Por diferencia de goles manda a la “b” a La Serena

Para Coquimbo no hay vuelta atrás: El puerto celebra la permanencia en la División de Honor

Tras la igualdad ante Curicó Unido, los piratas realizaron una autocrítica y prometen no repetir los errores que los tuvieron al borde del descenso durante parte importante de la temporada.
lunes 07 de noviembre de 2022

Del infierno al cielo. En 90 minutos, Coquimbo pasó de estar con un pie en Primera B, a salvarse del descenso, con un marco de público que sufrió y alentó todo el encuentro, a pesar del empate en la agonía de Curicó Unido.

El cuadro Pirata zafó del descenso en el último respiro, buscando desde el inicio imponer sus términos ante un cuadro curicano que mostró sus argumentos y demostró el por qué fue una de las sorpresas de la temporada.

Siempre asumió la iniciativa del encuentro llevando riesgo al arco de Cerda.

A los 24’, un centro de Pinto fue apenas desviado por Fabián Cerda y el portero formado en Universidad Católica comenzaba a transformarse en protagonista. A los pocos minutos, se paralizaron por un momento los corazones en el Sánchez Rumoroso con un posible penal tras un roce en la pierna de Rubén Farfán que fue desestimado por el árbitro, que negó la pena máxima sin recurrir al VAR, a pesar de los reclamos de los jugadores aurinegros. 

Curicó Unido se ordenaba sobre la cancha y las acciones iban entre una portería y otra y un centro largo de José ‘Pepe’ Rojas fue desviado por Byron Escobar al corner, mientras que a los 38’, ahora en el área curicana, Yerson Opazo desviaba al tiro de esquina un centro de Christopher Barrera. En la jugada siguiente, en tanto, otro centro de Berardo no logró ser conectado por César Huanca y fue contenido por el portero curicano.

Los últimos minutos fueron también altos en intensidad y nervios, con un centro de Coelho a los 44’ que no logró destinatario en el ataque albirrojo y luego, un tiro de Byron Oyarzo que se fue desviado por el palo derecho de Orellana. El primer tiempo finalizaba, con un Coquimbo más ordenado en la marca y mostrando más intención ofensiva que Curicó.

 

En la segunda etapa, Coquimbo salió con todo a buscar el gol que podría darle la salvación y al minuto, Fabián Carmona empujó un balón que Fabián Cerda tenía controlado desde el suelo y José Cabero, a pesar de los reclamos de la parcialidad pirata, no llamó al VAR y anuló el gol.

Cinco minutos después, Fabián Carmona volvió a intentar, con un tiro colocado que salió por sobre el travesaño curicano.

Las acciones iban y venían hasta que, a los 52, se desató la algarabía y se liberaron los nervios en la parcialidad pirata, con el gol de César Huanca, tras un pase en profundidad de Rubén Farfán, otro de los puntos altos en la escuadra aurinegra, que veía con esperanza como, en paralelo, La Serena caía ante Audax Italiano en La Florida y Antofagasta era derrotada por Universidad Católica en el Calvo y Bascuñán.

De ahí en más, los piratas no dejaron de atacar en la cancha y alentar en las graderías y tras un tiro a bocajarro de Farfán que Cerda salvó espectacularmente y minutos después, un gol casi cantado de Huanca, con el portero curicano vencido, fue salvado prácticamente en la línea por Franco Bechtholdt.

En ese momento, con la derrota serenense prácticamente sentenciada en La Florida y Antofagasta sin mucho que hacer frente a los cruzados, la parcialidad y el plantel coquimbanos sentían más cerca el milagro. Sin embargo, el fútbol y los nervios aun tenían una parte de la historia por contar.

En la agonía, Agustín Nadruz anotó el empate curicano, a los 95 minutos, aunque ya estaba todo decidido en el césped del Sánchez Rumoroso.

El pitazo final de Cabero solo vino a cerrar una tarde de angustia para la parcialidad aurinegra que, en 90 minutos, pasó de sentir cómo se perdía la categoría a salvarse del descenso -aunque por poco y por diferencia de gol- a abrazarse nerviosamente y sentir que, a un paso de la muerte, revivieron cuando muchos, tanto propios como ajenos, daban por perdida la categoría.

 

El gestor de la campaña final en el  Pirata fue el técnico Fernando Díaz, quien no se cansó de agradecer a los hinchas por el apoyo hasta el último segundo del encuentro y la temporada.

“Es mucho todo lo que uno se juega, los jugadores, familia, contratos y el honor. Estuve un tiempo sin dirigir y hoy estoy muy comprometido con la gente de Coquimbo, que siempre nos ha apoyado. La ciudad no merecía bajar”, declaró a la prensa el experimentado DT, quien agregó, respecto de la salvación del cuadro Pirata que “el pasaporte a la salvación era tener solidez defensiva”, lo que le permitió acortar la diferencia con La Serena y Antofagasta, que fue clave en la salvación de la escuadra aurinegra.

“La misión del técnico era convencer a los jugadores y que ellos creyeran que nos podíamos salvar, que fue lo que ocurrió, en el último partido y casi en el último minuto”, añadió el DT que llegó al puerto en agosto con la clara y única misión de salvar a la escuadra aurinegra de un descenso que muchos llegaron a dar por hecho.

Incluso, Díaz fue por más y apostó que, en 2023, el cuadro Pirata debería volver a tener aspiraciones no solo de mantenerse en Primera, sino que buscar alcanzar una copa internacional.

Por su parte, Nicolás Berardo, figura este domingo en el Sánchez Rumoroso, agradeció a los hinchas y declaró que “hemos sabido competir, dar un vuelco a lo que veníamos realizando. Seguramente fuimos muy criticados en cuanto a nuestro juego, nuestros planteamientos, que hemos sido mezquinos. Como plantel, entendimos cuál era el objetivo y recibimos el premio. Para nosotros dejar al equipo en Primera era el objetivo y lo cumplimos”.

En tanto, Rubén Farfán, referente del ataque pirata, destacó que, a pesar de las zozobras vividas durante la mayor parte de la temporada, “dejamos a este equipo donde se merece, dejando a Coquimbo en Primera. Estoy emocionado, porque la familia sufre”.