Recobrando historias que el tiempo dañó

Por cientos de años, la Humanidad ha buscado proteger diferentes textos que reflejan parte importante de la historia de los pueblos. Restauración, reparación y encuadernación se unen bajo una sola consigna, mantener vivas las historias que se han escrito, labor que involucra paciencia y dedicación.
Recobrando historias que el tiempo dañó
Recobrando historias que el tiempo dañó
domingo 16 de junio de 2013

En medio de los grandes edificios y del ajetreo diario de La Serena existe un lugar donde pareciera que el tiempo se detuviera. Entre sus paredes se han contado las historias más increíbles y ha sido testigo de la evolución natural de la comunidad. Por muchos años, la Iglesia Santa Inés, ubicada en calle Almagro 282, cumplió con su labor evangelizadora y entregó a los habitantes serenenses un espacio de encuentro y reconciliación con Dios.
 Hoy, tras abandonar la consagración y convertida en centro cultural, el lugar combina perfectamente elementos técnicos y artísticos revelando el significado patrimonial que posee el inmueble, con el fin de rescatar la religiosidad, la cultura e identidad local. Es justamente ahí donde se desarrolla una actividad muy particular.
En abril de este año, Pía Ahumada, una joven serenense ligada al mundo de las letras, comenzó a dictar un taller de encuadernación y reparación de libros, oficio que debido a la vertiginosa modernidad ha quedado un poco en el olvido, pero que se mantiene vigente en la memoria de los más románticos.
“Desde hace tres años que estoy encuadernando textos por mí misma, soy autodidacta, leo libros al respecto y luego aplico lo que aprendo”, confiesa la joven, cuyo primer acercamiento con este oficio estuvo ligado a su cargo como editora de una revista literaria de circulación local.
“Dentro de esta revista sacábamos números especiales que tenían 60 páginas y era necesario encuadernarlas, ese trabajo lo hacía yo. Editaba mis propios textos y también me encargaba de la encuadernación porque no teníamos recursos para pagarla”.
Una vez que adquirió la destreza necesaria en la materia, se animó a compartir con la comunidad sus conocimientos y presentó este proyecto al Centro Cultural Santa Inés, donde de inmediato aceptaron su propuesta.
“Nos pareció muy importante poder incorporar este taller a nuestra oferta cultural porque en muchas casas hay libros que con el tiempo y los pocos cuidados han sido maltratados y que es necesario conservar”, señaló Marcela Reyes, encargada del Centro Cultural Santa Inés.
Y aunque pareciera que la labor es sencilla requiere de mucha dedicación. “Es muy fácil, pero se necesita paciencia para, por ejemplo, pegar pequeños detalles o volver a coser los encuadernados”. Por ello, el taller está orientado a jóvenes y adultos.

MANOS A LA OBRA
Para comenzar a trabajar en la encuadernación y reparación de libros, Pía inicia los talleres, de carácter gratuito, realizados los días lunes desde las 18.00 horas en el Centro Cultural Santa Inés, con una introducción para explicar a los participantes qué es la encuadernación, para qué sirve y en qué se aplica.
“Hacemos pequeñas clases teóricas sobre los materiales, los papeles, algunas recomendaciones y luego se les pide a los asistentes que traigan sus propios libros para comenzar a trabajar con ellos”, explicó.
Ahumada destacó que el taller apunta a la reutilización de materiales que se encuentran en las casas. “La idea es que no se compre nada, por lo que es muy artesanal y muy barato”, afirmó.
“Trato de recurrir siempre a cosas que uno tiene en la casa, cosas muy básicas como una tijera, una perforadora, una corchetera hasta papel de regalo. Para la gente cachurera este taller es genial”.

ACERCÁNDOSE A LA COMUNIDAD
Inicialmente, el taller de encuadernación y reparación de libros se dictó durante el mes de abril, pero gracias a la buena recepción que tuvo entre la comunidad, el Centro Cultural Santa Inés volvió a presentarlo durante junio y se extenderá hasta mediados de agosto.
“Estamos recién comenzando con la difusión del taller y ha tenido buenos resultados, ha venido harta gente a pesar de ser un taller tan específico”, indicó la encargada del Centro Cultural, Marcela Reyes.
La administradora enfatizó en que “a la gente le ha encantado porque tiene que ver con mucha cosas más allá de la reparación del libro, es la historia la que se conserva para evitar su pérdida”.
Por su parte, Pía Ahumada, a cargo de la actividad, señaló que “participa gente de diversos intereses. Hay algunas personas que no saben nada, que vienen a curiosear y hay otras que tienen objetivos como aprender a hacer libretas para vender o aprender a reparar sus libros. Incluso ha venido gente que tiene pequeñas editoriales y se acercan para recordar algunas cosas”.
Según afirmó, por años en los colegios se enseñó este oficio, pero a medida que la tecnología se fue abriendo espacios, lentamente la encuadernación fue perdiendo adeptos.

APRENDER A DIFERENCIAR
Para Pía es fundamental que la comunidad y sobre todo los participantes del taller comprendan la diferencia entre encuadernación, reparación y restauración de libros ya que muchos tienden a confundir los términos.
“La encuadernación es hacer un libro o una revista. Al juntar las hojas sueltas se está encuadernando y existen diferentes técnicas para hacerlo. Puedes imprimir un texto y luego encuadernarlo”, explicó Ahumada.
Por otro lado, la joven señaló que la reparación se refiere a las acciones que se realizan para mejorar el estado de un libro que se adquirió y que por causa del tiempo se dañó, “con la reparación le devuelves la funcionalidad que tenía el libro”.
Finalmente, Pía indicó que la restauración “involucra un trabajo con químicos y lo hace gente que ha estudiado. Las bibliotecas o universidades utilizan estos procesos para recuperar escritos de los que hay sólo una copia” y aclaró que “este taller es sólo de encuadernación y reparación”.

IMPORTANCIA DEL LIBRO
Son cerca de siete personas las que actualmente participan del taller de encuadernación y reparación de libros. Mario Rojas, profesor de educación general básica dedicado al teatro, es uno de ellos. “Creo que lo más importante del taller es la preservación del libro como un objeto relevante para el desarrollo humano y la encuadernación representa oficios que están perdidos” indicó.
El docente además agrega que “si hay alguien que puede impartir este taller y uno tiene la posibilidad de tomarlo, hay que hacerlo porque los oficios son los que conservan el espíritu de los pueblos”.
La encargada del Centro Cultural coincide con Rojas y enfoca la importancia del taller en la preservación de textos. “Tiene que ver de alguna manera con el oficio tan noble de reparar, en esto caso, algo que están importante como un libro o una revista. Hasta tiene un poco de romanticismo y poesía hacernos cargo de este objeto que muchas veces ha estado por mucho tiempo en las familias”, dijo Reyes.
Cada libro, cada texto representa una historia, una obra o una persona en particular que se niega a morir y que busca trascender más allá de esta vida y de las que vengan, tal como dice aquel adagio popular: “Las palabras vuelan, lo escrito permanece”. 

TALLER EN SANTA INÉS

••• Actualmente el Centro Cultural Santa Inés ofrece a la comunidad talleres gratuitos sobre apreciación literaria, un taller de coro infantil para niños y niñas, un taller de comics para adolescentes y jóvenes, y el taller de encuadernación. “La programación es bien variada y tratamos que haya de todo: música, literatura y arte”, comentó Marcela Reyes, encargada del lugar.
La administradora además extendió una invitación a toda la ciudadanía a participar de las actividades que se realizan en el lugar. “Ojalá que niños, jóvenes y adultos se acerquen y disfruten de esta oferta que está preparada para que puedan conocer sobre la cultura y el arte de nuestra región”.