El Festival de Viña del Mar tuvo voz de mujer
Haciendo honor a su innegable personalidad, su fuerza vocal y su experiencia musical, la cantante mexicana Ana Gabriel comenzó su presentación en la Quinta Vergara interpretando la canción “Soy como quise ser”.
En un show que estuvo cargado de temas de amor y desamor, la voz femenina se alzó fuerte en la tercera noche del Festival de Viña del Mar, pero no sólo por la excelente actuación de Ana Gabriel, sino también por el constante cantar de un público notoriamente femenino, haciendo incluso difícil vislumbrar rostros masculinos en el lugar.
Canciones como “Cómo olvidar”, “Sin problemas”, “Evidencias” y “A pesar de todos” estuvieron dentro del repertorio de la artista mexicana. Sin embargo, el tema “Hasta que te conocí” provocó la euforia de todos, entregando 48 puntos de peak a la artista mexicana, lo más visto del certamen.
Y es que el apoyo de los chilenos hacia Ana Gabriel fue tal que durante su concierto los animadores le hicieron entrega del Copihue de Oro por haberse coronado como la artista más popular del certamen, según la elección de la misma gente.
Ante esto, la cantante comentó que “durante mi carrera, cada vez que he venido a Chile, me han dado todos los premios”, haciendo alusión al cariño de sus fans.
Además de ello, la intérprete de “Luna” también se llevó consigo las dos Antorchas y las Gaviotas de plata y oro y, para despedirse del festival, Ana Gabriel cantó su versión del clásico de Violeta Parra “Gracias a la vida”, dejando a su público gritando por más.
RISAS FORZADAS. Apenas un segundo después de que Ana Gabriel abandonara el escenario las pifias comenzaron a sonar fuerte en la Quinta Vergara, un pronóstico nada bueno para Rudy Rey, quien actuaba inmediatamente después.
Cantó como Chayanne y Ricardo Arjona, bailó como Shakira, tuvo un contacto con una parodia de Pablo Escobar, pero no, el público no quería aflojar y las pifias seguían sonando.
“Ustedes no saben lo que me ha costado llegar hasta acá” manifestó Rudy Rey, en un intento de dialogar con el “monstruo”, pero tampoco pareció dar resultado. Las cámaras no dejaban de enfocar a gente abucheando y haciendo ademanes para que el comediante bajara del escenario.
Así, el público del festival mostró las garras y no tuvo compasión con el comediante que, luego de una breve rutina, bajó del escenario sin ningún reconocimiento y acompañado de más pifias.
