Coquimbo se lo farreó
Ver al central paraguayo Roberto Servín tirarse el piso y al Leo Monje tomarse la cabeza una vez que el árbitro René de La Rosa tocó el pitazo final, refleja lo que pasó en La Pampilla, donde Coquimbo Unido dejó dos puntos en el camino en su lucha desesperada por salvarse del descenso, ya que sólo logró igualar a 1 con Santiago Morning, en el marco de la fecha N°14 del Torneo de la Primera B que cada día se pone más difícil para los porteños.
GOL CANTADO. Increíble, pero cierto. Cerca de la raya del pórtico y sin marca alguna, y luego de un tiro de esquina de Leo Monje y cuando la pelota se paseó sin que nadie la tocara, el delantero Renato Tarifeño no pudo anotar. El público aplaudía el que era el gol del triunfo, pero no se pudo y la pelota terminó en las manos del portero bohemio Hernán Muñoz. En tanto, Renato Tarifeño quedó como en las nubes, sin poder encontrar explicación a la situación. “El público grita muchas cosas y reclama,pero uno no quiere perderse un gol en esa instancia y en la línea del arco, pero la pelota me rebotó y le cayó al portero en las manos. Fue mala suerte”.
Agregó el delantero que tratan de hacer bien las cosas “pero muchas veces no se dan. Todos queremos ganar y sacar el equipo adelante, pero así es el fútbol”.
Y por esas cosas del fútbol, Coquimbo Unido fue una sombra en relación al equipo ganador que goleó a Curicó 3-0 y al líder San Luis por 4-1. No jugó a nada; nadie se daba un pase, jamás coordinaron una buena jugada y menos llegaron al arco rival, además, a la primera que le llegan al área, les anotan el gol. Obviamente, salió luego de un despeje que intentó Diego Carrasco, quien fue a buscar un rechazo con la cabeza,pero el sol lo molestó y pasó de largo. Luego, los centrales no fueron a buscar la “pared” y Óscar Ortega recibe un pase de Concistre y anota el gol a los 32’.
Pudo llegar la igualdad, pero el Leo Monje, con golpe de cabeza y en la boca del arco, desvió. Es decir, los mejores jugadores del cuadro porteño no atinaban con el buen juego. Un minuto antes, a los 35’, Ferreira la mandó adentro,pero el árbitro René de La Rosa anuló la jugada por un supuesto empujón de Fiorina a un central y antes del descanso hubo un tiro libre de Torres que pasó cerca, pero nada más.
LOS CAMBIOS. Luego de un tirón de orejas del técnico Castañeda y del cambio de Martínez por Ferreira, Coquimbo partió con el pie derecho, ya que el “Chucky” Martínez, luego de un pase de Monje, se mandó un lindo gol (48’). Pero eso fue todo, ya que el volante no trascendió y muchas veces le pasó la pelota a los zagueros que se complicaron la vida cada vez que tenían la pelota y para qué decir el portero Abraham. Si el público sufría cada vez que la pelota pasaba la mitad de la cancha y más cuando Fabián Núñez agarraba la pelota en la contra.
Pasaban los minutos y Coquimbo no podía obtener el ansiado gol. Claro está que no tenía fútbol para hacerlo, pues ni el “Chino” Torres ni Richard Olivares ni Leo Monje estaban en su día. No se dieron un pase y todo era buscar un centro aéreo para que Fiorina pivoteara, pero nada, pues la zaga del Chago rechazaba lo que llegaba.
Y mientras Coquimbo le metía, Lucas Concistre le pegó al travesaño (50’), pero las mejores oportunidades llegaron mediante un córner de Monje que se paseó por el área chica sin que nadie la tocara. Luego Monje le dio al travesaño en un tiro libre y el portero Muñoz salvó con gran volada el que era un gol de Cortés. Y, por cierto, el que falló Tarifeño. Así, obviamente, es difícil poder ganar.
