Tras no admisión para su estudio en el SEA

Aguas del Valle se compromete a reingresar proyecto de desaladora en los próximos días

Desde la empresa aseguraron que la razón que motivó que el proyecto de la planta no ingresara al Servicio de Evaluación Ambiental para su tramitación correspondiente, se explica por razones de “forma” y de ordenamiento de la información entregada, enfatizando que el proyecto no ha sido rechazado.
jueves 19 de mayo de 2022

Producto de la escasez de precipitaciones y de la caída en el nivel de los embalses y cursos de agua, la construcción de plantas desaladoras aparecen como la única alternativa realmente segura para obtener el vital recurso hídrico en la Región de Coquimbo.

En ese sentido, el proyecto para construir una planta de estas características que lleva adelante la sanitaria Aguas del Valle, es de las iniciativas más adelantadas de todas las iniciativas que apuntan en esa dirección.

Con una inversión estimada en 181 millones de dólares, el proyecto, en una primera etapa, permitiría respaldar el consumo humano de agua potable para la conurbación La Serena- Coquimbo, y luego, de ser requerido, para otras localidades de la región.

De hecho, la planta está proyectada para utilizarse como complemento durante los períodos en que las fuentes de agua dulce no puedan abastecer la demanda de agua potable, produciendo -en su primera fase- 600 litros por segundo, para llegar hasta 1.200 litros por segundo en el futuro.

Estimada en unos 2 o 3 años su construcción, unas 78.000 familias serían beneficiadas en una primera etapa.

 

Sin embargo, tras ingresar hace más de una semana atrás, la documentación del proyecto al Servicio de Evaluación Ambiental para iniciar su tramitación, dicho proceso sufrió un inesperado traspié.

Y es que según relevó el diario La Región este martes por la tarde, el proyecto de desaladora no fue admitida a tramitación por el SEA.

Según informó el medio, fue mediante una resolución exenta firmada por la actual directora regional del Servicio de Evaluación Ambiental, Claudia Martínez, en la que se comunicó a la empresa Aguas del Valle que la iniciativa había sido declarada “no admisible”.

Entre los argumentos esgrimidos por el servicio según consigna el medio local, destaca que el Estudio de Impacto Ambiental presentado por la sanitaria, no presentaría los contenidos mínimos “en relación con identificar todas aquellas políticas y planes evaluados estratégicamente que sean atingentes, así como tampoco presentó el análisis respecto a la compatibilidad del proyecto con el uso del territorio y los objetivos ambientales de tales políticas y planes”.

Ello pues, porque en la presentación de la empresa no se habrían establecido la relación de la futura planta con el Plan Regulador Intercomunal de la Provincia del Elqui vigente en la actualidad entre otras información faltante.

Se aseguró además que Aguas del Valle no habría presentado los contenidos técnicos y formales asociados a la calificación de instalaciones industriales y de bodegaje.

 

No obstante, se debe aclarar que este traspié no implica que el proyecto de desaladora haya sido descartado por la autoridad, sino que la empresa aún puede reingresar el estudio, pero esta vez cumpliendo con las indicaciones solicitadas por el Servicio de Impacto Ambiental.

Así lo explican desde la propia sanitaria, desde donde detallan que los reparos e inconvenientes expresados por el SEA, apuntan más bien a temas “de fondo” y a ordenamiento en la entrega de la información el servicio. De paso aseguran, este inconveniente no generaría mayor retraso en los tiempos de estudio y construcción de la planta previstos inicialmente.

En declaraciones a El Día, Andrés Nazer, gerente regional de Aguas del Valle, expresó escuetamente que “ya estamos trabajando para abordar los comentarios hechos por el Servicio de Evaluación Ambiental y reingresar así el estudio para la desaladora lo antes posible”.

Y ante la preocupación generada en diferentes sectores y redes sociales ante una eventual demora en la construcción del proyecto, Nazer fue enfático en asegurar que “la desaladora es urgente para asegurar el agua para consumo humano en los próximos años en nuestra región. Por eso, el compromiso de Aguas del Valle es desarrollar un proyecto sostenible respetando la institucionalidad vigente y que resguarde el entorno y a las comunidades”, señaló, reiterando que se está trabajando rápidamente para volver a ingresar el Estudio de Impacto Ambiental.

Según los cálculos de Aguas del Valle, el inicio de la construcción de la planta desaladora, que se emplazará en el sector de El Panul, en Coquimbo, está prevista para el año 2024, mientras que la entrada en operación se proyecta para inicios del año 2026.