Coquimbo Unido con el farolillo encendido

El conjunto pirata quedó a dos puntos del colista, Lota Schwager, tras la derrota de anoche frente a Copiapó en La Pintana.
Coquimbo Unido con el farolillo encendido
Coquimbo Unido con el farolillo encendido
martes 14 de abril de 2015

 

Tras el triunfo de Lota Schwager el domingo, Coquimbo Unido entró en pánico. Claro, la diferencia de cinco puntos se acortaba a dos, restando seis fechas para el final. Pero Coquimbo tenía que jugar su duelo pendiente ante Deportes Copiapó, en el Municipal de La Pintana y de ganar, mantenía la diferencia. Sin embargo, ayer los dirigidos de Víctor Hugo Castañeda tuvieron una noche para el olvido y pese a que siempre fueron ganando, al final terminaron masticando el polvo de la derrota tras caer por un claro 3-2.

DIFÍCIL

Lo cierto es que faltando tan poco para el término del torneo, Coquimbo Unido está preso ahí, con esas cuentas que no le dan. Es que sumó su quinta derrota consecutiva como forastero -siendo el peor visitante del certamen- y se consolidó, para pena de sus hinchas, en ese penoso terreno de la tabla de posiciones que -por ahora- lo estaría conduciendo, si es que no cambia el chips, al descenso. Sí, como se están dando las cosas, el pirata está dependiendo más de las derrotas ajenas (sobre todo de Lota, aunque de los últimos 15 puntos ha sumado 12 y de Rangers) que de los éxitos propios. Hoy debe mirar cómo les va a los rivales directos y rezar. 

ACTITUD

Coquimbo, en el nuevo, pero breve recinto de Deportes Copiapó, se jugaba una de las finales en su recorrido de definiciones. Y ante semejante escenario traumático, el equipo completo se juramentó durante la semana: “Tenemos que buscar con todo porque los empates no sirven, no alcanzan”. Y esa consigna se puso sobre el campo de juego, puesto que el equipo invirtió mucho en ataque, pero también en ansiedad. Lo que a la postre le significó que el conjunto local llegara con mucha facilidad al pórtico de Patricio Abraham. Sí, porque Alejandro Fiorina abrió el marcador, pero antes de pensar en aumentar, Copiapó tuvo varias. Y de tanto machacar, acertó a través de Christian Pavez, ante de terminar la primera fracción.
 El empate, a esa altura, era un premio para el once pirata, que pese a que nuevamente Alejandro Fiorina desniveló el marcador, tras un lindo gol y mejor jugada colectiva, el panorama no se veía muy tranquilizador. Algo no cuadraba. Y lo notaban los pocos hinchas que llegaron a la capital y también el cuerpo técnico, pero principalmente Víctor Castañeda que miraba una y otra vez el reloj, amén de mover las manos sin tener una dirección. Y tal panorama quedó de manifiesto cuando Pavez repitió para marcar el empate y Bruno Vides, que harto susto hizo pasar a la defensa aurinegra, marcó el tanto de la victoria para la alegría no sólo de un equipo que hace dos semanas no entrena con normalidad; que lo hace en Caldera, distante a 68 kilómetros de Copiapó -su estadio fue clausurado por insalubridad y tiene como para cinco meses antes de volver a ocuparlo- y que en los días posteriores al desastre tras las lluvias que azotaron la región, se puso el overol para tirar palas y sacar el barro de sus casas, sino que también para su gente que harto mal que lo está pasando.

REACCIONES

Tras el partido, en Coquimbo fueron claros. “Difícil la situación, pero no debemos bajar la cabeza, aunque con esta actitud no lograremos nada. Debemos corregir la actitud, ya que el partido era fundamental y no lo supimos manejar”, dijo Alejandro Fiorina, autor de los dos goles piratas. “Nos pusimos en ventaja dos veces y no fuimos capaces de mantener esa diferencia con errores puntuales y muy graves, que nos deja muy mal, ya que fue vergonzoso lo que nos pasó. El equipo está golpeado”, dijo el DT Víctor Hugo Castañeda.