Central de Fukushima continúa siendo un peligro radiactivo

Los técnicos de la planta atómica luchan en tres frentes en los que cada pequeño avance cuenta para frenar el alcance de este desastre ecológico
Central de Fukushima continúa siendo un peligro radiactivo
Central de Fukushima continúa siendo un peligro radiactivo
domingo 10 de noviembre de 2013

Para contener uno de los principales problemas en Fukushima, los vertidos radiactivos al mar, los técnicos de la central atómica luchan en tres frentes en los que cada pequeño avance cuenta para frenar el alcance de este desastre ecológico.

El accidente -el peor desde el de Chernóbil (Ucrania, 1986)-, provocado por el terremoto y tsunami de 2011, ha dejado sumidas en el silencio a las dos localidades vecinas, Okuma y Futaba, donde un manto invisible de isótopos radiactivos recubre exuberantes bosques y arrozales, convertidos hoy en frondosos pastizales silvestres.

Unos 52.000 residentes de esta zona (limitada a unos 10-15 kilómetros en torno a la planta) siguen evacuados, la mayoría agricultores y ganaderos que no podrán volver a vivir de esta tierra envenenada.

A las emisiones tóxicas de los reactores hay que sumar las 300 toneladas de agua contaminada que se cree van a parar a diario al océano Pacífico a través de los desagües del muelle de la central, lo que equivale a verter una piscina olímpica cada semana.
Las fugas en tanques para almacenar líquido refrigerante y el agua tóxica estancada en los edificios de los reactores son el origen de este torrente ponzoñoso que aún no se logra controlar más de dos años y medio después del desastre.

Control de material
••• El remedio al que se encomienda la operadora de Fukushima, Tokyo Electric Power (TEPCO) para rebajar la toxicidad de todo este líquido es una nave guarda que retira del agua 62 tipos de materiales radiactivos a excepción del tritio y que a pleno rendimiento tratará hasta 750 toneladas al día.