Reiki: Traspaso de amor que sana los deseos del alma

Técnica milenaria que busca el equilibrio de nuestro cuerpo a través de la entrega de energía captada desde el universo o cósmos.
Reiki: Traspaso de amor que sana los deseos del alma
Reiki: Traspaso de amor que sana los deseos del alma
lunes 17 de febrero de 2014

De origen japonés, el Reiki es una terapia milenaria utilizada para sanar a través de las manos. Las personas que lo practican aseguran que es asombroso cómo funciona y muchas afirman que ha cambiado su vida. Incluso, la medicina convencional, siempre escéptica ante este tipo de técnicas alternativas, ya ha empezado a impartirlo en hospitales.

Reiki en japonés significa ‘energía universal’ y consiste en canalizar a través de las manos una poderosa fuente de vibración que nos rodea y que es entregada hacia uno mismo o hacia otras personas para curar enfermedades físicas o sanar emociones.

Así lo explica Ximena Villarroel, quien desde el 2006 ofrece terapias de Reiki en el Centro Vida Pura de La Serena. “La persona que hace Reiki invoca la energía del universo para que, por los canales que a él se le han abierto, traspase esa energía y llegue a la persona que lo necesita, sólo actuamos como un canal”.

Al igual que la acupuntura o el shiatsu, esta técnica parte de una tesis muy sencilla: que el ser humano es “todo energía”, afirmación que aunque parece muy esotérica comparte aspectos con la física cuántica.

El Reiki sostiene que cuando la energía se bloquea, por cualquier circunstancia, es cuando se produce una enfermedad. La imposición de las manos en la zona enquistada, donde la energía ha quedado taponada, sirve para disolver ese ‘nudo’ que impide que la energía fluya y así devolver el equilibrio al organismo.

EL PRIMER MAESTRO. Aunque esta práctica de canalizar energía tiene más de 3.000 años de antigüedad cayó casi en el olvido hasta que fue rescatada en 1920 por el doctor Usui, sacerdote cristiano, profesor de teología y rector de la universidad cristiana de Doshisha, en la ciudad de Kioto en Japón.

Motivado por la interrogante de sus alumnos acerca de cuál era el método de curación mediante el cual Jesús sanaba a los enfermos, Usui inició una extensa investigación en fuentes cristianas y también budistas. Al cabo de diez años de intensa búsqueda y tras vencer numerosas dificultades, logró redescubrir y develar la técnica del Reiki. Sin embargo, aún le faltaba una prueba por superar.

Durante 21 días Usui debió meditar, ayunar y orar en el monte sagrado Koriyama. Al final de este lapso vivió una extraordinaria experiencia de revelación: vio un rayo de luz que descendía velozmente desde lo alto y sintió como éste lo tocaba con tal fuerza que lo tiró al suelo. Percibió entonces unos símbolos especiales que después pudo comprobar que eran los mismos que había descubierto en sus investigaciones en antiguos escritos. Estos símbolos eran la clave de sanación que Cristo y el Buda utilizaban.

Cuando bajó de la montaña, Usui ya poseía el poder de sanar a otros.

Durante los años siguientes se dedicó a practicar este método, al que llamó Reiki, y luego comenzó a enseñarlo a otras personas.

LUZ SANADORA. Para muchas personas el Reiki tiene algunos fundamentos místicos o espirituales poco comprensibles, sin embargo, la terapeuta Ximena Villarroel sostuvo que su principio está basado en que todo es energía y que ésta se recibe desde el universo o cosmos.

“Todo es muy espiritual, cada vez que haces Reiki te tienes que conectar con una fuente, con una luz porque sabes que de arriba viene todo. Cuando te conectas sientes una luz que te invade, es una luz sanadora, es amor en el fondo”, explicó.

A pesar de lo que un gran porcentaje de la población piensa, como terapia energética el Reiki no está vinculado a ninguna ideología ni religión. “Muchos creen que está asociado a religiones pero no tiene nada que ver con eso porque el Reiki es una técnica de sanación natural y no está conectado con ningún tipo de religión”, aclaró.

Además Villarroel agrega que al iniciar la terapia lo que hacen los reikistas es “enfocarse en una fuente, crees en una divinidad y ella es la que nos envía todo esa energía para sanar un paciente en lo físico, en lo espiritual, en lo emocional, en lo mental”.

UNA TERAPIA PARA TODOS. De acuerdo a lo que señaló la terapeuta Ximena Villarroel, al ser una medicina natural, no existe ninguna restricción para practicar Reiki sólo se deben tener las ganas de recibirlo.

“Todas las personas pueden hacer Reiki, niños, embarazadas y abuelitos, los animales, las plantas, hasta los objetos, las piedras, las amatistas, los cuarzos, a todo les puedes traspasar energía” afirmó Villarroel.

Respecto al tratamiento, la terapeuta aclaró que siempre dependerá del estado del paciente por lo que es totalmente individual. “Puedes hacer una sesión o más. Tuve un caso de una señora que se le cayó el pelo, le hice una sesión y le dije que viniera a una segunda, pero volvió al año siguiente y me dijo que no había venido porque se había sentido muy bien. Por eso depende de la persona y de cómo se sienta”.

Una sesión de Reiki suele un poco más de una hora. El paciente se acuesta en una camilla en un ambiente tranquilo mientras el maestro posa sus manos en distintas zonas de su cuerpo. Hay doce posiciones de manos, se empieza por la cabeza (nuca) y se termina con las plantas de los pies, reequilibrando todos los centros de energía o ‘chakras’. Durante la sesión, es habitual cerrar los ojos porque es normal que el paciente se quede dormido o entre en profunda relajación. Tras el tratamiento, se recomienda beber mucha agua y estar muy atentos a los cambios que sucedan en el cuerpo.

“Cuando la persona está muy deprimida o estresada les digo que necesitan cuatro sesiones. Tengo pacientes que sus trabajos son de un alto nivel de estrés y siguen viniendo porque les sirve, se calman. Hay personas que piensan mucho, se estresan mentalmente y hay tratamientos para esto”, indicó Villarroel.

LOGRAR EL EQUILIBRIO. Uno de los principales objetivos del Reiki es lograr el equilibrio de los ‘chakras’ de nuestro cuerpo, que al bloquearse generan enfermedades físicas y mentales.

Los ‘chakras’son siete actúan como centros receptores, asimiladores y transmisores de la energía vital del cuerpo situados a lo largo de la columna vertebral, también se relacionan con el sistema endocrino de glándulas y hormonas vitales. Cada ‘chakra’ es un centro de energía de una importancia trascendental, pues refleja un aspecto de la conciencia esencial para nuestras vidas.

“En el Reiki lo primero que se hace es equilibrar los chacras. El ‘chakra’ base o raíz está entremedio de las piernas y tiene que ver con tu conexión a la tierra. Al desbloquearlo alivia la agresividad, la rabia, además de problemas urinarios”, explicó la terapeuta del centro Vida Pura, Ximena Villarroel.

El segundo ‘chakra’ o Hara está situado en el bajo vientre, a cinco centímetros por debajo del ombligo, y es el centro de gravedad del cuerpo, centro energético o sede de la vida. “Se relaciona con el deseo, las emociones, la sexualidad, la reproducción y la fecundidad. Es el centro del bienestar, del estar centrado en uno mismo por excelencia, fundamental en la práctica de la meditación”, señaló Villarroel.

Asociado a las glándulas pancreáticas, en el plexo solar, justo debajo del diafragma, se ubica el tercer ‘chakra’. Este centro se relaciona con la voluntad, con el poder personal como capacidad «de», así como con el autodominio y la autoafirmación. “Aquí se reflejan el manejo de los conflictos, el dominio y la sumisión, la capacidad de cooperar y la responsabilidad de uno mismo”.

La terapeuta agrega que “se relaciona con el miedo, la inseguridad, la rabia y la angustia, así como con la falta o exceso de límites: el invadir o dejarse invadir”

El cuarto ‘chakra’ es el del corazón o centro emocional. Está asociado al timo y se relaciona con la apertura del corazón, la aceptación incondicional, el amor, la compasión, la soledad y el anhelo de conexión con quienes nos rodean. Interviene en la capacidad de establecer vínculos amorosos y compasivos con los demás, y su falta de equilibrio o disfunción se refleja en la existencia de problemas tanto de adicciones afectivas y pérdida de individualidad, como de relaciones superficiales, indiferentes o transitorias. Este centro es el nexo de unión entre los ‘chakras’ inferiores y superiores, donde se unen instinto y espíritu, Tierra y Cielo.

El quinto ‘chakra’ es el de la garganta, se asocia a la glándula tiroides y se relaciona con la capacidad de expresarse, la creatividad y la comunicación. “Supone la aptitud de dejar expresarse al corazón, sus percepciones y sentimientos de forma creativa, la propia verdad o voz interior”. Bloqueos de este centro provocan tanto culpas y acusaciones hacia los otros como por el contrario el hecho de ‘tragarse’ cuanto a uno le digan.

Ubicado en el centro del cerebro a la altura del entrecejo, en la glándula pineal, se encuentra el sexto ‘chakra’. Se relaciona con la visión interior, la intuición, la contemplación y la compresión. Indica tanto un mirar hacia fuera como hacia el interior.

Según Villarroel este ‘chakra’ “favorece la capacidad imaginativa y la visión de la esencia de las situaciones. Las disfunciones de este centro pueden dar lugar a obsesiones y alucinaciones”

Finalmente el séptimo ‘chakra’ está en la parte superior de la cabeza, área de la fontanela y la glándula pituitaria, y nos comunica con el universo; supone estar abierto a algo mayor que uno mismo, el sentido religioso o trascendente. “Conecta el espacio interior con el exterior y favorece procesos de conocimiento y entendimiento universales. Problemas en este centro pueden generar tanto miedo existencial como sentimiento de omnipotencia”.

SEGUIR LOS DESEOS DEL ALMA. En la filosofía reikista, esa sería la clave para estar en armonía y equilibrio con nuestro cuerpo y nuestra mente evitando el bloqueo de los siete ‘chakras’.

Al respecto Ximena Villarroel señaló que esta situación es muy común, sobre todo en un mundo tan globalizado como el actual. “Los ‘chakras’ se bloquen porque estamos haciendo algo obligados y no siguiendo los deseos de nuestra alma, los deseos de tu corazón”.

Por lo tanto, las enfermedades que nuestro cuerpo manifiesta físicamente serían enfermedades del alma. “Todos tenemos una chispa que debemos seguir. Si estás feliz en tu carrera es porque sigues los deseos de tu corazón, pero hay personas que por distintos motivos no lo hacen y por eso se enferman”, explicó la terapeuta.

EL CUERPO, LA MENTE Y EL ALMA. Múltiples son los beneficios que las personas pueden recibir al incorporar la práctica del Reiki a su vida cotidiana a lo menos una vez por semana.

De acuerdo a lo que indicó Ximena Villarroel, uno de los mayores beneficios del Reiki apunta a la reducción del estrés, genera equilibrio y bienestar de manera integral. Además armoniza, energiza, estabiliza, relaja física, mental, emocional y espiritualmente a quienes lo reciben.

Por otro lado, el Reiki acelera la habilidad natural del cuerpo para auto-sanar enfermedades, emociones y dolores; mejora el funcionamiento y el rendimiento fisiológico de células y órganos.

A nivel psicológico, Villarroel destaca que la práctica de esta terapia complementaria aumenta la claridad mental y la concentración para estudiar y/o trabajar; mejora el autoestima; es utilizado como auxiliar en el tratamiento para disminuir las migrañas, depresión, dolores menstruales y estreñimiento, así como en trastornos alimentarios como la bulimia y la anorexia.

Respecto al poder de sanación del Reiki, Ximena Villarroel tiene su propia teoría, “yo creo que las personas se sanan porque uno entrega mucho amor en esa terapia. Lo básico es la energía que entregas al paciente pero también le das amor porque es una energía que viene de una fuente divina llámese Dios, Universo o cósmos”.

EXPERIMENTAR PARA COMPRENDER. La terapeuta Ximena Villarroel llamó a toda la comunidad a experimentar una sesión de Reiki ya que, para ella, “es la única forma en que comprendan de qué se trata”.

“El Reiki es una terapia maravillosa, es traspasar amor, los invito a probarla, van a quedar contentos. Además, no tiene contraindicaciones con ningún medicamento. Es muy porque es entrega de puro amor”.

Centro Vida Pura

Ubicado en Avenida Juan Cisterna N207o en La serena, el Centro Vida Pura ofrece a la comunidad una serie de terapias complementarias basadas en un concepto de salud holístico e integral que implica un reconocimiento y síntesis de la totalidad de nuestra propia naturaleza física – mental – emocional – social – espiritual y divina.

“Aceptamos la enfermedad como una invitación de nuestro ser interno a adoptar un nuevo estado de conciencia. Nuestra meta es servir ayudando a la gente a reencontrarse con su verdadera salud, potencial y divina que reside dentro de cada uno, a través de una variedad de profesionales, ámbitos y técnicas”, señalaron desde el centro.

Entre las terapias que se ofrecen en Vida pura destacan la Quiropraxia, Terapia Regresiva, Biodanza, Yoga Inbound, Arte Terapia, Flores de Bach, Reflexoterapia, entre otros.