Comercio aún resiente el no poder retornar a horarios de atención pre estallido

A cuatro años del estallido social, los presidentes de las cámaras de comercio de La Serena y Coquimbo coincidieron en que la peor “herencia” que dejó dicho evento, fue un horario de atención a público mucho más restringido, situación que, hasta ahora, ha sido imposible de regularizar, lo que ha desembocado en pérdidas económicas permanentes para el rubro. 

Al respecto, el presidente de la Cámara de Comercio de La Serena,  Carlos Orrego, explicó que, a pesar de que hubo locales que no volvieron a abrir sus puertas tras ser víctimas de saqueos, el cierre mucho más temprano de los locales les afecta como actividad,  “porque los clientes ya no vienen en la tarde noche al centro, y hay rubros que empiezan a cerrar a las 5 de la tarde. Además de que ya a las 7 baja mucho la locomoción colectiva”, indicó.

En efecto, cabe recordar que, previo al estallido social de 2019, el horario de atención a público de los locales del centro de La Serena se extendía  desde las 9:30 hasta las 21:00 horas. 

Para peor, Orrego aseguró que son varios los “efectos residuales” que quedaron luego del estallido social, como los cierres metálicos, locales que no volvieron a abrir,  la sensación de inseguridad de la gente al acudir al centro, el nivel de violencia cuando hay manifestaciones, y el regreso de los “mecheros”.

En Coquimbo, en tanto, se produjo el mismo fenómeno.

Al respecto, el presidente de la Cámara de Comercio de la comuna puerto, Alexis Ramírez, señaló que si bien, hace cuatro años, sufrieron  daños puntuales en el comercio detallista, lo que sí les ha perjudicado es “la modificación de los horarios comerciales. La gente empezó a cerrar más temprano en ese tiempo y el horario se quedó, y ha afectado comercialmente, porque entre las 17 y las 19:30 horas, el 90% del comercio está cerrado”, afirmó.