Carmona, un DT con pasado, presente y...

Sergio Carmona no tiene complejos. Por el contrario, va por la calle con la cara limpia, recibiendo el saludo y afecto de los serenenses. Los parabienes para su nueva función como entrenador del primer equipo de los granates son reiterativos. No obstante, no lo encandila. Por el contrario, se estimula. Sabe que no será una tarea sencilla. Sin embargo, tiene fe en que con trabajo y mucho compromiso puede hacer cosas importantes con el equipo “papayero”.
Pocos saben que este entrenador formado en el amateur en Estudiantes Unidos en las infantiles, alcanzó a jugar 20 minutos como profesional defendiendo la camiseta de Coquimbo Unido. Fue ante Cobreloa a comienzos de los ochenta. Una rebelde lesión de ligamento cruzado lo hizo desistir dedicándose posteriormente a la formación.

“En el amateur jugaba en Estudiantes Unidos, donde pasé por todas las categorías desde cuarta hasta juvenil. En esta última se hizo un torneo nacional y en la etapa regional, Coquimbo, que se hizo con el título, me solicitó de refuerzo a La Serena para jugar contra San Antonio, Valparaíso, Antofagasta”, relata, precisando que se armó “una selección de buen nivel” que tomó parte en el Nacional juvenil de Santiago en 1978. 

Explica que entendiendo lo que podía venir, el dirigente aurinegro, Miguel Bauzá, antes de viajar a ese Nacional, “nos hizo firmar por Coquimbo Unido, junto a Mario Pérez, el “Loco” Rodríguez y Juan Carlos Barraza. Pasamos al primer equipo jugando con el tridente de brasileños conformado por Torino, Bené y Liminha. Era un plantel grande”.

Si bien su presencia en el profesionalismo fue fugaz, tiene calcado el día que jugó ante Cobreloa, en Calama, “me llevaron a jugar con Cobreloa, fui a la banca, jugué 20 minutos, era difícil ser titular estando Pedro “Huamalata” Espinoza y el “Chinito” Olivares. Era difícil jugar”.
Y eso fue todo. La lesión lo privó de continuar. Después sacó los títulos de técnico mecánico en Inacap y de contador en el Insuco de Coquimbo. Trabajó y se dedicó al fútbol entrenando a los jóvenes. Llegó a la Academia La Serena, donde estuvo un año.

“Viajamos a un torneo en Argentina, categoría 1982, siendo vicecampeones, lo que me valió pasar a cadetes de La Serena en las series 17 y 19. Junto a Gregorio Vilchez. Desde ahí que estoy ligado a La Serena, institución con la que me identifico”.

Y con ellos seguirá desempeñándose, aunque ahora dándoles una oportunidad en el primer equipo a los chicos formados en casa, “pienso que los jóvenes tienen una oportunidad tremenda para desarrollarse, aunque en la semana hay que darles las armas para que dejen de lado la ansiedad y el nerviosismo. Hay que decirles las cosas como son en la vida, pero no meterles la responsabilidad. Yo he estado en La Serena en lo que fueron los debut de Ricardo y Francisco Rojas y lo lograron todo en el fútbol. Quiroga y Barraza, que fueron bien vendidos, pero hubo que mostrarlos y ponerlos en el primer equipo, si los tienen entrenando tras los arcos o jugando al tenis fútbol, nunca serán vistos”.

Respecto del desafío de enfrentar la competencia oficial y los próximos duelos ante Coquimbo Unido por la Copa Chile, no se complica mayormente por los tiempos, pese a estar en plena intertemporada, “uno siempre debe respetar las decisiones que adoptan los dirigentes. Ya todo está hecho, nosotros tenemos asumido que vamos a jugar y no buscaremos excusas, no tenemos cancha, no tenemos dónde jugar y debemos adaptarnos a esta dura realidad”.
Ese ha sido su código de conducta en la vida. Trabajar, respetar y no defraudar, aunque se tiene una carta bajo la manga, ya que más de alguien llegará como refuerzo, “junto al presidente, con el que me reúno mañana (hoy), buscaremos un 10, ya que endosarle todo el peso a Cristobal Marín es mucho, él debe estar respaldado y debe existir alguien que lo acompañe. Por el momento no tengo nombre, sabemos quién puede ser y ojalá se concrete, porque acá todo es difícil”.
Por mientras, se aferra a la llegada de Mauricio Salazar, Sergio Vargas y Christian Basaure y Aníbal Domeneghini, anunciadas para hoy”.

Identificación Granate

A La Serena no la veo como Sociedad Anónima, la veo como una institución que me ha permitido desarrollarme, teniendo logros con el club en todas las instancias. Me siento identificado con este club, respetando a todos y cada uno de sus integrantes, aunque me gustaría que a nivel formativo, el fútbol sea más abierto en nuestro país y las posibilidades sean las mismas para los santiaguinos como para los ariqueños.