Información de Big Data ULS

Tramo La Serena y Coquimbo: Ruta 5 lidera estadísticas de accidentes vehiculares

Una plataforma de la Universidad de La Serena, identificada como Big Data proporciona datos concretos y exactos de la cantidad de accidentes que se concentran en la región de Coquimbo.
lunes 02 de mayo de 2022

El Big Data de la Universidad de La Serena, es una moderna plataforma, que cuenta con datos de varias temáticas, entre ellas, educación, salud y seguridad, economía, astronomía, Covid-19, demografía y medio ambiente.

Esta plataforma online es una herramienta sencilla de utilizar y amigable para los usuarios, la cual permite visualizar de forma interactiva serie de datos públicos y de interés para el desarrollo regional y nacional.

En ella se pueden recabar datos concisos sobre estas temáticas, la cual tiene como objetivo contribuir a la toma de decisiones y al debate público, además de generar y potenciar estudios y/o análisis de los contenidos.

Así lo confirmó César Espíndola, director del Big Data de la ULS, el profesional comenta que esta herramienta se creó el 2018, sin embargo se comenzó a abarcar la temática de los accidentes desde el 2021.

De hecho, el equipo del Big Data trabaja en conjunto con el SAMU, el cual le proporciona datos y estadísticas de los accidentes que ocurren en toda la región.

En la plataforma se puede encontrar una casilla de Salud y Seguridad, donde se reportan los accidentes de tránsito, atenciones de urgencia, defunciones y suicidios desde el año 2019 a la fecha.

Esta iniciativa se lanzó públicamente el 8 de septiembre de 2021, en el marco del Día del Funcionario SAMU.

De hecho, este proyecto es un trabajo colaborativo tanto del SAMU, Carabineros, Bomberos y las diferentes direcciones de tránsito de las municipalidades, los cuales ponen a disposición los datos recabados al equipo del bigdata para su utilización, con el fin de mejorar los espacios de las vías de circulación de las ciudades.

De acuerdo a Javier Aguirre, médico y jefe del SAMU, la información se obtiene en vivo, es decir, “cuando se llama al 131, las ambulancias se dirigen al lugar del accidente y se va registrando en el sistema y con ello se va generando una gran base de datos, la cual es enviada filtrada hacia la ULS y estos lo transforman en datos georefereciales y en variables específicas en los mapas”

Con esto, se ha podido determinar los puntos de conflicto y los patrones de comportamiento del tiempo del accidente,  “además de identificar los sectores de edad de las personas que están involucradas en los distintos accidentes”, señaló Espíndola.

Gracias a la información recabada, se ha podido establecer que “en general, el segmento que tiene mayor participación en la accidentabilidad es el de los 20 a 29 años, en donde hay una mayor participación de personas involucradas de sexo masculino”, agregó el director del Big Data.

De acuerdo a los datos proporcionados por esta red, se contabiliza un total de 7.710 personas accidentadas en la región y el rango etario con más preponderancia es entre  20 a 29.

Asimismo, las comunas que han registrado más accidentes durante el 2019 hasta el 2021, son La Serena con 619 casos, Coquimbo con 512 y Ovalle con 322.

Del mismo modo, en el año 2021, hubo 2.728 personas accidentadas y el rango de edad de 20-29 años siguió liderando los accidentes.

El año pasado, Coquimbo reportó 866 casos y La Serena 846. Por su parte, Ovalle registro 646 casos.

En la plataforma surge un dato interesante, la mayoría de los accidentes son producidos en la Ruta 5 Norte en Coquimbo o La Serena. De hecho, desde el 2019 hasta el 2021 se han producido 84 accidentes en la Ruta 5 Norte de Coquimbo y 76 en la misma ruta, pero en La Serena.

Estos registros son recabados cada vez que se digita al 131, “todas las llamadas de la región que son recibidas por la central de SAMU, son analizadas y se establecen los criterios de gravedad del evento, permitiendo categorizar la llamada y la gravedad”,  afirmó Aguirre.

De acuerdo a Espíndola, las causas de los accidentes varían, pero por lo general son de tipo humana, es decir, “en términos de exceso de velocidad, por no respetar la señalización, el consumo de alcohol, pero también hay otros que se originan a partir de las condiciones del entorno”, explica.

Por ejemplo, “una zona después de un tráfico lento, una recta después de tráfico lento significa que la gente quiera recuperar tiempo y aumenta su velocidad y hay choques por alcance, una zona mal iluminada, una zona mal señalizada”, agregó.

Un hecho que llama bastante la atención es que la mayoría de los accidentes se concentran en la Ruta 5 Norte de la Conurbación.

Para Espíndola, este hecho puede estar asociado “por su relación indivisible y por ser una conurbación dormitorio, viene mucha gente atraída por el turismo y por lo tanto tenemos población flotante, concentrando mayor cantidad de estos eventos de accidentes”, manifestó.

Según el profesional de la ULS, el objetivo de recabar datos sobre los accidentes es lograr “garantizar mejoras en los espacios de circulación por las ciudades, tomando las mejores decisiones en el territorio regional y eso implica hacer más eficiente el uso de los recursos regionales que son escasos”.

Pero, ¿cómo se lograría esto?; de acuerdo a Espíndola, contar con las cifras de accidentabilidad en la región permite a los municipios conocer el comportamiento vial en cada sector y ver los problemas de circulación y movilización que se generan y de esta forma mejorarlos.

Por su parte, el médico del SAMU, considera que es indispensable el trabajo colaborativo con la Seremi de Transporte y la dirección de tránsito para poder disminuir la accidentabilidad en las vías.

De hecho, el doctor Aguirre indicó que en la pandemia pudieron descubrir datos interesantes de esta problemática, “la mayoría de los accidentes se producían en calles secundarias a las principales y era porque en realidad se generaban en horarios de toque de queda”.

Es decir, las personas tomaban caminos que no conocían para evitar controles policiales, sin embargo, al no estar familiarizados con estas vías se ocasionaban estos hechos.

Por lo tanto, llevar un registro de accidentes de tránsito, los cuales se originan en un mismo lugar,  permite a personal de emergencia actuar más rápido y prestar atención oportuna, puesto que ya se sabe que en ese sector se reportan accidentes frecuentemente.

“Uno ya sabe que probablemente vaya a un evento grave, por lo tanto se acelera la llegada de los móviles, eso nos ayuda a diferenciar los sectores más peligrosos porque ya sabemos cómo se comporta ese sector”, explicó Aguirre.

Cabe precisar que esto se obtiene gracias a una serie de datos demográficos y de geolocalización que se encuentran en el Bigdata, el cual genera una base de datos que tiene el potencial de mejorar la pesquisa de patrones asociados al territorio donde ocurre la emergencia médica.

Esto permite representar en visualizadores territoriales o mapas los riesgos para la comunidad y observar las necesidades de salud, generar información que permita perfeccionar el sistema y que en un futuro cercano de la mano de la inteligencia artificial permita una predicción más certera de las necesidades de urgencia y un adecuado uso de recursos.

Por otro lado, el jefe del SAMU sostiene que el objetivo principal es “lograr buscar zonas de riesgo que puedan ser intervenidas a futuro”, es decir, “encontrar a través de esta visualización de datos cómo van apareciendo ciertas patologías, ya sea por contaminación en el ambiente o por alguna otra falla en el sistema”.

De esta forma, “se podría enfocar los recursos de salud con eficiencia, porque si tuviéramos ciertas enfermedades en un sector, podríamos enfocar nuestros recursos más hacia ese consultorio, más que destinarlo de forma pareja a todos”.

En este sentido, el doctor comentó que ya se está implementando distintos dispositivos de salud mental en la región, “por ejemplo, si uno ve que en un sector empieza a aparecer muchos intentos de suicidio en forma recurrente o hablar incluso de un brote suicida, ahí podríamos enfocar recursos antes que se vaya expandiendo en la comunidad”.

La idea es poder “intervenir para que el fenómeno no siga aumentando y para poder tratarlo a tiempo”

Finalmente, Aguirre recalcó que esta plataforma ayuda a detectar cuando la normalidad empieza a salir de ciertos rangos, “eso se convierte en una alerta y permite que los equipos de salud y la dirección del servicio pueda tomar decisiones desde dónde enfocar su trabajo y llegar oportunamente”, cerró.