El chileno Sebastián Silva hace de la oportunidad una película

El director chileno Sebastián Silva presenta el sábado en Los Ángeles su relato autobiográfico de unas vacaciones de verano, "Crystal Fairy"
El chileno Sebastián Silva hace de la oportunidad una película
El chileno Sebastián Silva hace de la oportunidad una película
sábado 15 de junio de 2013

El director chileno Sebastián Silva presenta el sábado en Los Ángeles su relato autobiográfico de unas vacaciones de verano, "Crystal Fairy", una producción imprevista e improvisada que en enero sedujo con su naturalidad al jurado del Festival de Sundance.

La película aterriza en Los Angeles Film Festival, en el sur de California, después de un recorrido por certámenes de la costa oeste de EE.UU. y antes de su estreno oficial en este país, previsto para julio.

"No era un proyecto, era una historia que tenía un poco pensada y basada en un hecho real", comentó Silva en una entrevista concedida hoy a Efe.

"Crystal Fairy" surgió por casualidad, debido a un retraso para conseguir la financiación de "Magic, Magic", un filme más ambicioso que suponía para Silva "un desafío profesional" y que desveló en el festival francés de Cannes.

Y esa casualidad quiso que echara mano de sus amigos Juan de Dios y Pablo Larraín ("No") para producir la cinta que coprotagonizaron sus tres hermanos, Agustín, José Miguel y José Andrés, y encabezada por los estadounidenses Michael Cera ("Juno") y Gaby Hoffmann ("Field of Dreams").

La trama cuenta el viaje de Jamie y sus amigos a una playa en el norte de Chile para experimentar el efecto psicotrópico de la mescalina contenida en el cactus San Pedro. Un recorrido en el que se les unirá una joven de espíritu libre que responde al nombre de Crystal Fairy.

En ese relato, Silva se reconoce en el personaje de Cera, aunque confiesa que lo convirtió en un chico desagradable por el bien de la ficción: "Yo era un buen tipo", declaró el realizador, que cuando tenía poco más de 20 años conoció a la verdadera Crystal Fairy, una chica de San Francisco que le inspiró el filme.

Cera y Hoffman no dudaron en subirse al carro del proyecto cuando Silva lo propuso y durante 12 días rodaron de forma incansable, sin diálogos en el guión, pero con escenas preconcebidas y tomas que duraban hasta 40 minutos para lograr lo mejor de cada interpretación.

El trabajo más duro vino después, en la edición, según explicó Silva, que se involucró personalmente en ese proceso para el que contó con un par de ayudantes.

"He aprendido una lección espiritual y profesional" con "Crystal Fairy", confesó el director de la premiada "La nana".

"Aprendí que existen demasiados tipos de proyectos, que el cine pueden ser muchas cosas a la vez. 'Crystal Fairy' es un tipo de película y no nos habría quedado mejor si hubiéramos tenido más tiempo y más dinero. Es lo mejor en su propia naturaleza", manifestó.

Silva buscó el realismo en la cinta, un entretenimiento "relajado", mientras que en "Magic, Magic" trató de tener "más control".

"Son animales distintos. Como desafío profesional 'Magic, Magic' es muy importante en mi carrera, una historia con un objetivo muy claro. 'Crystal Fairy' es un dibujo en una servilleta que quedó muy bien", afirmó.

En su frescura, "Crystal Fairy" ofrece una mirada a la idiosincrasia de los habitantes de partes del norte chileno y su forma de vida, no en vano son personas reales que se prestaron como personajes del filme.

Así, son actrices desde una señora que abre su casa al grupo de jóvenes que busca conseguir el cactus alucinógeno hasta un vendedor de empanadas donde el equipo de filmación se detuvo a comer porque "tenía hambre".

"Fue fácil, es como si uno está con un grupo de personajes y los pone en una localización", apuntó Silva sobre una película con alma de taller de interpretación