Cristián Galleguillos: Coquimbano de "tomo y lomo" maneja los hilos de la comuna

Una vida marcada por la medicina, el amor, el mundo político y el servicio público son los conceptos que resumen las experiencias del jefe de la ciudad puerto.
Cristián Galleguillos: Coquimbano de "tomo y lomo" maneja los hilos de la comuna
Cristián Galleguillos: Coquimbano de "tomo y lomo" maneja los hilos de la comuna
sábado 08 de marzo de 2014

Sentado sobre el sillón preferido del living de su hogar y con la mirada atenta de su esposa e hija, conversamos con el alcalde de Coquimbo Cristian Galleguillos Vega acerca de su vida y nos remontamos al pasado, donde siendo el mayor de cuatro hermanos, destacó aspectos de su niñez, la relación con sus padres, hobbies, el momento cuando el amor llegó y aspectos profesionales de su vida.

Así, en su vivienda ubicada en el sector de Peñuelas de la comuna puerto, este coquimbano de “tomo y lomo” como se cataloga, fue rememorando su vida que comenzó en el hospital de Coquimbo un 4 de diciembre de 1962, cuando el recinto se ubicaba en calle Matta con Avenida Videla, a una cuadra del que fue su hogar y donde hoy habitan sus padres.

De sus orígenes y la vida familiar, Galleguillos se muestra emocionado al indicar que “los inicios de de mi familia están en Huamalata, un pueblito de Ovalle. Mi abuelo siempre fue empresario y se fue a trabajar muy joven a Santiago en las llamadas ‘góndolas’, cuando recién estaban apareciendo y fue pionero en poner locomoción colectiva entre Ovalle y Coquimbo, por Las Cardas.

“Con el pasar de los años, mi padre se vino a estudiar al Insuco y mi madre era originaria de Rivadavia también, donde se conocieron e iniciaron una linda relación que hasta hoy perdura y de la cual soy fruto. Debo decir que gracias al Instituto de Comercio, yo soy coquimbano”, señaló entre risas el actual edil de Coquimbo y médico de profesión.

Niñez y educación

Para el edil, una etapa que marcó su niñez fue haber estudiado en uno de los liceos emblemáticos de La Serena, este fue el Seminario Conciliar donde el cristianismo marcó su vida y recuerda haber hecho muchos amigos con los cuales hasta el día de hoy perduran lazos de afecto. Respecto a su formación y experiencia escolar, Galleguillos mencionó que “llegué en tercero básico a este gran colegio junto a los sacerdotes, de quienes tengo muy buenos recuerdos y donde recibí una educación muy completa centrada en el humanismo cristiano, donde los valores marcaron el futuro de mi vida”.

Ya en la finalización de su etapa escolar, el alumno coquimbano obtuvo el primer lugar en su promoción el año 1979, lo cual respaldó mostrando una fotografía que valida su relato. En el colegio en ese entonces estudiaba jornada completa, donde comenzó a preparar su prueba para optar a la universidad, marcado siempre por el ámbito de la biología y las matemáticas, con lo cual después decidió optar por seguir la carrera de medicina.

Tiempos de universidad y revoluciones

Tras rendir la prueba de aptitud académica y no obtener un puntaje deseado en biología, pero sí en matemáticas, inició uno de los procesos que marcó su vida, tanto en el aspecto educacional como político, que en el futuro delinearía su actual condición DC. Así, en 1980, este coquimbano decidió marcar como primera opción para su educación superior a la Universidad de Concepción, donde comenzó sus estudios de medicina. Sin embargo, pensó en estudiar sólo un año para después trasladarse a la capital del país, pero finalmente optó por la sureña ciudad.

Sobre sus experiencias en Concepción y su desarrollo como universitario, donde además fue dirigente estudiantil activo en tiempos del régimen militar, Galleguillos expresó que “llegué a Concepción e inmediatamente pensé en quedarme allí, me gustó la ciudad e hice buenos amigos. En esos tiempos era un ambiente rico dentro de la Universidad, de peñas, canto popular y pensamientos de un futuro mejor, donde estuve hasta 1987, viviendo momentos importantes de mi vida.

“Nosotros ingresamos cuando dentro de la institución no había oportunidad de elegir a ninguna directiva. Desde el rector, que era un militar, hasta el centro de alumnos eran designados por las autoridades, lo cual era increíble ya que existían muchas medidas estrictas y autoritarias. Así, desde que ingresamos a estudiar con algunos compañeros, comenzamos a crear un movimiento estudiantil que finalmente logró democratizar el sistema y lo llevaré siempre en el recuerdo, ya que fueron momentos difíciles y bien luchados”, indicó.

Sus padres siempre fueron demócratas cristianos y le inculcaron una visón de Gobierno de Salvador Allende que finalmente no prosperó en su mundo universitario, donde la realidad y la falta de libertad de expresión abrió sus intereses políticos hacia la democracia. “Recuerdo con mucha claridad de cuando era pequeño y los propios amigos de mis padres estaban siendo detenidos, lo cual cambió la manera de ver las cosas como se estimaban en un comienzo y donde la gente comenzó a tener miedo de todo”, recordó Galleguillos.

En Concepción se inicia un proceso de conformación de una agrupación democratizadora llamada Sebastián Acevedo y de lo cual Cristian, visiblemente emocionado, detalla que “en la universidad hicimos una lucha incansable por lograr llegar a la democracia a través de la parroquia universitaria, recuerdo a Sebastián Acevedo, un padre que se quemó a lo bonzo frente a la catedral porque sus dos hijos estaban detenidos y así decidimos conformar el movimiento bajo su mismo nombre, donde practicábamos la no violencia activa; protestábamos y denunciábamos las torturas existentes”.

Debido a estos hechos, el actual edil conoció los calabozos de Carabineros en unas 10 ocasiones, lo cual pasó a segundo plano en su afán de denunciar las prácticas de la dictadura. Sin embargo, fue expulsado de la universidad y detenido, instantes que relató indicando que “en algunos momentos tuve problemas en la universidad, ya que fui sumariado, expulsado y detenido por supuestos carabineros, que al instante de llevarme a las 5 de la madrugada eran encapuchados vestidos de civil y con metralletas. Sentí miedo, pero en la celda nos encontramos con un estudiante serenense, junto al cual después solicitamos la reincorporación a la universidad, lo cual conseguimos”.

Vuelta a Coquimbo, amor y desarrollo

Tras recibirse como médico el 27 de enero de 1987, vuelve a la zona para desempeñarse como médico en la localidad de Paihuano, en el valle de Elqui, donde estuvo por dos años. Posteriormente fue trasladado al consultorio de Tierras Blancas, donde ocupó el cargo de director del establecimiento por 4 años, lugar en el cual conoció a su actual esposa Carol Davies.

Respecto a este último hecho que marcó su vida y futuro amoroso, Cristian Galleguillos mencionó que “a la Carol la conocí en el consultorio de Tierras Blancas donde me la presentaron, pero ella es de origen británico. Tenía a su madre que era de Vallenar y su padre un empresario británico que vino a desarrollar un proyecto, de cuya relación nació ella; llegó aquí sin hablar español y el mismo día fuimos a una salsoteca en Vicuña, para después de un año casarnos y estar juntos hasta hoy, en compañía de nuestros dos hijos”.

Su hijo mayor es Pablo, quien cursa cuarto año de Medicina en la UCN, y Sofía, quien está en la Universidad Los Andes, estudiando terapia ocupacional. Respecto a sus padres, quienes sobrepasan los 70 años de edad, Galleguillos valora mucho tenerlos a su lado y señala que todos los fines de semanas les dedica tiempo, lo cual en oportunidades es dificultado por su agenda de alcalde.

Continuando con su desarrollo profesional, mientras sostiene una copa de helado, Galleguillos destacó que “al volver la democracia y entrar Pedro Velásquez a la municipalidad, yo asumí el cargo de jefe de Salud, para posteriormente irme a Santiago a estudiar radiología, lo cual me permitió optar al cargo de jefe de la unidad en el Hospital San Pablo, donde esto fue un orgullo para alguien que nació en este recinto y donde estuve tres años”.

“Posteriormente postulé para ser consejero regional y no me fue bien con la postulación interna al interior del partido, donde me indicaron que debía apoyar el trabajo partidario y me ofrecieron el cargo que ocupaba Moira Navea en la directiva, donde llegué a ser el presidente comunal de este.

En esa condición me di cuenta de que podría ayudar al futuro de la comuna y posterior al deceso de Óscar Pereira, se me ofreció la candidatura a la alcaldía la cual gané y hoy me encuentro muy bien en este cargo trabajando por mi gente de Coquimbo”.

De hobbies y entretenciones  

Estar en la casa de Cristian Galleguillos es adentrarse en un mundo de coleccionistas, afición declarada en su vida, por lo cual diversas figuras adornan su living, cada una de las cuales tiene una historia e importancia relevante para el actual edil de Coquimbo, quien atesora por más de de 10 años un cuadro artístico realizado con tierras de diversos colores y sobre una superficie de vidrio, el cual es regalo de un paciente, entregado por su labor cumplida en el consultorio de Paihuano.

Otra de sus aficiones es la lectura, donde destacan autores clásicos. No obstante, su mejor entretención y la cual extraña bastante, es visitar la casa que posee en el sector de Las Rojas, camino al valle de Elqui, lo cual ya no puede realizar con la continuidad que desearía, debido al poco tiempo que le deja su condición de edil porteño.