Nicolás Grau, Ministro de Economía

"Evaluar la pertinencia de esta reforma desde el corto plazo es equivocado"

En entrevista con Diario El Día, el secretario de Estado defendió el proyecto de reforma tributaria que impulsa el gobierno, afirmando que ésta es necesaria para financiar la universidad de derechos sociales como la salud y educación en el mediano y largo plazo.
domingo 03 de julio de 2022

Este viernes, luego de varios meses de espera, el Gobierno dio a conocer el proyecto de ley de reforma tributaria, iniciativa considerada como la “columna vertebral” del programa de reformas sociales propuesto por el Presidente Gabriel Boric.
Entre las medidas que destacan están la reestructuración del impuesto a la renta, elevando el aporte de las personas de mayores recursos, menos exenciones tributarias, nuevo royalty minero e impuestos correctivos que apuntan a promover la preservación del medio ambiente.


Desde el ejecutivo afirmaron que esta reforma se implementará gradualmente con el fin de facilitar la adaptación de los contribuyentes, y que permitirá aumentar la recaudación fiscal neta en 4,1% del PIB una vez en régimen.


En entrevista con diario El Día, el ministro de Economía, Nicolás Grau, dio a conocer algunos de los detalles más importantes de este proyecto, enfatizando que con esta reforma Chile se acerca al nivel promedio de carga tributaria existente entre los países de la OCDE y se avanza en “equidad y justicia tributaria” para todos los contribuyentes.


-¿Cuáles son los ejes que sustentan esta reforma?


“Esta reforma busca avanzar hacia un nuevo pacto social, financiando de forma sostenible la expansión de derecho sociales. Es decir, que permita financiar una mejor salud, una mejor educación, mejores pensiones, y el fortalecimiento y apoyo de las labores de cuidado desde el Estado. Asimismo,  busca tener más recursos para aportar a las regiones y que de esa manera exista descentralización económica, así como mayores recursos para la agenda pro productividad.


Todos estos tremendos desafíos han de ser financiados de forma sostenible y permanente en el tiempo y para eso se requiere tener mayores ingresos fiscales, acercando así a Chile a lo que es la situación promedio e los países de la OCDE, destaca el secretario de Estado.


-¿Cuáles son los cambios principales que propone esta reforma?


“Lo primero es que esta es una reforma que sólo aumenta los impuestos de las personas del 3% de altos ingresos. Es decir, al 97% no se le aumentan los impuestos.


Lo segundo, es que es una reforma que aumenta impuestos y tiene una estrategia que es bien diversa, porque el querer lograr recaudar más en cuatro años, requiere tener fuentes de financiamiento diversas.


Esta es una reforma que disminuye la elusión y evasión tributaria, es decir, que las personas paguen los impuestos que tienen que pagar. Es una reforma que va a hacer un aumento importante del royalty para la gran minería, que hace cambios relevantes en el impuesto a la renta, y que hace que las personas de ingresos por sobre los 4 millones de pesos, aumenten los impuestos que pagan.


Y también que las personas de mayor patrimonio neto paguen un impuesto a la riqueza. Esto afecta solamente a unas 6 mil personas que tienen un patrimonio neto, es decir, quitándole los pasivos, sobre 5 millones de dólares.


También hay otros cambios impositivos importantes que tienen que ver con cuestiones correctivas y medioambientales, pero esos no van a ingresar ahora sino que van a ser cambios tributarios que se incorporarán a final de año”.


-Uno de los cuestionamientos que se le ha hecho a la reforma es que sería demasiado grande, pues abarcaría a varios aspectos, y en medio de un contexto económico adverso no sería conveniente llevarla a cabo. ¿Cuál es su opinión al respecto?


“Lo primero que yo diría es que las reacciones han sido bastante positivas en general. En el mundo empresarial, en el mundo de la pequeña empresa por ejemplo, esta es una reforma que no les sube sino les disminuye el impuesto en la mayoría de los casos.
Ahora, yo creo que es muy importante no evaluar lo que propone esta reforma tributaria a partir de lo que está sucediendo coyunturalmente en la economía, pues ésta busca generar ingresos en el mediano y largo plazo para financiar derechos sociales y una mejor calidad de vida para las personas de manera progresiva. De hecho, los 4,1 puntos del PIB se van a conseguir si la reforma se aprueba, recién a fines del gobierno.


Esto es una reforma que no implica aumentos tributarios durante este año obviamente, porque va a estar en discusión. Pero después su impacto en la renta va a ocurrir recién a partir de 2023, y va a tener un impacto más grande en términos de recaudación fiscal durante el año 2024.


Entonces evaluar la pertinencia de la reforma desde un punto de vista cortoplacista yo creo que es equivocado, porque justamente se está planteando un objetivo de mediano y largo plazo que tiene que ver con este pacto social que dé más certezas, más apoyo y más tranquilidad a las familias”.


-También se apunta a que la reforma perjudica el ahorro y la inversión afectando al crecimiento económico. ¿Cuál es su postura?


“Esta es una reforma que esta muy apoyada por la experiencia internacional, ya que permite que Chile se mueva en la dirección de los países de la OCDE, que son los países de mayor dinamismo y desarrollo económico.


Chile tiene una menor recaudación tributaria y un sistema menos progresivo si uno lo compara con esos países, por lo tanto, lo que se está haciendo es aumentando la recaudación y al mismo tiempo, aumentando la progresividad, es decir, que las personas con más ingresos paguen más impuestos. Es lo que ocurre en el resto del mundo.


Además, esta es una reforma que trae mucho apoyo para la innovación y el aumento de la productividad. No solo porque fortalece la ley de incentivo tributario para el I+D (innovación y desarrollo), sino porque le dice, en particular a las empresas de menor tamaño, que tienen un 27% de impuesto de primera categoría, ‘que si ud. invierte en innovación, en desarrollo y en nuevas ideas, y aumenta su productividad, el impuesto le va a bajar desde el 27 al 25%’.


Se está generando un incentivo muy potente que puede significar que a una empresa le cueste ‘0’ la innovación, es decir, se le devuelva todo y poder tener un ahorro tributario en la medida que gaste más en innovación y desarrollo. Y también, otra cosa que propone la reforma tributaria, es que los incentivos actuales que existen para I+D lleguen a las empresas de menor tamaño.


Otro ejemplo que también está en la reforma y del cual se habla poco, es que ésta tiene incentivos al gasto en labores de cuidado de las familias. Si una familia con integrantes menores de 2 años, gasta por ejemplo, en una cuna, esa familia va a poder deducir ese gasto de sus impuestos a la renta. De esa manera va a existir un incentivo y una reducción de costo para esos gastos, lo que va a aumentar, en última instancia, la participación laboral femenina. Esta reforma tributaria es pro desarrollo”.


-Otro punto que ha generado dudas es que aquellos ingresos que han sido generados por el arriendo de inmuebles, quedarán gravados con impuestos, terminando además con la exención otorgada a las viviendas bajo el decreto DFL 2. ¿No afecta esto a la clase media?


“Mire, yo creo que no se entiende bien cómo funciona esta medida.


Si hay una persona que es dueña de una vivienda y que recibe ingresos por ésta, por ejemplo arrendándola, los ingresos que recibe por esa vivienda van a ser parte del ingreso que se considera en el impuesto global complementario, es decir, cuando se haga el cálculo del impuesto que debe pagar cada persona a la renta.


Eso significa que si es una persona de ingresos bajos, esa persona no va a pagar impuestos, queda exento, porque todas las personas que ganan menos de 800 mil pesos al mes, no pagan impuesto a la renta. Después aquellas que comienzan a ganar un poco más, pagan un impuesto a la renta pero un impuesto muy bajo.


Entonces cuando se dice que el término de esta exención tributaria va a afectar a la clase media, eso la versad contrasta con los datos. Fíjese que más del 70% de las personas en Chile no paga impuesto a la renta. Y el grueso de las personas, en torno al 90%, paga un impuesto a la renta muy bajo.


El hecho de que los ingresos por los arriendos de las viviendas de las cuales uno es dueño pasen a ser ahora un ingreso que se considera en el cálculo del impuesto a la renta anual que debe pagar la persona, no va a implicar que la clase media vaya a pagar más impuestos”.


-La Región de Coquimbo, Ud. sabe, es una región minera. Y esta reforma contempla un royalty a la minería, lo que fue criticado por los gremios del sector porque afectaría la inversión...


“Este es un royalty que sólo va a operar para la gran minería. Si se revisan las condiciones para que una empresa se vea afecta por este nuevo royalty, menos de 20 mineras en Chile entran en dicha categoría. En la mediana y pequeña minería no tiene ningún efecto esta reforma.


Además, hoy día hay un acuerdo, que yo entiendo también lo comparten las grandes mineras, respecto a la necesidad de tener un royalty que recaude más recursos, no sólo porque los contratos de invariabilidad tributaria se van acabando y existe la disponibilidad de rediscutir esos contratos, sino también porque es muy razonable que todas y todos podamos tener los frutos del mineral si es que el cobre es de todos los chilenos.


En cuanto a términos técnicos, este aumento del royalty va a implicar que a pesar del aumento, nunca va a suceder que una empresa grande que son las que se verán afectas a este nuevo royalty, no tenga utilidades por sobre el capital en orden al 15%. Siempre van a estar por sobre el 15%.


A nuestro juicio como gobierno, eso significa que los proyectos de inversión seguirán siendo tremendamente rentables. Una utilidad por sobre el patrimonio mayor al 15% es muy rentable. Entonces cuando se dice que esto va a disminuir la inversión yo creo que es una exageración.


Lo que sucede acá es que lo que uno trata de hacer a través de un royalty es capturar parte de la renta minera, que es la rentabilidad que tiene la empresa por sobre la rentabilidad normal que tiene la economía. Y lo que hace este proyecto es que le permite al Estado capturar algo así como dos tercios de la renta minera. Es decir, no solo les deja la rentabilidad normal a las grandes mineras sino que además, hay un tercio de la renta minera que seguirán obteniendo. Con esto se va a poder conseguir recursos en torno a 0,5 puntos del PIB, pero lo va a hacer sin generar desincentivos a la inversión“.