Comunidad educativa llama a no iniciar el año escolar 2016

Presidenta del Centro de Padres y Apoderados del colegio San Martín de Porres, en Las Compañías, formuló esta idea argumentando que “no están las condiciones para dar comienzo a las clases el próximo 1 de marzo".
Comunidad educativa llama a no iniciar el año escolar 2016
Comunidad educativa llama a no iniciar el año escolar 2016
jueves 11 de febrero de 2016

Carolina Torres, hija del ex sostenedor del colegio técnico San Martín de Porres, ubicado en el sector de Las Compañías, se contactó con Diario El Día para desmentir las declaraciones emitidas por la actual dueña de la institución educacional, Minerva González, en la edición de este martes, donde señaló que todas las deudas habían sido saldadas durante su administración y que ha mostrado siempre su interés en resolver este conflicto, que estaría dejando a 1.200 estudiantes hacinados en un recinto de 4.800 m2.

“A ella le conviene eso, porque con la nueva reforma aumenta el costo del alumno, especialmente el de enseñanza media, cuya subvención pasaría a valer $100.000 mensuales cada uno. Más alumnos, más ganancias”, argumentó.

Torres dijo que “dentro de lo que se escribió dice que González se ha acercado a negociar pero que somos nosotros los que estamos trabando el tema al pedir 4,5 millones de pesos por el arriendo del recinto. Esto es mentira puesto que solamente se le están cobrando 1,5 millones. Ella ha tenido cuatro años para encontrar soluciones pero nunca se ha sentado a negociar con nosotros, ése es solamente un discurso para la comunidad.” Torres respaldó sus declaraciones con una sentencia judicial emanada a fines del año pasado, donde se establece una orden de desalojo para Minerva González por el no pago de tres millones de pesos.

Enfatizó que decidió ayudar al centro de padres para “beneficiar a la comunidad educativa ya que la sostenedora solamente quiere lucrar y no le interesa el bienestar de los alumnos”, agregando que las condiciones con que el colegio daría inicio al año escolar son paupérrimas, “los estudiantes quedarán aglomerados al reducirse el espacio de los patios y se perderán las vías de escape debido a que se sacaron las panderetas para reducir el perímetro del terreno. Yo vine con carabineros a impedir que siguieran removiendo las estructuras. Hay que detener esta situación, los colegios son contenedores sociales, no empresas. No podemos tener escuelas en estas condiciones si queremos ser comuna, sobre todo si es el tercer liceo técnico del sector. Es una oportunidad para nuestros niños que no se puede perder.”

A estas demandas se sumó Cristopher Pizarro, ex alumno del San Martín de Porres y quien trabajaba como administrador. Pizarro señaló que fue despedido arbitrariamente por “entregar mi total apoyo a la presidenta del centro de padres y apoderados. Cuando salí de vacaciones me dijeron que había sido cesado de mis actividades. González miente, la carta prueba que es ella quien no quiere negociar, si hasta la inmobiliaria nos apoya”. Los alumnos también respaldaron a Torres, siendo Nicolás Poblete, quien cursa primero medio, quien habló en representación de ellos, “me importa mucho que el colegio no pueda abrir debido a que mi madre paga la matrícula por un servicio que no es el prometido. La actual sostenedora está solamente bajando la calidad. Nos ofrecieron reubicarnos pero esa no es la solución. Yo quiero egresar junto con los compañeros que llevo tantos años compartiendo, además mis padres tienen el derecho a elegir dónde quiero estudiar y ella está coartándoles esa posibilidad”.

Observando los daños 

Diario El Día tuvo acceso a las actuales instalaciones del colegio San Martín de Porres para comprobar en terreno las mermas estructurales que este conflicto ha provocado a las instalaciones de esta institución a través de un recorrido guiado por uno de sus apoderados, donde se pudo constatar en terreno que efectivamente el muro fue trasladado en una porción importantísima, colindando al edificio y la existencia de una gran cantidad de basura en gran parte del sitio, principalmente restos de alimentos, envases plásticos y materiales para construcción. 

Otra muestra de este daño severo, es la parte trasera del colegio, donde según fuentes internas existía un centro deportivo, consistente en una cancha de pasto natural (que se secó hace cinco meses) por mala mantención del sistema de drenaje y camarines, los cuales quedaron fuera del amurallado. Sin embargo, el problema más importante lo presenta el galpón, el cual se encuentra en un notorio abandono. 

Esta construcción es vital para el funcionamiento del San Martín de Porres, puesto que allí se debería haber instalado el taller para los alumnos de mecánica automotriz y electricidad, para el que ya habían aprobados 150 millones de pesos del proyecto “Educación 3.0” que nunca volvieron a verse.