Municipalidad porteña da inicio a la construcción de viviendas de emergencia en el borde costero

Las casas provisorias se encuentran en zona de inundabilidad, por lo cual aún están en proceso los permisos de construcción desde el nivel central
martes 12 de julio de 2016

Miriam Espinoza  vive hace ocho años en Baquedano. Tras el terremoto y posterior tsunami del 16 de septiembre del 2015 la casa que arrienda presentó varios problemas en su infraestructura. Desde ese día ha debido vivir en dos carpas al interior  de las pocas murallas que sostienen lo que era su vivienda. Tiene un hijo que está enfermo con una hernia en su espalda y una nieta de nueve años. Por ellos Miriam trabaja, recibiendo al final de mes sólo $150.000 de los cuales utiliza un tercio para cancelar el arriendo y el otro para sobrevivir el resto de los días.


Asegura que no sólo debe sobrellevar el frío y las precarias condiciones en las que está viviendo. Otro de los grandes problemas que debe enfrentar es que, en muchas ocasiones, no tiene qué comer. Ya han pasado casi 9 meses y como vive en un terreno que no le pertenece y se encuentra en zona de inundabilidad, aún no obtiene los permisos a nivel central para instalar las viviendas de emergencia.


“Yo vivo durmiendo en esas carpas, con el frío que ha hecho en estos últimos días  y hace tres meses que no tengo luz y para comer tengo que hacer  méritos de aquí por allá. A veces me pongo afuera de la casa y vendo cualquier cosa para poder tener algo de dinero”, relata  Miriam.


Ahora espera con ansias el término de la construcción de su vivienda de emergencia en el patio de la casa donde vive. Mediaguas que estaban acumuladas en las bodegas del municipio y que no se habían utilizado debido al lento proceso de autorización del Ejecutivo, pero que desde  hace algunos días, el alcalde de Coquimbo Cristian Galleguillos decidió instalar, asumiendo la responsabilidad y costos de construir en una zona de inundabilidad y sin los permisos correspondientes.


“Efectivamente no hemos logrado  la autorización del Gobierno para instalar las casas en el sector Baquedano en sitio inundable que están bajo la cota 30 y eso ha requerido  mucha tramitación y burocracia. En la última reunión que tuvimos en la Moneda con el subsecretario del Interior Mahmud Aleuy, me comunicó que si el alcalde se hace responsable se podrían instalar las viviendas y de inmediato le dije que sí, que me hago responsable de aquello. Por el bienestar de nuestros vecinos hemos procedido inmediatamente a instalar  las viviendas”, relata el edil.


Se espera levantar  27 viviendas en el sector de Baquedano  y cada una de ellas tomará cuatro días en su construcción. Como no se ha logrado que la Subsecretaría de Desarrollo Regional libere los recursos,  “se está demoliendo  con cuadrillas municipales. .. A más  de  9 meses  de la catástrofe  nos hemos cansado de esperar, hemos tomado la determinación, hemos firmado  y asumido los riesgos como autoridad para la instalación de estas viviendas de emergencia para todo el borde costero de la comuna”, agrega Galleguillos.

SOLUCIÓN DEFINITIVA 

De forma paralela a la instalación de las viviendas de emergencia se trabaja en la solución definitiva para los cientos de familias de Coquimbo en sectores como Baquedano y Tongoy y así también en el resto de las comunas de la región que se vieron afectadas con la pérdida de sus hogares por el terremoto.
El alcalde Galleguillos, como presidente de la asociación de municipios, señala que ya se solicitaron los recursos para las 15 comunas de la región de Coquimbo en relación a “financiamiento de materiales de construcción, horas de  maquinarias para demolición, viviendas de emergencia y  cajas de alimentos que requieren muchas comunas del interior donde las secuelas de la sequía están todavía presentes”.


Respecto a Baquedano, Galleguillos reconoce que se analizó la posibilidad de construir las viviendas de emergencia en zonas de seguridad, pero que luego se desechó debido  a dos situaciones que se presentaron. La primera es que se está trabajando en las casas definitivas que serán instaladas en zonas seguras  y, en segundo lugar, muchos de los habitantes del sector de Baquedano llevan años  en el lugar y no quieren trasladarse. 


Es el caso de la familia de Estefany Alfaro, a quien el tsunami le llevó su hogar. Casada y con cinco hijos, estuvo un mes viviendo en carpas y con unos ahorros que tenía construyó una pequeña  pieza en la que toda la familia debió vivir por más de cinco meses. 


“El mar ese día se llevó todo y con unos ahorros que tenía, más el millón que nos dio el Gobierno compramos herramientas  para levantar nuestro negocio y empezar a trabajar y construimos  una pieza en el fondo hasta hace tres meses, cuando nos construyeron nuestra vivienda de emergencia”.


La pareja de Estefany vive hace treinta años en Baquedano y hoy ya trabaja en la  hojalatería que instalaron, llamada  “El Guante”  y con ello mantienen a su familia”. Dueños del terreno, no quieren trasladarse a otro lugar, “porque deberíamos vender y todo nos ha costado mucho esfuerzo. Desde el Gobierno nos dicen que estamos en zona de inundación  y que si seguíamos aquí no había ayuda. Fui a La Moneda y nos dijeron lo mismo y no tenemos  derecho a los bonos de reconstrucción, sólo para quienes se quieren ir y eso significa vender este terreno y la gente tampoco quiere comprar acá”, señala la dueña de casa.


El alcalde Galleguillos explica que se está trabajando en un plan para reconstruir el sector que contenga diversas medidas de seguridad para que sea habitable, pero que permita la rápida evacuación y disminuir los riesgos ante la ocurrencia de un tsunami.


“Más que construir  un barrio periférico y con las malas experiencias  que existen en el resto de Chile en catástrofes que han ocurrido, lo que esperamos aquí es  reconstruir Baquedano con condiciones de seguridad, con mitigación de riesgos, muro verteolas,  con el parque inundable en El Culebrón y la construcción con primeros niveles inundables y que se utilicen con espacios públicos  y comercio y del tercer nivel en adelante sea habitacional”, explica el edil.


Mientras esto sucede, se decidió la instalación de las viviendas de emergencia en todo el sector costero para avanzar en el apoyo a los vecinos. Respecto a los riesgos de construir en zona inundable, el edil manifiesta que existe un plan de evacuación  elaborado por la Oficina de Protección civil y Emergencia y que se ha ido perfeccionando. Cabe recordar que durante el tsunami del año pasado cerca de 40 mil personas fueron evacuadas desde el borde costero, por lo que esperan continuar con esta exitosa planificación. Además ya están claras las vías de  evacuación  y las principales acciones a desarrollar si sucede una emergencia.


Las autoridades locales esperan que durante las siguientes semanas visite la zona el subsecretario del Interior Mahmud Aleuy y  entregue alguna respuesta respecto del financiamiento para superar la etapa de emergencia y avanzar en la reconstrucción y también la ministra de la Vivienda, Paulina Saball, para que informe respecto de los avances de los planes de reconstrucción y de los planes que se desarrollarán en el sector de Baquedano.