Iglesia de Altovalsol, un patrimonio en peligro

El templo construido de adobe y madera está pronto a cumplir 154 años de existencia y se encuentra en muy malas condiciones. Por ahora no existe ningún proyecto concreto para su restauración.
Iglesia de Altovalsol, un patrimonio en peligro
Iglesia de Altovalsol, un patrimonio en peligro
domingo 04 de mayo de 2014

El valle de Elqui posee un legado patrimonial religioso de un valor incalculable. Es así como al adentrarse desde la ciudad de La Serena hacia el interior es posible encontrar una serie de iglesias de gran belleza. Muchos de ellos son monumentos nacionales.

Uno de estos templos se ubica a 15 kilómetros de la capital regional en la localidad de Altovalsol. Se encuentra situada en medio de un terreno baldío, rodeado de una población y dos colegios.

Su construcción es de adobe y sus paredes son testigos del paso del tiempo. Desde el exterior destaca su campanario. Su campana de hierro aún permanece intacta y cumple con su misión de llamar a los fieles a cada acto litúrgico, aunque cada vez son menos las misas que allí se realizan.

Los terremotos de 1975 y el de 1997 le provocaron más de alguna fisura, las que con el paso de los años se han visto acrecentadas. Es por ello que requiere de una urgente restauración.

Es difícil poder establecer el año de construcción exacta de la iglesia de Altovalsol. Quizás uno de los únicos antecedentes que indican esedato es una carta enviada por la Junta de Obispos de La Serena.

El documento fechado el 19 de mayo de 1860, está dirigido al reverendo padre franciscano Gregorio Bravo y señala: “Encomendamos visite la capilla recién construida en terrenos de la hacienda denominada de Altovalsol…. de la señora doña Isidora Aguirre, actual poseedora de dicha hacienda, y hallándola suficientemente provista de ornamentos, vasos sagrados, y demás del culto conforme a los ritos de la iglesia”.
Más adelante el documento indica “que pueda celebrarse en ella el sacramento de la misa en cualquier día del año y aun en los festivos más solemnes … para que en dicha capilla pueda administrarse a los fieles los sacramentos de la penitencia y eucaristía a excepción de la comunión para cumplir con el precepto de la Iglesia que debe hacerse con licencia del párroco, y que puedan celebrarse en la misma otras funciones sagradas sin perjuicio del derecho parroquial y la facultad que al párroco corresponde para ejercer en ella las funciones de su ministerio cuando lo estime necesario o conveniente”.

Delicado estado

Junta al arquitecto y presidente de Cabildo Patrimonial, Alex Garrido, visitamos la iglesia de Altovalsol. Tras recorrer cada uno de sus rincones, el especialista nos entrega una diagnóstico preocupante. “En términos arquitectónicos hay que entender que la iglesia formaba parte de un complejo, que era el de la hacienda, situación bastante común en todo Chile. En estas iglesias se oficiaban misas para toda la comunidad. En particular, esta tiene una construcción bastante sobria y elegante, por lo que tiene elementos que le dan una importancia mucho mayor. En los muros ya se encuentran algunas fisuras y tiene unos daños que pueden ser de importancia más adelante, y que incluso podrían significar algún colapso a futuro. Otro detalle importante es que se mantiene el piso original, que son bloques que se tienen que haber hecho acá en el mismo sector. Se ha ido soltando mucho el entablado superior de la iglesia y en cualquier momento puede empezar con un deterioro mayor, creo que es el momento justo para comenzar a hacer un tratamiento sin que salga algo muy costoso”, indicó el experto.

Alex Garrido dijo que su primer diagnóstico indica que la iglesia sí se puede reparar y no reconstruir. “En este caso se puede restaurar. Este es el momento de hacerlo. Si se espera más tiempo es posible que empiece a tener algunos deterioros mayores y puedan colapsar algunas partes, en general las que están más expuestas a las aguas lluvia y los temblores. Lo malo es que no existen recursos directos del Estado o el Arzobispado para actuar con rapidez. Además, no es monumento nacional, pero si lo fuera tampoco tendría recursos. Lamentablemente, esto no es como reparar una casa, requiere de recursos más elevados. Esto debe ser tomado como una prioridad”, aclaró.

Ornamentos litúrgicos

Hay muchos detalles de la iglesia de Altovalsol que llaman la atención de los expertos y también de las personas que han tenido la oportunidad de visitarla. Por ejemplo, su piso de piedra permanece intacto desde su construcción. Intacto también está el púlpito o plataforma elevada desde donde el sacerdote oficiaba la misa. Este púlpito se encuentra adosado a una de las paredes del templo.

“La misas de antaño eran en latín. No teníamos un sacerdote en Altovalsol. Venía desde Islón. Llegaba en su caballo, hacía la misa y luego subía a su caballo y regresaba. Cada cierto tiempo se realizaban “las misiones”. Allí la gente del pueblo se podía bautizar, casarse o realizar la primera comunión”, recordó la señora Ana Raquel Rojas, en el libro “Altovalsol, crónica de un pasado histórico”, quien nació el año 1923 y vive en el pueblo desde que tenía siete años.

Una cruz de vidrio se ubica junto al centro de la capilla. La luz del exterior ingresa por la misma cruz, provocando un hermoso fenómeno parecido al de los vitrales.
Sobre el altar mayor se pueden observar cuatro pilares tallados en madera autóctona. En su parte más alta, se aprecia un triángulo que en su interior tiene un ojo. Llama la atención ya que este último símbolo es usado por la Masonería.

Un sagrario o lugar donde se encuentran las hostias consagradas se puede apreciar abajo del altar mayor. En ese mismo sector se encuentra la imagen de un cóndor comiendo sus entrañas.

En su altar menor, construido con finas maderas, se puede apreciar un antiguo crucifijo. En ambos costados, se ubican dos pequeños “ángeles custodios” y la imagen del “Niño Jesús” con un planeta Tierra en sus manos.

En el fondo, a la derecha, se encuentra un óleo con la imagen de Jesús con su corona de espinas antes de ser crucificado. A la izquierda, se ubica un óleo que muestra a una “dama misteriosa”. Nadie hasta ahora puede identificarla con certeza. Algunos creen que se trata de la Virgen María, una beata, e incluso María Magdalena.

Más adelante y por ende más cercana a los fieles, se encuentran las imágenes de las vírgenes de Lourdes y del Rosario, esta última patrona del pueblo de Altovalsol.

En un costado también es posible observar una colección de trajes usados por los sacerdotes que durante estos más de 154 años han pasado por el lugar. Todos ellos confeccionados en finas telas, las que por su falta de cuidado han comenzado a evidenciar el paso del tiempo. Otra pieza de un valor incalculable es una antigua biblia escrita en latín.

Abandono

La señora Mireya Ardiles lleva más de 5 años a cargo del cuidado de la iglesia y ha notado el deterioro producto del paso de los años. Hoy clama por encontrar una solución que permita poder mejorar el recinto.

“Son lamentables las condiciones en las que está la iglesia. Ojalá se pudiera hacer algo porque está en una situación deplorable, abandonada, la falta de iluminación hace que los jóvenes se vayan a juntar en el sector, es penoso verla así. Mucha gente dice que es muy triste pasar por el lugar y ver un edificio todo roñoso. Cuando ya no esté, ahí lo vamos a valorar y creo que se pueden hacer cosas, pero son los recursos económicos los que no tenemos. Esta iglesia es una reliquia y cada día la estamos perdiendo”, indicó a El Día.

La vecina indicó que hasta ahora la iglesia se mantiene gracias a donaciones y aportes propios que deben realizar todos los meses. “La Junta de Vecinos se hizo cargo de pegar la luz, la ornamentación o las florcitas que se ponen, lo tenemos que ver a través de las colectas en las misas, para poder solventar todo el año. Se hizo la campaña de la vela, por lo que tenemos para unos tres meses más. Pero hay muchas cosas que yo compro de mi bolsillo, como las hostias, el vino… todo lo que son los detergentes, el cloro, etc.”, precisó.

Mireya Ardiles insiste en que esta iglesia merece estar en mejores condiciones. “Lo que me gustaría es que se pudiera hermosear un poco la capilla para que le dé vida. Está un poco apagada, hay que pintarla y lo más importante es retomar todas las actividades que antes se hacían acá en el pueblo. Por ejemplo, el Cuasimodo, la semana santa con el Vía Crucis, las fiestas religiosas, tenemos que retomar todo eso. Y que la comunidad también apoye en todo eso. Además, es relevante poder seguir desarrollando la preparación para las primeras comuniones, pero el lugar no está en condiciones, la iglesia además no tiene agua, no tiene un baño”.

Otro aspecto que podría ser desarrollado a partir de una futura restauración y mejora de la iglesia de Altovalsol tiene que ver con el ámbito turístico.

Vecinos

La presidenta de la Junta de Vecinos de Altovalsol, Carolina Bravo, indicó que existe preocupación en los vecinos por el estado en que se encuentra su iglesia. “El problema es que el terreno donde está ubicada la iglesia son bienes comunes. Nosotros los que estamos haciendo es realizar los trámites para regularizar la propiedad, pues nos corresponde el 50 más uno de esos bienes. Una vez que se logre hacer eso, quizás podamos optar a fondos para poder mejorar la iglesia o pedir al Arzobispado que pueda realizar algún proyecto”.

“Nos gustaría que la iglesia contara con una sacristía en buenas condiciones y un lugar donde se puedan realizar preparaciones para la primera comunión. Pero además, nuestra idea también es poder ampliar el colegio, que pueda tener enseñanza media y tener un posta. Todo eso queremos lograr”, dijo Bravo.

Muchos habitantes de Altovalsol han manifestado su preocupación por la condición en la que se encuentra su iglesia y recuerdan con mucho cariño los años en que estaba llena de vida. “Yo he vivido desde siempre en Altovalsol y me entristece ver cómo nuestra iglesia se deteriora día a día. Se extrañan aquellos tiempos en que la iglesia se llenaba de gente los domingos o los niños hacían su primera comunión. Hoy en día ya no es lo mismo... la gente se ha alejado y sólo asiste cuando alguien fallece...es triste que no se le reconozca el valor patrimonial que tiene esta capilla, quizás mucha gente no lo sepa, pero nuestra capilla está a punto de cumplir más de 150 años... y creo que es el momento de ir en rescate de uno de los lugares más lindos con que contamos, pues si no hacemos algo ahora, mañana lamentaremos no haber luchado por ella”, indicó Nelly Robledo, habitante de Altovalsol.

Empresariado

Pero el estado de la iglesia también ha generado la preocupación de empresarios de la zona. Uno de ellos es Felipe Acuña, del Parque Acuático Curunina, que se ubica en Altovalsol. “Nuestra preocupación pasa por darle al pueblo una identidad. De a poco nos hemos ido transformando en un polo turístico del pueblo, antes eran Algarrobito, El Molle, Las Rojas y Vicuña, pero Altovalsol no. Pero ahora hay mucha gente que está viniendo, lo que ha permitido que los vecinos se pongan a vender pasteles caseros o jugos naturales, o cuarzos de la zona, por lo que ya no es un pueblo de paso. Por eso es importante ir mejorando la infraestructura de la zona. Se ha hecho bastante por la plaza y ahora queda darle la identidad a ese patrimonio que es la iglesia, que es una de las primeras que existen camino al valle”, recordó.

El empresario indicó que como empresa están dispuestos a apoyar un proyecto que permita mejorar este recinto religioso. “Hay que hablar con toda la comunidad, para resolver el tema del terreno donde está la iglesia, y poder implementar en el frontis una bonita plaza de iglesia, mejorar la entrada e ir mejorando todo el entorno. Ahora hay sólo un sitio eriazo. La iglesia está en el eje del pueblo y es imposible no pasar por ahí. La iglesia en sí está en muy malas condiciones y para lo único que se está usando es para los funerales. Hay gente nacida y criada acá y se entiende que su última despedida tiene que ser en el pueblo. Acá hay varios otros empresarios que están dispuestos a ir mejorando esta situación. Yo al menos tengo las intenciones y las ganas”, dijo Acuña.

Finalmente, se espera que dentro de los próximos meses se pueda realizar alguna reunión entre la Junta de Vecinos, los cerca de 18 dueños de los bienes comunes y los empresarios de la zona para definir el destino de los terrenos donde está emplazada la iglesia.

De esa manera, entre todos se podría definir un proyecto o iniciativa que permita preservar este legado arquitectónico y religioso de la Región de Coquimbo.