¿Cuál sería la cantidad ideal?

Estudio revela que dormir 8 horas no sería lo mejor para los adultos: ¿Cuáles son las razones?

Para mucha gente, dormir 8 horas diarias es una regla de oro. Investigadores de China y el Reino Unido, en cambio, afirman que menos es más, pero solo a medida que envejecemos.
viernes 06 de mayo de 2022

Desde niños se nos ha dicho que los adultos deben dormir al menos 8 horas para tener un sueño reparador y saludable. Un estudio está demostrando que no es tan así.

Al parecer, al llegar a la mediana edad, lo más recomendable sería bajar una hora a la recomendación.

Un equipo de investigadores de la Universidad de Cambridge, en el Reino Unido, y de la Universidad de Fudan, en China, descubrió que siete horas de sueño podrían ser la cantidad ideal para personas a partir de la mediana edad y mayores.

En un estudio publicado en la revista “Nature Aging”, los investigadores descubrieron que dormir siete horas era mejor para el rendimiento cognitivo y la buena salud mental.

Los investigadores examinaron datos de casi 500.000 participantes de 38 a 73 años. Además, observaron que dormir de manera insuficiente, pero también en exceso, se asocia a un rendimiento cognitivo deteriorado y a una peor salud mental.

Los participantes del estudio dieron a conocer sus patrones de sueño, respondieron preguntas sobre su bienestar y salud mental, realizaron tareas cognitivas, de atención visual, de memoria y pusieron en práctica sus habilidades para resolver problemas. Las personas que dormían siete horas seguidas obtuvieron los mejores resultados en todos los ámbitos.

Otro factor importante es la constancia. Los mejores resultados se observaron en personas con poca fluctuación en sus patrones de sueño durante largos períodos y que seguían a rajatabla el patrón de sueño de siete horas.

En otras palabras, el tiempo que no se ha dormido en un día no se puede compensar durmiendo más al día siguiente.

“Dormir bien por la noche es importante en todas las etapas de la vida, pero sobre todo a medida que envejecemos”, afirma Barbara Sahakian, profesora de la Universidad de Cambridge y coautora del estudio.

Los investigadores creen que la falta de sueño obstaculiza al cerebro a la hora de deshacerse de las toxinas. También afirman que la interrupción del sueño profundo puede ser responsable del deterioro cognitivo.

La alteración del sueño profundo afecta la consolidación de la memoria, lo que puede contribuir a la acumulación de amiloide, una proteína que, si no funciona como debería, puede causar problemas cerebrales, característicos de algunas formas de demencia.

Pero también el sueño insuficiente o excesivo podría ser un factor de riesgo para el deterioro cognitivo en el periodo de envejecimiento.

“Si bien no podemos decir de manera concluyente que dormir demasiado o muy poco causa problemas cognitivos, nuestro análisis parece respaldar dicha idea”, dijo Jianfeng Feng, científico del cerebro y profesor de la Universidad de Fudan.

“Pero las razones por las que las personas mayores duermen menos parecen ser complejas, son una combinación de nuestra genética y la estructura de nuestros cerebros”, añadió.

Los investigadores analizaron imágenes del cerebro y datos genéticos de casi 40.000 participantes.

Dichos datos mostraron que la cantidad de sueño podría estar relacionada con las diferencias en la estructura de las regiones del cerebro, como el hipocampo, el centro de memoria y aprendizaje del cerebro, y la corteza precentral, responsable de los movimientos voluntarios.

Dado que el riesgo de desarrollar Alzheimer y demencia se ha relacionado con la cantidad de horas que dormimos, los investigadores coincidieron en que es esencial seguir investigando en el campo de la ciencia del sueño.

“Podría ser crucial encontrar formas de mejorar el sueño de las personas mayores para ayudarlas a mantener una buena salud mental y evitar su deterioro cognitivo, en particular en pacientes con trastornos psiquiátricos y demencias”, resumió Sahakian.

Más allá de dormir 8 horas o 7 horas, lo importante es que siempre tratar de preocuparnos de tener un sueño de calidad.