Acusan centralismo y regulación obsoleta

“Lentitud y norma obsoleta”: Gremios de la zona critican protocolos tras hallazgos arqueológicos

Afirman que el Estado suele actuar con una notable lentitud, lo que perjudica a las empresas al incrementar plazos y costos, apuntando, como un ejemplo elocuente de aquello, al sitio El Olivar, por el cual llevan años esperando una solución.
sábado 04 de mayo de 2024

La construcción del nuevo hospital de Coquimbo, la ruta La Serena-Vallenar y el tramo de avenida Panorámica tienen algo en común: en todas estas obras se han encontrado restos arqueológicos durante su construcción. 

Para los expertos, de hecho, es normal encontrarse con sorpresas arqueológicas o paleontológicas en toda nuestra región. En ocasiones, los restos de cerámica y huesos pasan desapercibidos entre la tierra y las rocas.

En este escenario, las empresas constructoras deben enfrentar retrasos en sus proyectos cada vez que se encuentran con algún hallazgo arqueológico, o en otros casos, cuando intervienen en una obra considerada monumento nacional o patrimonio histórico.

Sin embargo, en el último tiempo, estos descubrimientos han llamado la atención debido a que obras importantes para la comunidad han tenido que detenerse para llevar a cabo el análisis correspondiente por parte de expertos o el Consejo de Monumentos Nacionales.

El último caso de este tipo fue dado a conocer en exclusiva por El Día, después de que la Fundación Ruta Ancestral El Culebrón presentara  antecedentes - ante el Consejo de Monumentos Nacionales y la Fiscalía - sobre hallazgos arqueológicos y paleontológicos en áreas del proyecto de construcción de la avenida Panorámica, entre el tramo Cantera-Los Clarines, Etapa II, que forma parte del proyecto denominado “Eje Cisternas”.

Al respecto, según el informe de los arqueólogos que asesoraron a la fundación, se detectaron dos importantes hallazgos: un petroglifo, posiblemente parte del área de grabados rupestres, y material cerámico con superficies alisadas y pulidas, de espesor medio-grueso, con morfología de cuerpos y bordes de vasijas monocromas “que no poseen elementos diagnósticos para inferir cronologías o filiación cultural”, se detalle en el informe.

Tras la denuncia, desde el Consejo de Monumentos Nacionales indicaron que “para evitar incurrir en el delito de daño a Monumento Nacional, establecido en el artículo 38 de la Ley N° 17.288, este Consejo resolvió instruir la paralización de obras que impliquen excavaciones, movimientos de tierras y cualquier actividad que implique remoción de material superficial y subsuperficial en el área del proyecto, a menos que se cumplan las siguientes acciones, como la elaboración de informes de inspección visual para el componente arqueológico y para el componente paleontológico, por especialistas en cada materia, en la totalidad del área del proyecto”, se sostiene en el documento del organismo.

Si bien desde el SERVIU aseguran que se paralizó la construcción en la zona específica del hallazgo, desde la fundación que comunicó el hecho al Consejo de Monumentos Nacionales, aseguran que “sigue el movimiento de tierra” en el lugar, situación que los mantiene preocupados.

Consultado el SERVIU sobre si esta detención genera algún tipo de problemas en el avance de la obra, desde el organismo señalaron que el avance del proyecto les permite tener cierta holgura, sin embargo, la definición de paralizar las faenas de excavación y movimiento de tierra, si se prolongan en el tiempo, claramente van a alterar los plazos estimados de construcción.

“Sin embargo, dado que las medidas tomadas y la coordinación que tenemos con el Consejo de Monumentos Nacionales y equipos técnicos, esperamos que esto permita resolverse cuanto antes y poder retomar las obras normalmente”, señaló Ángelo Montaño, director regional de SERVIU.

En ese sentido, Montaño aclaró que como Ministerio de Vivienda cuentan con un protocolo arqueológico oficial elaborado en 2022, que indica las acciones a tomar ante hallazgos y denuncias, y estableciendo los protocolos a seguir.

“En particular, en este caso (de avenida Panorámica), a partir de las distintas acciones que se han llevado a cabo, hemos coordinado mesas técnicas con el Consejo de Monumentos y actualmente se encuentran en procesos de revisión los informes paleontológicos y arqueológicos, de forma de efectivamente poder dar respuesta a los requerimientos en este caso”, aseveró.

Sin embargo, Montaño aclaró que la seremi de Vivienda ofició durante  2023 y este año, una solicitud para fijar los procedimientos y las acciones en virtud de eventuales zonas paleontológicas en la Región de Coquimbo.

“Agradecemos la voluntad que ha tenido el CMN y los equipos técnicos de, efectivamente, construir un canal de comunicación que permita, efectivamente, abordar adecuadamente estas situaciones y buscar cuanto antes resolver los hallazgos que se identifiquen y poder compatibilizar el buen resguardo de los hallazgos arqueológicos y la importancia que éstos tienen en el patrimonio. Pero además también que dialoguen con el desarrollo que requieren las ciudades, en este caso, La Serena y Coquimbo”, manifestó Montaño.

Desde el sector privado, sin embargo, creen que los procedimientos del Consejo de Monumentos Nacionales en proyectos donde existen hallazgos arqueológicos, están retrasando la inversión y aumentando los costos de éstas. 

Para el gerente de CIDERE, Ricardo Guerrero, la posibilidad de que aparezcan restos arqueológicos o paleontológicos en el contexto de un proyecto de construcción siempre existe, por más que se estudie el terreno previo al inicio de obras.

“Es un hecho que muchas ciudades en nuestra región fueron fundadas en sitios que ya se encontraban habitados por poblaciones nativas de larga data, como quedó tan gráficamente evidenciado en el caso del sitio El Olivar, en la salida norte de La Serena. Cuando esto sucede, las empresas constructoras acatan la norma que obliga a informar de los hallazgos, eso es lo que corresponde. Sin embargo, es justo señalar que en este ámbito, como en muchos, tenemos una normativa antigua y burocrática, lo cual, sumado a que el Estado suele actuar con una lentitud notable, perjudica a las empresas al incrementar plazos y costos”, sostiene el ejecutivo de CIDERE.

En ese sentido, Guerrero enfatiza que,“si bien el CMN cuenta con oficinas técnicas en cada región, éstas cuentan con atribuciones resolutivas bastante limitadas”, expresó el gerente.

Conocedores del tema indican que es fundamental priorizar los hallazgos arqueológicos pues, resulta  absurdo que pequeños restos sean un impedimento para desarrollar un proyecto millonario o clave para alguna actividad económica.

Respecto a estas demoras que pueden afectar a proyectos emblemáticos, Felipe Páez Schmidt, presidente de la CChC La Serena, explica que existen una serie de regulaciones que determinan la paralización de una obra cuando se dan hallazgos arqueológicos, y dependen de la resolución del Consejo de Monumentos Nacionales, organismo encargado de determinar los plazos y pasos a seguir.

“Sin embargo, nos encontramos con retrasos tan grandes que significan tiempos valiosos de espera para que la comunidad, en definitiva, cuente con las obras que se requieren con urgencia, como es el caso de hospitales, viviendas o carreteras. Nuestra región no está ajena a esto. Un caso elocuente es el sitio El Olivar, por el que llevamos años esperando una pronta solución”, sostiene Páez.

El presidente de CChC La Serena afirma que se quedan con los brazos cruzados, sin poder avanzar, pues en algunos casos se trata de restos sin mayor relevancia histórica.

“El Gobierno se comprometió a avanzar en la demora que existe en resolver las paralizaciones de obras por posibles hallazgos arqueológicos en construcciones, así como también en materia de ‘permisología’, pero lamentablemente no hemos tenido resultados concretos y el proyecto de ley de permisos sectoriales aún no tiene luz verde”, agrega el representante local de la Cámara Chilena de la Construcción.

Páez también señala que, como gremio, creen que es fundamental reducir los tiempos de tramitación de permisos, aumentar la dotación del Consejo de Monumentos Nacionales o buscar alternativas que permitan resolver materias pendientes que implican atrasos en la entrega de las obras. “Estas condiciones, lamentablemente, se traspasan a la comunidad y afectan su bienestar y calidad de vida”, recalcó.