El rumbo al éxito de Mario Briceño

Desde que dio sus primeros pasos el joven jugador de CD La Serena, Mario Briceño, conoce los significados de los términos de sacrificio, esfuerzo, dedicación y trabajo. Y, para su suerte, su querida amiga, las pelotita, le ha facilitado un poco su corto peregrinar por la vida y lo tiene en el camino correcto. Obviamente, si nada lo aparta de sus claros objetivos, esos que se trazó cuando se dio cuenta que tenía las virtudes para ser alguien en la vida gracias al fútbol, seguro que también conocerá el éxito.

Ya ganó sus primeros aplausos y también sintió esa agradable sensación de ser querido y felicitado por esos hinchas que hasta más de una lágrima derramaron al verlo correr y festejar los goles. Es cierto, son sus dos primeros goles en el profesionalismo y muchos son los jugadores que han partido con el pie derecho su carrera en el fútbol y se han quedado en el camino, pero este delgado y veloz jugador tiene claro sus objetivos y dice que luchará por lograr ser alguien en la vida. Su espejo es Alexis Sánchez, que por esas cosas de la vida, también es hijo del rigor, del sacrificio y nacido en el seno de una familia donde nada sobraba.

Luego de cinco años aprendiendo el A-B-C del fútbol en las cadetes de CD La Serena bajo el alero del “profe” Sergio Carmona, formador de los “Carasucias” que le están dando nuevos bríos al cuadro papayero, el hábil jugador contó que “no le tengo miedo al sacrificio y si bien recién tengo 19 años, sé que para llegar a ser alguien en la vida tengo que esforzarme mucho. Y, por cierto, eso he estado haciendo hace mucho tiempo”.

¿Cómo es eso?

-Claro, a la salida del colegio me paraba en los semáforos a realizar malabarismo con la pelota. Me ganaba mis monedas y no eran pocas, ya que juntaba casi 40 mil pesos diarios, que me alcanzaban para comprar mis zapatos y ayudar en mi casa.

Y esa picardía que tienes para jugar de dónde la sacaste…
-Siempre se habla que a los jugadores “les falta barrio”. Si bien llegué a los 14 años a las cadetes de La Serena, jugaba mis pichangas en la “Chanchos League”.

¿De dónde salió esa liga?
-Está buena. Al lado del Puente Zorrilla se juega una liga y como la cancha está al lado de una chanchería, le pusieron la “Chanchos League”. Bueno, ahí no sólo hay que pasarse el rival, sino que también evitar las chuletas que van a la altura de la “medallita”. En suma, se aprende a evitar los golpes y no es fácil jugar en una cancha de tierra, donde hay hoyos, piedras… En fin, tengo la picardía del jugador de barrio”.

Agrega, el que será la sensación del cuadro papayero, “ también soy muy receptivo al trabajo y al orden que te entregan en el trabajo formativo de las cadetes. Y ahí, seguro que el responsable, no sólo de mi rendimiento, sino que también de los otros muchachos que estamos haciendo fuerte a La Serena, es el “Profe” Carmona, quien fue el que me dejó en las cadetes y me enseñó mucho para llegar al primer equipo. Obvio ahora sólo tengo que responder a esas enseñanzas y también agradecer al técnico Luis Musrri, quien me está dando la confianza. Lo importante es que le estoy respondiendo a los dos técnicos”.

¿Qué te dice Lucho Musrri?
-Él me está dando la confianza. Me dice que no tengo que perder la alegría de jugar, de crear, de ser yo en la cancha. Estoy seguro que le estoy respondiendo bien”.

Claro que no basta con hacer los lujitos y luego mirar qué hacen los compañeros. Eso lo tienes claro…

-Obvio. Sé lo que es el sacrificio y, por lo mismo, jamás me verán hacer un lujito y luego mirar a la galería. No, yo tengo claro que si trabajo y en la cancha lo doy todo, mi futuro puede ser muy lindo, de lo contrario no sirve de nada tanto esfuerzo. Lo mío pasa por lo que siento en la jugada; a veces meto un túnel, amago un par de rivales, pero siempre buscando el beneficio del equipo e intentando buscar el arco rival”.

¿Qué se siente ser parte de la generación que está dando alegrías a la gente?
-Es lindo sentir el aplauso de la gente y ver La Portada casi llena. Es cierto, aún no ganamos nada, pero luego que el equipo descendió a la Primera B y en dos torneos estar luchando por no perder la categoría, que estemos en la liguilla Post Temporada con un equipo cuya base es formada en casa, es para sentirse feliz. Y seguro que si seguimos metiéndole y entregándolo todo, se podrán, en el futuro, lograr muchos objetivos que hasta hace poco eran inimaginables”.

Los jugadores que se están iniciando siempre tienen en quién fijarse. ¿Tú admiras a alguien?
-Me gustaría ser como Alexis Sánchez.

¿Qué cualidades tienes para soñar ser cómo él?
-Tengo habilidad, soy “encarador” y también mucho espíritu de sacrificio, valiente y agresivo. Además, si hay que correr para marcar a un rival, lo hago; siempre le pongo todo el empeño en beneficio del equipo”.

¿Qué te falta para ser un mejor jugador?-Tomar mejores decisiones en la cancha y potenciar más mi físico. Además, afinar aún más mis cualidades y eso lo lograré jugando más partidos. Así que cada vez que entro a la cancha intento dar lo mejor para seguir teniendo oportunidades”.

¿Y en La Serena en quién te fijas?

-En Mauricio Salazar y todos los que nos formamos en el club lo miramos a él; un gran profesional, quien siempre nos está alentándonos y enseñándonos. Además, está Jorge “Potencia” Vargas, mi representante. Él fue un gran jugador y me está guiando por el camino del bien. Con esos maestros tengo que aprender, de lo contrario sería un tonto y no lo soy. 

¿Qué sueños persigues con la pelotita?

-Como todos mis compañeros que nos iniciamos en las cadetes, queremos darlo todo por que CD La Serena suba a Primera A. Ese sería mi primer sueño y estoy luchando por lograrlo. Y, en lo individual, llegar a ser alguien en el fútbol. Ojalá ser campeón con La Serena, jugar en un equipo grande del fútbol chileno y, por cierto, defender a la selección chilena. Luego ir a Europa. Son como muchos sueños...”

El sacrificio y el trabajo te pueden dar eso, pero también ser ordenado en la vida y que nadie te aparte del camino que ya te trazaste...¿Eres ordenado ...?

-Sí, soy tranquilo. Si hay una fiesta y se puede ir, quizás voy, pero siempre tengo presente que trabajo para ser un profesional en el fútbol; nada de tragos ni cigarros, sólo dedicación, esfuerzo y trabajo. Ojalá se concreten esos sueños, pero seguro que lucharé por conseguir mis objetivos. Tengo la matería prima, que son las condiciones innatas que tento, además el espíritu de sacrificio. Y, lo mejor, la gente que me rodea me está alentando y guiando por el camino del bien.