Se construirán más de 12.500 viviendas

Región no contaría con agua suficiente para nuevas viviendas en 2027

Esto de acuerdo a las proyecciones hídricas de sanitaria regional. La apuesta es tener una gestión integrada de cuencas, la búsqueda de la eficiencia del recurso y sumar otras fuentes, como una desaladora.
viernes 30 de septiembre de 2022

El gerente regional de Aguas del Valle, Andrés Nazer, se presentó en la Comisión de Recursos Hídricos de la Cámara de Diputados para dar a conocer la situación hídrica de la zona, basándose en un estudio realizado por la sanitaria, el cual estima que para el año 2027 las aguas continentales no serán suficientes para dar abasto a las demandas habitacionales en la Región de Coquimbo.

“Nosotros pronosticamos que hacia el año 2026 o 2027 será absolutamente necesario incluir fuentes que no sean aguas continentales, particularmente que vengan a través de la desalación”, sentenció en su intervención.

Consultado por El Día, el ejecutivo de la sanitaria regional explicó que como han manifestado permanentemente, la situación hídrica de la región sigue siendo crítica, y que si bien las lluvias dieron un respiro, “es nuestro deber seguir trabajando para mantener la continuidad del suministro de agua potable en los próximos años. La disponibilidad de agua viabiliza el crecimiento y desarrollo de las ciudades y eso es justamente lo que planteamos en la Comisión de Recursos Hídricos”. 

Desde Aguas del Valle argumentan que la demanda de unidades habitacionales indica que al año 2030, la Región de Coquimbo tendría un crecimiento de un 18%, alcanzado 308.000 servicios aproximadamente. Al mismo tiempo, todas las proyecciones dan cuenta de que las aguas superficiales y subterráneas seguirán disminuyendo de mantenerse la tendencia de escasez de recurso hídrico manifestado en los últimos 12 años y por eso la gestión integrada de cuencas, la eficiencia en la gestión del recurso y sumar otras fuentes, como una desaladora, es esencial para poder asegurar llegar a nuevas urbanizaciones o sumar sistemas rurales a nuestro suministro. 

“Sólo entre 2011 y 2021 hemos destinado $57.000 millones a inversión y gasto para enfrentar la sequía y seguiremos destinando los recursos necesarios para evitar escenarios de racionamiento de agua para nuestros vecinos. En esta tarea es fundamental seguir trabajando con los diversos actores de la región, autoridades, regantes y otros”, indicó Nazer.

Para el diputado y subjefe de la bancada del Partido de la Gente e Independientes, Víctor Pino Fuentes, es una realidad que se veía venir desde hace tiempo. 

Plantea que el escenario deja en ascuas el Plan de Emergencia Habitacional (PEH) del Gobierno, asegurando que pese a que las 12.500 viviendas que se pretenden construir en la región en cuatro años están dentro del plan de crecimiento de la sanitaria, no se sabe si los territorios donde se pretenden emplazar están dentro o fuera del territorio operacional de la empresa.

“Creo que es algo que el Gobierno necesita aclarar y ser sumamente responsable con los comités que están incluidos en el Plan de Emergencia Habitacional, porque no podemos ilusionar a las personas con algo que es tan sensible como la casa propia y después se tendrán que encontrar con la realidad de que sus casas en verdad no podrán ser entregadas o simplemente no se podrán construir porque no hay agua”, recalcó el diputado.
 

En ese contexto, el seremi de Vivienda y Urbanismo, José Manuel Peralta, aseguró que existe un trabajo conjunto con Aguas del Valle y que incluso durante la próxima semana tienen programada una reunión técnica para seguir aunando criterios.

“Existe una sequía de más de 14 años y  un tema de sostenibilidad con la necesidad de contar con otras fuentes de recursos hídricos como la desalación de agua de mar, compartimos plenamente esa estrategia de la sanitaria de poder hacer uso de esa fuente, nosotros esperamos que este proyecto avance rápidamente para que tengamos una alternativa más sostenible a largo plazo”.

Peralta manifiesta que están bien alineados con la sanitaria regional y comparten el diagnóstico de su gerente sobre lo crítico que es el panorama hídrico de la región.

El seremi del Minvu fue claro en sostener que las 12.490 soluciones habitacionales que van a construir en los próximos años en la zona están garantizadas, porque estos proyectos están sometidos a un estudio previo de disponibilidad de recursos hídricos, de alcantarillado y energía eléctrica.

“Compartimos el diagnóstico del gerente de Aguas del Valle y tenemos la preocupación y actuaremos de forma responsable. Insisto en que todos nuestros proyectos están estudiados y garantizados los servicios básicos para las soluciones habitacionales, donde hemos comprado suelos están estos servicios disponibles”, reiteró Peralta.

Cristian Baquedano, ejecutivo del Eje de Recursos Hídricos de la CRDP y miembro del comité técnico científico del agua Región de Coquimbo, manifestó que el actual escenario regional de sequía va más allá de la demanda habitacional futura.
“Se debe buscar entre este desbalance hídrico, la oferta y la demanda, qué podemos hacer en eficiencia, sobre todo en la reutilización de agua y, por otro lado, ver nuevas ofertas del vital elemento”.

Baquedano señala que la cuenca del Río Elqui demanda para todos sus usos (consumo humano, agricultura y minería) de unos 7 mil litros por segundo. “La desaladora es una gran solución para el consumo humano, sobre todo en Elqui ya que las dos grandes urbes están al lado, pero para el resto de las industrias o comunas es más complejo, no veo que puedan  subir esa agua a Vicuña, es inviable, por eso se piensa en reutilizar y devolver al sistema productivo, puede ser utilizada para la agricultura”.

El profesional sostiene que lo más importante es hacer las cosas bien y no tratar de saltarse etapas de estudios en estos proyectos, pese a la urgente necesidad.

“Se debe considerar que son proyectos lentos, la desaladora de Copiapó tomó entre 8 a 10 años para concretarse, por su parte la reutilización de aguas residuales existe poca experiencia en Chile, quizás en el norte. La desertificación ha ido mucho más rápido que las respuestas que hemos tenido que ir desarrollando, no pasa por las ingenierías, sino que a las normativas que tienen que ir adecuadas a las condiciones de zonas áridas”, concluyó.