Mujeres de cocinerías de Vicuña piden no ser desalojadas tras decisión municipal

Muy apenadas y con la esperanza de que se abra una solución real, se encuentran las siete mujeres que hoy tienen sus restoranes en el sector destinado al comercio gastronómico de la feria de abastos de Vicuña y que están siendo desalojadas, según explica la presidenta de la Agrupación Gastronómica Mujeres de Elqui, María Villalobos.

En noviembre del año pasado el municipio de Vicuña habría desahuciado el contrato de arriendo que mantienen, aludiendo a la causal número 5 que permite poner fin al contrato por motivos de interés público, debido a que a la municipalidad habría determinado elaborar un Plan Maestro de gestión de la Plaza Feria Abastos, que según indican, en el documento que leyeron, consideraba servicio de gastronomía.

“Al tener gastronomía, se suponía que podíamos participar, más si habíamos sido parte de un proyecto en que se pidieron los recursos para la construcción del recinto y para adecuar los locales como cocinería. Empezaron las conversaciones para que fuéramos parte del proyecto y que nos incluyeran”, explica Villalobos.

Sin embargo, relata la presidenta de la Agrupación, ante no tener una respuesta ante la fecha de desalojo y una reunión con el alcalde, solo un día antes de que expirara el plazo (31 de mayo) habría decido interponer un Recurso de Protección a fin de evitar la salida del lugar.

Esto habría derivado que, en la reunión con el alcalde, el edil les habría señalado que no se les podía incorporar en los nuevos proyectos, considerando que habían judicializado el tema. Ante esta conversación, las emprendedoras habrían decidido recurrir a la Corte Suprema a fin de impedir la medida. Sin embargo, ambas cortes habrían fallado a favor del municipio.

Para la dirigente, la situación es inexplicable si se considera que ellas gestionaron la construcción del lugar, luego de formar parte de un programa Mujeres Jefas de Hogar y conseguir el apoyo de distintas administraciones municipales, que les permitieron postular a un proyecto del Fondo de Desarrollo Regional en terrenos de Bienes Nacionales.

El proyecto “Se gestionó para la feria de abasto y estaban considerando la Agrupación Gastronómica de Mujeres de Elqui, para que cuando fuera entrega el comodato fuera administrado por la municipalidad y la municipalidad debía indicar cómo se les entregaba a las organizaciones”, dice Villalobos. 

Si bien pensaron que el contrato se renovaría cada diez años, la carta enviada por el municipio quebró sus esperanzas.

“Para las socias es un balde de agua fría. Estamos tratando de ser un aporte a nuestras casas y sacar a sus hijos adelante. Hemos avanzado como mujeres, nos hemos empoderado y no podemos retroceder. Las socias no pueden dormir, están nerviosas. Es muy triste verlas así, qué viene después que tenemos el sueño realizado. Cuál es el nuevo proyecto, por qué de esta manera, porque no hubo una conversación”, señala la dirigente.

Para la Agrupación, sus expectativas están en que se les deje trabajando en el sector y que sean parte de los nuevos proyectos.
Pero la situación fue crítica ayer, luego que una fiscalizadora municipal les indicó que estaban ocupando un recinto privado y que debían desalojar.

“Yo acá tengo a mi gente, compromisos. Yo trabajo todos los días, no he dejado nunca de trabajar. Entonces, es injusto que tengamos que salir en este momento y, además, que soy una persona con discapacidad, con una familia por detrás. Estamos en esta situación y no sabemos qué hacer, por eso necesitamos ayuda, porque no podemos abandonar este lugar. Nosotros gestionamos este lugar, nosotros formamos la agrupación y postulamos el proyecto para tener una fuente de trabajo. No es justo que salgamos, está bien que sea administrado por la municipalidad, pero la que gestionamos todo esto somos nosotros”, indicó María Araya, una de las socias.

Añaden que no entienden por qué ellas deberían salir del sector, si hay cocinerías que trabajan todos los días y que la feria de abastos solo opera los sábados. No entienden el motivo de la decisión. 

Para el alcalde Rafael Vera, la decisión se tomó considerando que en el sector “solo trabajan dos cocinerías de forma regular y en ocasiones otras tres más, pero por lo general hay siete cerradas desde hace varios años”, dice.

“Ellas llevan alrededor de nueve años ahí, pero es un lugar que se ha ido deviniendo y que cada día tiene menos potencial. Sin duda, el municipio ha estado en un sin número de oportunidades tratando de colaborar, pero la relación que hay entre ellas tampoco ha sido buena y ha impedido que trabajen mancomunadamente”, indicó.

“Por lo mismo, el municipio, después de varios intentos, les indicó que vamos a licitar ese sector, para generar un polo de desarrollo, en el cual esperemos que vayan a ser consideradas con aquellos que se adjudiquen ese proyecto”, añadió la autoridad.
Explicó que desde noviembre pasado las emprendedoras saben que deben salir de ahí y se les daba un plazo de seis meses para materializarlo. 

“Esto ocurrió el día 31 de mayo, fecha en la cual ellas decidieron poner un Recurso de Protección en la Corte, la cual hace unos meses falló a favor del municipio y pidieron conversar conmigo. Les indiqué que efectivamente podíamos esperar unos meses en torno a que se licitara y adjudicara, y cuando llegara ese momento, podríamos avanzar en el marco de un diálogo y no de imposiciones. No estuvieron de acuerdo con eso y fueron a la Corte Suprema, que indicó al igual que la Corte que el municipio está actuando en propiedad y eso por eso que le hemos avisado. Ellas saben el resultado del resultado de la Corte Suprema, porque ellas están ocupando en este momento un lugar que no están habilitadas ni autorizadas para funcionar”, señaló.

“Nosotros vamos a licitar. Nosotros vamos a proponer que se considere cocinerías, no podemos obligar, que las considere porque tienen experiencia, porque han estado trabajando, pero ese sector es hoy día un sector deprimido, que no ha salido adelante”, añadió. 

La autoridad indicó que, si bien el municipio tiene varias ideas, esperan recibir diferentes proyectos y a partir de eso tomar una decisión. El mejor proyecto será licitado y adjudicado para se instale en el sector.

La diputada Nathalie Castillo indicó que colaborará en gestiones para intentar que las mujeres se mantengan en sus locales o puedan participar en los proyectos que el municipio contemple para el espacio.

“El proyecto además nace de un FNDR por lo que ellas están muy desconcertadas, por lo que les pide el municipio”, explicó la parlamentaria.

“Por otra parte, gestionaremos una reunión con bienes nacionales que les aclare la duda del comodato del lugar”, agregó.