivos y culturales, el mundo empresarial, nos sumamos a una apuesta liderada por este coquimbano de corazón, que permitió, tras varios años, cambiar por completo el rostro a Coquimbo, lo posicionó como un ícono turístico a nivel continental, que le dio dignidad a sus habitantes con adelantos tan necesarios y justos como el alcantarillado, el agua potable, la casa propia, el pavimento de las calles”.

De paso, Santander recordó, con especial énfasis, que Velásquez supo y quiso trabajar con todos los funcionarios y funcionarias que había al momento de su llegada. “Llegó con un pequeño grupo de profesionales y supo mezclar el empuje y energías de los recién llegados con la experiencia y sabiduría de los que estaban, hombres y mujeres de gran experiencia en el servicio público. Ese es uno de los pilares del éxito de la gestión, convocó a trabajar a todas y todos los funcionarios municipales sin distinción, exigiendo siempre dar lo mejor de cada uno de nosotros. Fue un proyecto desafiante, una experiencia que marcó la vida de muchos de nosotros”, afirmó Mauricio Santander, quien más adelante mencionó que ayudó a cientos de familias a que sus hijos se educaran en la universidad. ”Hoy se cierra un ciclo de la vida y parte otro, el de la leyenda”, cerró Santander.

FOTO: Lautaro Carmona

Quien también quiso estar presente en la despedida del exedil, fue Cristián Galleguillos, exalcalde de Coquimbo, quien lo sindicó como “un extraordinario líder de Coquimbo” y que como todo líder de su estatura, su vida y su obra no estuvieron exentas de los juicios de la historia ni de las pasiones propias de la política, terreno muchas veces ingrato.

“Cuando se repasa la historia de Pedro Velásquez es difícil no reconocer sus condiciones de líder innato, forjado en la humildad de las calles de la Parte Alta de Coquimbo. Estas calles de fines de los 80 conocieron a ese joven menudo e inquieto, tejiendo redes e invitándolos a soñar con un futuro distinto para ellos y sus hijos. Ese joven, les hacía darse cuenta de que nacer pobres no era una condena de por vida, sino un desafío del ser y cuya recompensa era, ni más ni menos, la dignidad de sentirse parte del proceso que por derecho les correspondía, pero que hasta ese momento solo era privilegio de otros”, sostuvo Cristian Galleguillos.

La exdirigenta vecinal que acompañó a Velásquez en cientos de proyectos, Olga Valencia, también resaltó las condiciones humanas del exedil y cómo les dio la oportunidad de estudiar, también que llevó a 16 dirigentes vecinales a España. “Nunca habíamos viajado en avión, para enseñarnos que los dirigentes teníamos que aprender para ayudar a los que menos tenían. Él fue un profesor que nos enseñó y nos mandó a la universidad a estudiar”, reseñó Valencia.

En la misma línea, la doctora Anita Bonel reconoció las capacidades de Velásquez y la forma de trabajar que tenía y de ayudar a los más desposeídos, apoyándolos con intervenciones de distinto tipo, enviándolos a la capital. También se propuso y lo hizo, contar con dos mil prótesis, dos mil mamografías y dos mil lentes ópticos

La capilla de la Cruz del Tercer Milenio y sus alrededores se repletaron de personas que concurrieron a despedir a su quien fuera su alcalde.(FOTO: Lautaro Carmona)

Su hermana, Teresa Velásquez, despidió los restos agradeciéndole por “haber sido un hermano increíble, tu bondad y alegría siempre serán recordadas”, dijo y añadió que solo se adelantaba en el camino y que tarde o temprano se reencontrarían.

“Nuestro hermano fue un ejemplo de hombre, cariñoso, responsable, amoroso, muchas cualidades que yo sé que ustedes también las conocieron, con un carácter y una personalidad única”. “Descansa en paz, hermano Pedro, tus sueños y logros siempre serán celebrados, te amamos por siempre”, cerró su intervención Teresa Velásquez.

También, a nombre de la familia Velásquez Navea, compuesta por Moira Navea, Felipe y Rocío Velásquez, despidió sus restos mortales su hijo y actual concejal de Coquimbo, Felipe Velásquez, quien resaltó la alta concurrencia y la agradeció.

Visiblemente emocionado, dijo sentirse orgulloso de su padre, “porque él fue quien cambió la ciudad, existe un antes y un después de Pedro Velásquez y eso la historia lo dice. Llenó la ciudad con grandes proyectos, inversionistas, de magia, arte, cultura, por sobre todo, puso a Coquimbo dentro de las mejores o las principales ciudades turísticas de la región, del país, incluso del mundo. Siempre me dijo que pensara en grande, que los sueños sí se cumplen y esos sueños que él no pudo cumplir, yo se los voy a cumplir el día de mañana”, dijo.

Posterior a su despedida en conversación con diario El Día, Felipe Velásquez se refirió a la multitud que lo despidió, precisando que estaba “emocionado, porque no esperé esta gratitud de la gente y se agradece porque la gente le debe nobleza y la nobleza manda, y ellos vinieron a darle las gracias a una persona que les ayudó en sus vidas, aunque fuera con detalles, los ayudó a cada uno. Feliz por todo el cariño que le brindaron a mi padre”, indicó.

Un multitudinario adiós dieron los coquimbanos a Pedro Velásquez Seguel, el exalcalde que transformó a la comuna y dejó grandes obras como la Cruz del Tercer Milenio, donde se velaron sus restos y se despidieron.(FOTO: Lautaro Carmona)

Quien no solo defendió la obra del exalcalde, fue la abogada Claudia Abufón, quien se refirió a los motivos por los cuales lo sacaron de su cargo, recordando que se ponía a llorar cuando le gritaban ladrón, porque nunca se apoderó de nada. “En sus ganas de hacer cosas compró un terreno de 5,8 hectáreas que tenía un avalúo fiscal bajo, pero comercialmente es diferente al avalúo fiscal. Se presentó la tasación a la municipalidad, fueron tres tasadores y se estableció que el valor comercial era de 818 millones de pesos, ese fue el valor comercial que se pagó por el terreno. Eso fue aprobado por el Departamento Jurídico, por el Departamento Social, por el Departamento de Finanzas y por unanimidad de los concejales, todos los concejales de la época aprobaron. Entonces, lo único que hizo fue firmar la escritura y lo condenaron, porque según el fiscal el valor de la propiedad era menor al que él había pagado, pero él no se robó nada y lloraba día a día cuando la gente en la calle le gritaban ladrón, Por eso quiero decirte amigo mío, ándate tranquilo, porque yo sé fehacientemente que tú no le robaste nada a la municipalidad”, narró la profesional, quien dijo que fueron grandes amigos,

FOTO: Lautaro Carrmona