Feriantes de Illapel en pugna con el municipio por nueva plaza de abastos

Unos 80 propietarios de puestos de la feria libre se resisten a instalarse al nuevo recinto que se les ha asignado señalando que cambiaron las normas acordadas.
Feriantes de Illapel en pugna con el  municipio por nueva plaza de abastos
Feriantes de Illapel en pugna con el municipio por nueva plaza de abastos
jueves 26 de mayo de 2016

Un grupo de unos 80 propietarios de puestos de la feria libre de Illapel entraron en pugna con el municipio luego que no quisieran cambiarse a la nueva plaza de abastos que se construyó indicando que cambiaron las reglas del juego y que el recinto no es el más adecuado para funcionar.

Durante la mañana de este jueves incluso hubo un intento de desalojo desde la vía pública donde se han instalado por décadas y la municipalidad comenzó a cursarles partes.

Janet Iturra, quien es parte de los feriantes que no se han querido trasladar argumentó (en contacto telefónico) que “esa plaza de abastos no reúne las condiciones para los feriantes que somos de calle. Tenemos más de 40 años trabajando en la calle y entenderá que no es fácil cambiar de modalidad de trabajo, además que los costos son muy altos”.

Sobre esto último explica que se les ha informado que tienen que pagar arriendo, lo que no estuvo contemplado en un comienzo. “Uno acá gana para el día a día, no alcanza para pagar arriendo. Yo tengo 35 años trabajando, perfectamente podrías haber tomado un local del centro y seguiría trabajando, porque sé que tengo público, pero donde instalaron la plaza de abastos no hay público, no hay poblaciones en el entorno, a lo mejor en 20 años más lo habrá, pero quién alcanzará a esos 20 años. Los que nos quedamos es porque no tenemos otros ingresos más que la feria”, precisa Janet Iturra.

Reconoce que hubo un número de feriantes que se trasladaron a la feria de abastos, pero indica que fue por las presiones y “por temor a no quedarse con nada, pero están todos tristes y algunos ya han venido a llorar acá para que se les reciba, nosotros los recibimos cariñosamente, pero hay que dar la lucha”.

Intentos de desalojos

Reconoce que ha habido intentos de desalojarlos de la calle, “a las seis de la mañana llegó Carabineros con furgones a desalojarnos, como si fuésemos delincuentes, no sé qué pretenden”.
Finalmente cerca de las ocho de la mañana se instalaron nuevamente y comenzaron a trabajar, como lo han hecho por más de 40 años en el mismo lugar. Sin embargo, a poco andar recibieron una nueva embestida, esta vez desde el municipio, ya que inspectores llegaron para cursarles multas.

“La represión está, porque mandaron a funcionarios municipales con una pareja de Carabineros y nos están sacando partes, nosotros estamos trabajando”, señala Iturra.

Sobre el pago de arriendos en la plaza de abastos levantada por el municipio señala que en un comienzo les señalaron que era de 180 mil pesos mensuales, cifra que se fue bajando y en la actualidad se determinó que serían 50 mil pesos, pero eso a ha sido “con la lucha que hemos dado los últimos tres meses, pero los que no son feriantes están pagando los 180 mil pesos, pero a eso se deben sumar los gastos comunes, agua y luz, además del permiso, un contador, porque hay que cambiar de giro y la patente, es un costo muy alto. Y eso será mientras dure la marcha blanca, después cambia el precio”, señala, afirmando que no están en condiciones de sostener, más aún en un lugar donde el público es muy inferior al que llega a la feria libre.

No han sido escuchados

La concejala Fancy Navea (PS), comparte los reclamos de los feriantes, indicando que ellos han gestionado en el municipio, pero no han sido escuchados.

Plantea que “hace tres meses que están solicitando al municipio, a través de cartas, concejos, pidiendo que se abra una mesa de diálogo para ellos y tener una solución a la problemática, porque hace tres meses que están diciendo que no se van a ir a la plaza de abastos”.

La concejala precisa que “no se les ha entregado ninguna solución, el alcalde no ha querido escuchar ni siquiera a los concejales y nos vemos enfrentados hoy a lo que ha acontecido”.

Fancy Navea, indica que las cosas no se han hecho como corresponde e indica que el lunes recién pasado se les notificó a los feriantes con un papel que “es un verdadero panfleto, no tiene firma, no tiene nada y otro papelito sin ningún asidero legal, hay una irregularidad en ese sentido, porque no se les notificó con el decreto. Hoy llegan a desalojarlos con una ordenanza que es la de la plaza de abastos, que no es la ordenanza que a ellos los rige y que reglamenta el funcionamiento de las ferias libres de Illapel”.

La autoridad aclaró que no está en contra del progreso de la comuna, porque también se hizo parte de la construcción de la feria de abastos, pero que ella ha sido crítica dentro del concejo comunal porque considera que hay irregularidades de lo que se ha dado cuenta a la Contraloría y “pese a todo ello el alcalde de la comuna inaugura esta plaza de abastos y no prevé ni hace oídos a los problemas que ya se estaban ocasionando con los feriantes que no se querían ir”.

Origen del proyecto

En el origen de la plaza de abastos, el proyecto consideraba trasladar a todos los feriantes a ese recinto, pero según la concejala Fancy Navea, las condiciones eran muy distintas y consideraba 180 locales destinados para cada uno de los feriantes, contemplaba una sede para su sindicato y los puestos eran mucho más amplio de los que se dispone en la actualidad. “Cuando llega Denis Cortés modifica este proyecto, deja los puestos de 3X3, pone jardines infantiles, plaza, salas para administración, sala de eventos y achicó todos los espacios, sin dejar cabida ni siquiera a los camiones de carga que ellos tienen”, precisa Navea.

Recuerda que en la mesa de trabajo que se conformó en algún momento, hubo siete feriantes que se retiraron de ésta por no estar de acuerdo con lo que se estaba proponiendo el año pasado y que le cambiaba los acuerdos, por ejemplo, que los puestos estarían bajo su administración y no de un tercero ni del municipio. Tampoco estaba contemplado que pagaran arriendo. “Esa es una modalidad que fue implementada después por el equipo técnico del municipio y con la que nadie estuvo de acuerdo”, indica la concejala.